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Cantos de beguinas, monjas y trovadoras

Mª Angeles Zapata Castillo, directora los festivales de música antigua FEMAL (Festival de Música Antigua de Lorquí) y MOMUA (Festival Molina Música Antigua)

Mara Mira

Finalizada con éxito la quinta edición de FEMAL (Festival de Música Antigua de Lorquí), contacto con su directora, la doctora en musicología Mª Ángeles Zapata Castillo, para que nos hable de sus trabajos de investigación en musicología. Su diálogo con la música antigua también cumple una década al frente DeMusica Ensemble el grupo de música que dirige desarrollando un original programa. Su intención última, interpretar, difundir y promocionar la música antigua compuesta y/o interpretada por mujeres, es el objeto de esta charla.

Entre las prioridades de su extenso curriculum, amén de la interpretación musical, usted realiza una ingente labor de investigación al estudiar el panorama historiográfico de lo que ha sido la figura de la mujer como creadora. ¿Por qué desaparecemos de la historia?

La historia se construye en base a un relato y este relato ha sido escrito por hombres: estudiosos, filósofos, literatos… Con este rasgo de género, el canon que llega a la sociedad y conforma la cultura es masculino. En la música la creatividad femenina no existe.  Este factor de oclusión es parejo en todas las artes e incluso en las ciencias. A grandes rasgos esto es lo que hay. No existimos.

Este año se cumple el décimo aniversario de la formación que dirige DeMusica Ensemble. ¿Qué características definen a este grupo vocal femenino?

Somos un grupo centrado en repertorios de música medieval, renacentista y barroca. Nuestro nombre refiere al tratado 'De musica' de San Agustín, que forma parte de sus diálogos filosóficos escritos durante el siglo IV. Se trata de un diálogo de inspiración neoplatónica que tuvo mucha repercusión en los compositores renacentistas. La música es concebida como una de las disciplinas liberales que conducen a la contemplación filosófica y, en último término, a la teología y a lo supremo. Ahora somos un grupo de mujeres que cantamos música de mujeres. Nuestro objetivo fundamental, desde que creamos el grupo hace diez años, ha sido rescatar obras de compositoras olvidadas de la historia. La formación actual la conformamos: Susana Almazán, Eva Sánchez, Susanna Vardanyan, Nuría Díez. Ahora, con el nuevo repertorio, se ha unido a nosotras Abigail H. Horro.

Fieles a su filosofía, interpretan en la actualidad dos repertorios dedicados exclusivamente a mujeres compositoras. Por una parte, 'O clarissima Mater; Conventos femeninos, Monjas Compositoras’“ y, por otro, Beguinas, monjas y trobairitz; la mística cortés”. ¿Cómo arman los conciertos?O clarissima Mater; Conventos femeninos, Monjas Compositoras’“  Beguinas, monjas y trobairitz; la mística cortés”.

El primero fue 'O Clarissima mater' . Con él grabamos, en 2016, el primer disco que estaba dedicado exclusivamente a monjas compositoras. Fue el origen de nuestra dedicación a repertorios de mujeres.

¿Cómo era la vida de estas mujeres en los conventos?

En la Edad Media, la única alternativa al matrimonio que tenía la mujer era tomar los hábitos y vivir en conventos. En estos espacios controlados por ellas mismas se podía llevar a cabo actividades artísticas e intelectuales, entre las que destacaba la música, muy presente en la vida del retiro religioso. Allí, la monja recibía educación como novicia en el canto. También interpretaba la liturgia a lo largo de la jornada de la vida conventual y, por último, llegaba a componer en ocasiones su propia música sacra. Al principio colocábamos alguna obra, pero tras investigar decidimos dedicarles todo un repertorio.

¿De dónde proviene 'O Clarissima Mater'?

De una obra de Hildegard von Bingen, la monja más famosa de la Edad Media. Estaba implicada en varias artes desde su monasterio de Rupertsberg en la Alemania del siglo XII. La altura intelectual de esta mística es mayestática. Compuso tres grandes libros visionarios: el Scivias, el Liber vite meritorum y el Liber divinorum operum. Además, escribió numerosas obras breves ­y tratados doctrinales­ y dos Physica que eran libros sobre ciencias naturales. También compuso un ciclo de canciones al que denominó Symphonia armonie celestium revelationum y el drama litúrgico Ordo Virtutum, obras con las que atender la liturgia de su comunidad.

Habla de estas monjas como unas adelantadas a su época.

