Ana Andújar: “El feminismo no es una moda”
- Ana Andújar (Lorca, 1984) transmite cercanía, sinceridad y jovialidad. Le sorprende que la llamen para estos menesteres. Pero lo cierto es que Dare To Be One of Us, Girl, se está convirtiendo, por méritos propios, en la web feminista con más tirón en la actualidad en Murcia.
Charlar con su directora es hacerlo con una de esas personas que más está haciendo por la Región de Murcia ‘underground’ en el aspecto cultural.
“Nosotras escribimos sobre música, literatura, arte y política hecha por mujeres. Nosotras reivindicamos el movimiento riot grrl, el DIY y el feminismo. Nosotras hablamos sólo de lo que nos gusta y siempre tenemos ganas de divertirnos. Nosotras prestamos mucha atención a lo que Murcia tiene que decir. A nosotras nos gustan las Chicas que Hacen Cosas”. Vuestra forma de presentaros es toda una declaración de intenciones. ¿Qué te llevó a crear esta web, Ana?
Pues todo comienza a nivel personal. Yo me siento como una periodista frustrada y me hubiese encantado ejercer el oficio. Terminé una carrera, pero no quería dejar de escribir. Aunque nunca haya tenido mucha maña con las redes sociales, es cierto que el blog me ofrecía una facilidad para escribir y publicar totalmente libre y gratis.
Me apetecía el hecho de esforzarme, de crear una web y tener así una continuidad a la hora de trabajar. A nivel musical, que es en lo que más estamos metidos por amigos que tenían y tienen grupos, los veíamos, así como a sus novias, que hacían fotos, exponían, y cuando las conocí pensé que yo también podía hacer algo similar. Entonces empecé a investigar y a indagar. Es lo bueno de Murcia: exploras y hay muy buenas iniciativas culturales. Por eso quise centrar la temática en ese aspecto.
Dare Girl es una web que tiene mucho de fanzine. ¿De qué forma te influyó esta cultura a la hora de crear la página? ¿Cuándo empiezas a convertirte en una certera y pasional defensora del empoderamiento de la mujer?
También fue a raíz de conocer al colectivo ‘Mujeres con Pajarita’. Fueron de las primeras en sentar las bases del boom que hay ahora. Para mí ellas eran como una aspiración y fue costoso recoger su influencia y adaptarla a lo que yo buscaba. Para muchas de nosotras se convirtieron en el espejo en que nos miramos actualmente. Respecto al tema del empoderamiento, fue a raíz de conocer a gente que estaba metida en estos temas y a raíz de leer publicaciones y libros.
Yo no era una defensora del feminismo con quince años porque no entendía la complejidad del movimiento y sus teorías. Para eso he tenido que crecer, madurar y, sobre todo moverme en tantas líneas distintas que la política no la he tratado en profundidad. He elegido una defensa cultural para la web, que se ha convertido en una defensa personal de la mujer y su papel. No ahondo en temas políticos e ideológicos porque pienso que hay muchas publicaciones que lo hacen mucho mejor.
Una visión la tuya muy de ‘El segundo sexo’ de Simone de Beauvoir, ¿verdad? La cultura como herramienta para la liberación de la mujer.
Sí. Siempre me he sentido muy identificada en ese aspecto, tanto por valores como por forma de ser. Quería, desde el primer momento, un enfoque tanto artístico como cultural. Un magazine de cultura, a grandes rasgos. Para el terreno político ya hay páginas webs muy buenas en ese terreno como ‘Pikara’ o ‘La Madeja’, como te decía en la pregunta anterior.
En la web habéis hablado de chicas murcianas que destacan en bastantes ámbitos de la cultura. ¿Cuáles son los criterios por los que os regís? ¿Talento? ¿Compromiso social? ¿Una conjunción de ambos?
Hay mucho donde elegir. ¿Cuál es el criterio? Puramente subjetivo. El compromiso social para mí no es importante. ¿Por qué lo digo? Porque muchas veces la propia obra ya tiene su propia reivindicación y compromiso social.
Si la persona tiene relevancia dentro de su comunidad como sucede con Belén Conesa, de La Postiza, o Mati, de Chiribiri, en cuyo estudio está realizando un excelente trabajo, ya hablamos de gente relevante, independientemente de su activismo político o social. En sus trabajos ya hay empoderamiento: concepto que tiene que ver tanto con el trabajo como con la independencia.
¿Cómo ha evolucionado Murcia para ti en el ámbito cultural en lo referido a la lucha por los derechos de la mujer? ¿El cambio ha sido muy importante respecto a épocas pasadas?
Siempre ha habido mujeres artistas que han sabido cómo moverse en sus respectivos campos, lo que pasa es que ahora darse a conocer es más fácil. Si cogemos los ejemplos de Lola López Mondéjar, en la literatura, y el de Mara Mira en el mundo del arte, pues puede que sean personas con las que a veces una no siempre esté de acuerdo con las cosas que hacen, pero han hecho mucho en sus respectivas profesiones.
No podemos obviar a todas aquellas mujeres que en décadas anteriores ya empezaron a sentar las bases de lo que a día de hoy es la cultura en Murcia. Pero lo mejor que ha podido pasar es que éste ya no tiene por qué ser elitista, sino que cada vez se abre más, y Dare Girl trabaja mucho con ese aspecto. Lo bueno de todo esto es que cuando la web no esté de moda, habrá otras chicas que mejoren nuestro trabajo. Eso me estimula.
