Compromiso y algo más
Compromiso y algo más El UCAM Murcia logra enlazar tres victorias seguidas y vuelve a cotizar al alza después de vencer al Juventus Utena en Lituania (83-93) La temporada del UCAM Murcia sigue su curso, y tras la pequeña parada de las ventanas FIBA, coge velocidad y apunta hacia arriba. Por fortuna, ya sabemos lo que es disputar competición europea: con dos partidos por semana, las semanas pasan como meses. No hay tiempo que perder en lamentos ni tampoco en festejos, las rachas malas dan paso a las buenas y el estado de forma del equipo está permanentemente monitorizado, porque su progreso o su retroceso se produce bajo los focos y ante las cámaras de televisión.
Por ese motivo, hace poco y en plena racha negativa, Ibón Navarro ya se vio obligado a decir aquello de: “Ni éramos tan buenos antes, ni somos tan malos ahora”. Dejando al margen lo buenos o lo malos que sean estos jugadores, cosa que no creo que haya estado nunca en cuestión, hay un hecho que difícilmente se puede discutir, y es que la plantilla está desequilibrada: está desequilibrada porque la gestión de los cupos obliga a hacer descartes en la BCL, y por lo tanto, a sobrecargar de minutos a algunos jugadores mientras otros se quedan en casa; está desequilibrada porque el ala-pívot titular se lesionó de gravedad en pretemporada, el que le acompañaba en su puesto el año pasado no fue renovado y el que debía sustituirlo no ha alcanzado el nivel exigido; y está desequilibrada porque a la hipotética referencia anotadora en la pintura se le fichó con una lesión de gravedad y no se sabe cuándo podrá volver a la pista. Por todos estos motivos, tanto la dirección deportiva como el propietario deberían reflexionar.
Sin embargo, a pesar de todo lo dicho, el equipo ha logrado rendir con éxito y al límite de sus posibilidades; firma en Liga Endesa un meritorio balance de 5-5 y sigue vivo en la Basketball Champions Leage. ¿Merece este equipo un aplauso? En mi opinión, después de ganar en Lituania con autoridad, más que un aplauso, lo que merece este equipo es una ovación. Ibón Navarro y su cuerpo técnico han logrado obtener la máxima predisposición, profesionalidad y compromiso de un grupo de jugadores completamente entregados a la tarea. Y como en Murcia tenemos memoria, creo que debemos reconocerlo. Aquí y ahora no podrían darse algunos casos lamentables que hemos vivido, algunas actitudes y algunos actos que han quedado gravados a fuego como los peores de la historia del club: por ejemplo, aquel base que dejó plantado al CB Murcia antes del partido decisivo de la temporada, cuando el descenso se jugaba a una carta. Y sabemos que no, que eso sería impensable hoy, que este grupo de jugadores está mucho más cerca de aquellos otros que sí que fueron a vaciarse en Zaragoza y lograron el triunfo, o de aquellos que, con Ebeling a la cabeza, se jugaron su prestigio y su sueldo a que lograrían salvar al CB Murcia del descenso. Ése es el espíritu combativo de este club. Esa es su bandera desde que nació en 1985.
De este modo, y teniendo ya dibujados los dos elementos que, en mi opinión, son poco cuestionables -por un lado, el desequilibro de la plantilla, cosa que compete a la dirección deportiva y al propietario, y por otro, el máximo compromiso de este grupo de jugadores, cosa que hay que agradecer a los propios jugadores y al cuerpo técnico-, cabe preguntarse qué es lo que ha pasado para que el UCAM Murcia haya logrado enlazar los tres partidos más completos de lo que va de temporada, frente a Bilbao, Estudiantes y Juventus Utena. Y aquí, las sensaciones se ven refrendadas por los números: hasta el partido que se perdió contra Burgos, sumando los datos de ACB y BCL, el equipo venía anotando de media poco más de 77 puntos y encajando algo más de 80. Sin embargo, en los tres últimos ha anotado 88 puntos de media, mientras que ha recibido 77. La diferencia es bastante significativa. Si hasta ahora, y salvo la abultada derrota en Alemania, el CB Murcia saldaba sus partidos con muy pocos puntos de diferencia tanto a favor como en contra, en estos últimos tres encuentros ha ganado por una media de 11 puntos (+11, +12 y +10). Un mejor porcentaje de tiros de campo junto con la reducción de lanzamientos triples, pueden estar detrás de este buen cambio de tendencia -como curiosidad, hay que decir que en estas tres últimas victorias el CB Murcia ha tirado idéntico número de triples: 23 en cada partido-, porque en lo demás se mantienen sus números habituales.