Pues sí. En el convento de San Geminiano en Módena vivió Sulpitia Lodovica Cesis entre 1577 y 1619. Allí estuvo enclaustrada la mayor parte de su vida pero, sin embargo, compuso una colección de motetes. Chiara Margarita Cozzolan fue abadesa del convento de Santa Radegonda y, además de componer, defendió el derecho de las monjas a hacer música, algo que intentó frenar el arzobispo Alfonso Litta. Con todo, no quiero olvidar que quien abre el disco es Kassia de Constantinopla, una mujer nacida hacia el año 810 que, se cuenta, renunció a convertirse en esposa del emperador Teófilo para fundar en 843 un convento a las afueras de Constantinopla en el que ejerció de abadesa.

Veo que el canon se refuerza de vez en cuando con prohibiciones.

Lo intentan, pero es difícil. No se puede ocultar que hay monjas como Isabella Leonarda, religiosa de Santa Ursula de Novara, que ha compuesto más de doscientas obras. 

¿En qué países investiga?

Sobre todo, en Alemania. Este nuevo programa incluye música de beguinas: un movimiento que se sitúa en el norte de Europa. Para hacerlo he tenido la suerte de poder trabajar con María Jonás, cantante y profesora de la universidad de Colonia. Nos ha ayudado muchísimo en las pronunciaciones. No debemos olvidar que lo que hacemos es rescatar también idiomas antiguos. En este programa cantamos en picardo que es el francés del siglo XIII, pero también en neerlandés antiguo y en alemán medieval. Gracias a María, que tiene un grupo parecido al nuestro en Colonia, lo hemos logrado. Estamos muy agradecidas. Ha sido nuestra compañera y profesora. Vino al festival MOMUA (Festival Molina Música Antigua) que dirigí el año pasado y estuvo trabajando con nosotras varias jornadas. El trabajo ha sido exhaustivo.

¿Qué parte del repertorio que interpretan es inédito?

La música no es inédita. Pertenece a los principales códices medievales. Lo inédito es adaptar textos de escritoras místicas a estos códices.

Ahora que hablamos de adaptaciones literarias a la música de códices musicales europeos de los siglos XIII y XIV, ¿por qué ha seguido la clasificación mística, ‘trobairitz’ y beguinas en el programa que interpretan en la actualidad?

En este programa hay obras de monjas que fueron las madres de la mística como Hildegard von Bingen de la que ya te hablado, pero también tenemos a Herrada de Landsberg, Beatriz de NazarethGertrudris de Helfta Juliana de Norwich. Todas ellas son mujeres que tuvieron experiencias místicas. Por hacernos una idea en España, lo más parecido sería Santa Teresa. Luego tenemos a las 'trobairitz' que son las homólogas a los trovadores. Este término se utilizó por primera vez en el siglo XIII y su significado es 'componer'. Su música es secular occidental. Solo una veintena han sido recatadas del olvido frente a los más de cuatrocientos trovadores conocidos. Nosotras interpretamos textos de Tibor de Saremon y Beatriz de Día. Esta última fue la autora de la única partitura de una canción escrita por una mujer de su tiempo que haya llegado hasta nuestros días, aunque se sabe que los manuscritos con sus canciones y sus versos circularon por Francia y el norte de Italia.

Por último, tenemos a las beguinas o beatas:  mujeres libres, activas y caritativas que vivieron en el centro de Europa durante la Edad Media y fueron las primeras en escribir en su propia lengua, como Hadewijch de Amberes, Matilde de Magdeburgo o Margarita Porete, ajusticiada en la hoguera en 1310.

En el trascurso del concierto no solo ofrecen música. Usted, antes de acometer cada pieza, explica su procedencia y traduce las letras. ¿Hay una clara vocación pedagógica con respecto al público?

Sí, por supuesto. Este programa sin esa explicación claramente pedagógica no tendría lógica. La música es maravillosa, pero tenemos un proyecto más ambicioso. Queremos que el público las conozca y se extrañe de su olvido. Con esas breves presentaciones el público las sitúa en la época y se sorprende de la calidad de su trabajo.

¿Sobre qué versan las letras de los cantos? ¿Hay algún eje argumental común?

El amor. En las monjas es el amor místico a Dios. En las trobairitz es el amor cortés y en las beguinas aparece el amor en sus distintas facetas. Casi sería un compendio de los dos anteriores porque hay un amor místico, pero también está el amado/a. Estudiadas desde la lejanía del tiempo nos damos cuenta que eran unas mujeres extraordinarias, muy implicadas por el bienestar social con sus votos de pobreza y castidad, pero no de clausura. Su propuesta autónoma e independiente de la oligarquía religiosa fue entendida como un peligro por la ortodoxia católica. Fueron las primeras en traducir los textos sagrados a sus propias lenguas vernáculas. Se arriesgan e introducen nuevos discursos mucho antes de que aparezcan los protestantes. Se adelantaron a las tesis de Lutero casi tres siglos. Cuando empezaron a perseguirlas, primero se las quiso meter en órdenes de franciscanos, dominicos o agustinos para poder controlarlas. Luego, tras el IV Concilio de Letrán, se las encarceló y torturó llegando a ser quemadas por hechiceras. Fue un movimiento muy incómodo en su época.