A la hora de seleccionar y crear los contenidos, ¿cuál es el criterio que lleváis a cabo tanto tus compañeras como tú? ¿Trabajáis poniendo vuestros aportes en común o cada una trabaja de forma individual, Ana?
¡Anarquía absoluta! –ríe profundamente-. Quiero gente que interiorice lo que hacemos, nada más. Yo siempre quiero propuestas, sobre todo que se centren en el aspecto alternativo, como es el caso del festival ‘Trueno Rayo’ organizado por el colectivo ‘Hits With Tits’ en Sagunto.
A mí me encantan los eventos musicales organizados por mujeres por la sencilla razón de que no abundan. El tema musical en Murcia en lo que al sexo femenino respecta tiene que seguir creciendo. A diferencia del mundo del arte o de la literatura, la música en Murcia hecha por mujeres aún necesita un empujón.
¿Cómo valoras el cambio que ha experimentado la mujer desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad? El curso de la Historia ha sido fundamental. El hombre llega al siglo XXI pensando que casi todo estaba hecho y la mujer es consciente de las batallas que le quedan aún por librar, haciéndola mucho más clarividente con los problemas de nuestro tiempo. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Queda muchísimo por hacer; y la gente joven ha de ser consciente que el feminismo no es una moda, que era lo que sucedía años atrás e interiorice su importancia en la sociedad actual. La expansión de éste tiene una parte muy buena: la gente cada vez más se está interesando por el tema; por la otra –y esto lo he hablado con muchas amigas– que el capitalismo lo está asimilando para sus intereses, tal y como se ve en muchas campañas publicitarias. Y esto conviene relativizarlo.
Si, por ejemplo, H&M realiza una campaña publicitaria alentando a las chicas a no depilarse, puede conducir a que mujeres con una visión mucho más visceral del feminismo, piensen que H&M se ha subido al carro. La pregunta que debemos de hacernos es la siguiente: ¿y si el mensaje de H&M ahora mismo llega más que el de otras mujeres, qué vamos a hacer? ¡Nada! Es un tema que tiene tantas lecturas que considero que siempre hemos de estar preguntándonos qué hacer para seguir evolucionando. Es cierto lo que comentas que la mujer sabía que aún quedaban muchas batallas; y una de ellas, por ejemplo, es su papel en los medios de comunicación, puesto que siempre se la va a tratar de una forma distinta respecto de un hombre.
¿Piensas que a día de hoy parecen contar más las opiniones y manifestaciones de actrices y cantantes, que las de activistas que están llevando a cabo una labor importantísima sin tanta repercusión en los medios de comunicación? Me gustó mucho la defensa que hicisteis de activistas como Yoani Sánchez o Vandana Shiva. ¿Somos los medios de comunicación ‘verdugos’ del movimiento en vez de aliados?
Sí, por supuesto. Tiene que ver con el tipo de sociedad que hemos creado. Y aunque parezca contradictorio tampoco es el fin del mundo, sólo hay que adaptarse. Es necesario que haya gente que realice un activismo con pocos medios, así como mujeres que tengan la habilidad de llegar a medios mucho más ‘mainstream’. No tiene por qué sorprendernos: la gente que tenga voz la ha de emplear para hacer algo útil, independientemente de dónde venga.
Respecto a los medios de comunicación, como periodista no ejerciente, ¿qué te puedo decir? Es un tema que va más allá del feminismo. El tema económico siempre conseguirá sesgar el contenido de éstos y lo tratarán conforme a sus intereses. Y si no hay mucho dinero de por medio, pues se necesita gente dentro de las redacciones que entienda de lo que habla. Poco a poco se está logrando. Aun así, el proceso está siendo lento.
¿Cuál es tu opinión sobre la expansión del feminismo en las redes sociales? ¿Echas de menos el estilo directo, revolucionario y visceral de las riot grrls? ¿Son las FEMEN y las Pussy Riot el futuro, para ti, o apuestas más por el papel que puede desempeñar la sociedad civil en Internet?
Nosotras no somos –o al menos yo me considero así de las más rebeldes–, y mucha gente piensa que por el hecho de pasarlo todo por el filtro del arte, pues no nos mojamos. Eso no es cierto. Muchos de los eventos de los que nos hacemos eco van por un lado underground o pretenden combatir desigualdades o reivindicar el papel de la mujer en la sociedad y en la cultura.
En España el feminismo ha de afianzarse. Y un aspecto que me llama mucho la atención es la expansión de éste en América Latina, sobre todo en México, ocasionada por la violencia contra la mujer. Hay una reivindicación de ésta que yo la veo necesaria en según qué contextos, como sucede en ese país. Yo apoyo que allí sean más contundentes. Cada una ha de actuar según como sea la sociedad en que se encuentre. Y de esos miedos salen muchas veces las visiones más radicales; pero esto no lo entienden muchos hombres; y es normal, puesto que no lo han vivido.
Respecto al tema de la lucha feminista, de si es más necesario el papel de Internet o de las Pussy Riot o las FEMEN, son dos visiones que pueden y deben convivir porque se retroalimentan continuamente. La universidad catalizaba estas visiones antes, pero a día de hoy, pero ya no ofrece nada a nivel político y educativo. Es mi opinión, claro. Antes era el germen de la lucha y ahora ofrece menos de lo que le corresponde. Por eso muchos nos acogemos a los libros y, sobre todo a Internet: de ese contacto y de esa globalización permanente van saliendo las mejores ideas, tanto a nivel político como a nivel artístico. Se pueden usar las dos cosas para seguir avanzando en la lucha por la igualdad de derechos y seguirá teniendo un papel cada vez más importante.