Sin embargo, hay varios nombres propios que debemos resaltar: en primer lugar, los de Clevin Hannah, Brad Oleson y Ovie Soko, que han dado varios pasos adelante en anotación, pero también en otras facetas de juego que tienen mucho que ver con la correcta toma de decisiones en diferentes momentos del partido. Los tres han bordado la perfección en los tres últimos partidos. Después, y con un ‘aparte’, hay que resaltar en nombre de Sadiel Rojas, que es el auténtico motor espiritual del equipo, el electroshock que no ha faltado cuando el CB Murcia ha entrado en parada cardiorrespiratoria y ha necesitado una sacudida para recuperar el pulso, como hizo de idéntica forma contra Bilbao y contra Estudiantes. Y eso por no hablar de su acierto anotador y de su colosal aportación en la faceta reboteadora. Los siguientes nombres a resaltar son los de Marcos Delía y Vítor Benite, dos jugadores esenciales en todas las victorias que se habían conseguido antes (son el cuarto y el tercer jugador con mayor valoración del equipo, respectivamente), pero también en las tres últimas: ambos están siempre disponibles en ataque y en defensa, aunque los números a veces no lo reflejen. Y, por último, Kloof y Tumba, que en estos tres triunfos han desempeñado una función más gris, pero cuya potencia e intimidación defensiva también han resultado importantes en algunas fases del juego, y Lukovic, que en Lituania igualó su tope anotador del año. Cabe añadir sobre el ala-pívot serbio que su presencia en la pista se ha visto reducida de forma evidente en los últimos choques: además de repetir como descarte en la BCL, en ACB ha pasado de jugar 22 minutos por partido hasta la derrota contra Obradoiro, a poco más de 8 minutos de media en los tres siguientes -Burgos, Bilbao y Estudiantes-.
Quizá sea el camino para que se libere de la presión y ayude al equipo. En el ínterin, la vuelta de Álex Urtasun y el buen papel de Alberto Martín son elementos a tener muy en cuenta, por los minutos de calidad que ya han aportado y por los que todavía les quedan por aportar. En el caso particular del base madrileño, creo que está logrando despejar las dudas que pudo haber sobre él. Se merece el crédito. Ahora el UCAM Murcia se queda en ACB con el referido balance de 5-5, en décima posición, empatado con Tenerife y Málaga que son 9º y 8º clasificado respectivamente. Además, el equipo murciano tiene balance positivo de puntos a favor y en contra (799-790). En cuanto a la BCL, cierra la primera vuelta en la 4ª posición de su grupo, la última que daría acceso a la segunda fase, con un 3-4. La semana que viene visitará Israel para medirse al Hapoel Holon, equipo al que ya derrotó en Murcia.
Y lo que está por venir ahora en ACB es una difícil visita al Real Madrid, al que el CB Murcia nunca ha logrado derrotar en su cancha. Ambos equipos disputarán el domingo su partido oficial número 43: en total han jugado 36 partidos en liga regular, 3 en playoffs por el título y otros 3 en Copa del Rey, con el resultado global de 38 victorias merengues y 4 rojiblancas. Dos veces se ha quedado el equipo murciano a un solo punto de ganar en Madrid: en la ida de octavos de final de la Copa del Rey de 1992, por 79-78, y en la liga regular de la ACB 2011/12, por 80-79; otra vez se quedó a cuatro puntos: en el primer partido del playoff de cuartos de final por el título de liga, temporada 2015/16, por 107-103; y otra se quedó a sólo cinco puntos en liga regular, por 80-75, en 1996. Además, hay que recordar que se trata de la cancha en la que el CB Murcia debutó en ACB, allá por septiembre de 1990. El domingo habrá que ver si afecta en algo el cansancio al Real Madrid, cuya plantilla, muy larga y muy cara, ha sufrido varias lesiones e incorporaciones, y que tendrá que jugar el viernes en la cancha del Olympiakos en Euroliga. Casi sin tiempo para recuperarse, los blancos se enfrentarán a un CB Murcia que habrá descansado un poco más, y cuyas buenas sensaciones de los últimos partidos tendrán que verse confirmadas con su mejor versión en el juego colectivo. No se debe renunciar a nada.