La huella de las beguinas podemos seguirla todavía en algunas ciudades como Amsterdam, ciudad que conserva su bello beaterio. Aquí en España su autonomía causó repulsa. Puede constatarse en las obras El Conde Lucanor o El Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita cuando se refieren a las beatas. Dígame, ¿estamos hablando del primer gran movimiento feminista de Europa?

Efectivamente, en España el término ‘beata’ acaba siendo despectivo para el vulgo y todavía continúa. Con el lenguaje, cambiando el significado de su labor, las excluyes del ámbito intelectual y mira que ‘beata’ en latín significa persona feliz. En cuanto a la segunda parte de tu pregunta me atrevería a decir que sí. Las beguinas fueron mujeres pioneras, luchadoras y valientes. Vivían solas y eran cultas, algo inaudito en su época.

Usted que conoce tan bien el pasado musical, ¿puede aventurar lo que nos depara el futuro? ¿Cómo ve el porvenir de la música, ahora que sabemos por estudios recientes de la Fundación SGAE y Mujeres en la Música de España que el 43 % de los titulados en los conservatorios de música son mujeres?

Creo que hay cambios gracias al movimiento global feminista en todos los ámbitos. Quiero creer que va calando. Pero en el ambiente musical hay que virar los roles de las mujeres que dirigen. Hay intérpretes femeninas pero pocas dirigen. Tenemos que tomar situaciones de control y poder.

Usted misma es un claro ejemplo de buena gestión. Esta preparando una nueva edición del MOMUA (Festival Molina Música Antigua) para el próximo otoño y también dirige, junto a Lorenzo Citillas, el FEMAL (Festival de Música Antigua de Lorquí) que acaba de finalizar.  ¿Cómo ha sido este año?

Estoy contenta. Es nuestro quinto año en un pueblo muy pequeño pero el público ha respondido muy bien. La sede en la Iglesia de Santiago casi siempre se llena y es una satisfacción ver lo sorprendido que salen los asistentes. Este año han estado con nosotros Tañer Fantasía, Lux Fundació y también pudiste vernos a nosotras. Viste como el publico percibe que esta propuesta no es solo para entendidos exquisitos: la música es para todo el mundo.

La comisión de trabajo 'Música y Mujeres: estudios de género' de la SEdeM (Sociedad Española de Musicología) que usted preside ha convocado las primeras jornadas de investigación Mujeres en la música que tendrán lugar los próximos 24 y 25 de mayo de 2019 en el Conservatorio Superior de Música de Murcia ‘Manuel Masotti Littel’. ¿Qué van a estudiar?

El propósito de su creación es abordar cuestiones sobre la construcción del canon musical del que venimos hablando. Se presentarán ponencias sobre educación, didáctica, composición e interpretación musical femenina. Y también revisaremos las aportaciones historiográficas acerca de la historia de la música y las mujeres.

¿Se han presentado muchas ponencias?

Ha sido una sorpresa. Hemos recibido muchísimas y no solo de España. Han llegado de Colombia, Venezuela, Portugal… De hecho, como son unas jornadas de viernes tarde y sábado por la mañana, no vamos a poder atender todas las propuestas recibidas. La idea es publicarlas a través de SEdeM a la que pertenece la comisión. Aprovecho la ocasión para invitar a todo aquel que quiera presenciarlas a inscribirse. Es gratuito. Va ser un acontecimiento académico me atrevería a decir histórico: es la primera comisión de estas características de musicología y estudios de género que se hace en España. Ahora también estamos preparando un congreso para mediados de octubre.

¿Qué próximos conciertos tiene previstos?

Pues acabamos de estrenar en Pamplona y después pasamos por el Museo de Málaga. Ahora nos espera la ‘XX Semana de la música religiosa de Hellín’, el ‘XIII Ciclo de música antigua Ciudad de Tres Culturas de Córdoba’, el ‘II Ciclo de Majal Blanco y ‘Festival Tres Culturas de Murcia’.

9 abril. XX Semana de Música Religiosa de Hellín. (Albacete).

26 abril. XIII Ciclo de Música Antigua “Ciudad de Tres Culturas” (Córdoba).

22 mayo, Festival Tres Culturas 2019. (Murcia)

31 de mayo, II Ciclo Majal Blanco Sonidos (Murcia)

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