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Joaquín Lisón muestra '¿Dónde está mi acequia? Anatomía forense de una ciudad' el 4 y 5 de abril en la Filmoteca Regional

Fotograma del documental '¿Dónde está mi acequia? Anatomía forense de una ciudad' de Joaquín Lisón

elDiariomurcia

27 de marzo de 2024 20:05 h

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El director de cine murciano Joaquín Lisón presenta el 4 -a las 18.45h- y 5 de abril -a las 21.15h- en la Filmoteca Regional su último documental '¿Dónde está mi acequia? Anatomía forense de una ciudad' que cuenta con la música de Crudo Pimento.

Es la cuarta película de Lisón en homenaje al río Segura a su paso por la Vega de la Huerta de Murcia y su metrópolis y forma parte del proyecto 'La Memoria de un Río, de Pontones a Guardamar. Cine, paisaje e identidad'. En ella, el cineasta se pregunta sobre la convivencia a lo largo de la historia de la ciudad de Murcia entre su área metropolitana y su área periurbana dominada por la huerta tradicional y su red hidráulica de riego.

Ya en el siglo XXI se ha tensado “el debate y la relación entre las dos cabezas que componen la gran ciudad del sudeste español: la Murcia metropolitana, en pleno desarrollo expansivo desde hace varias décadas, y la Murcia huertana, puesta al servicio de la primera desde que Abderramán II, en el siglo IX, mandara derivar las aguas del río Segura a través de una red de acequias y construir la nueva urbe en el centro del valle”, según Lisón.

“Las recientes crisis económicas y una legislación proteccionista ha frenado la apropiación de parte del espacio de la huerta tradicional y ha generado una oportunidad para proteger este ecosistema y revalorizarlo como patrimonio medioambiental, socio-económico, histórico y cultural milenario, identidad de su pueblo y convertirlo en baluarte ante las amenazas medioambientales del cambio climático”, considera el director de cine murciano.

De esta modo, la película lanza sus preguntas “al necesario re-equilibrio medioambiental que el futuro exige entre el mundo rural y el mundo urbano ejemplificado en la ciudad de Murcia, una ciudad mitad urbana mitad rural”.

Como tantas ciudades españolas, Murcia vive “desde hace varias décadas una profunda transformación de su paisaje. Los nuevos planes generales de ordenación urbanística (PGOU) han hecho aumentar el número de avenidas, edificios para viviendas, edificios públicos, parques, jardines”, entre otros, apunta el director murciano.

Paralelamente, la población aumenta, las actividades industriales crecen y el sector terciario se asienta en el área metropolitana de Murcia. Sin embargo, “entrados casi dos décadas en el siglo XXI, se observa, a consecuencia de dicho desarrollo, cómo disminuye el espacio periurbano rural constituido por la huerta tradicional murciana, un territorio y paisaje agrícola minifundista con una red de riego milenario. Un ecosistema de gran valor ecológico logrado con el trabajo de muchas generaciones desde el origen de la urbe en el siglo IX”, apunta Lisón.

La huerta tradicional está cambiando “a pasos agigantados” sus usos tradicionales, impulsada por el irrefrenable desarrollo de la ciudad de Murcia y los demás núcleos urbanos, y por la expansión de las actividades industriales y terciarias. Finalmente se hace cada vez más patente “la inapropiada estructura de la explotación, caracterizada por la excesiva parcelación, el envejecimiento acelerado de los agricultores y ciertas prácticas de cultivos, técnica y económicamente insostenibles, al convertirse la actividad agraria en una actividad secundaria. Todo ello está llevando a un cambio sustancial del valor del suelo en las áreas periurbanas creándose los eriales sociales”.

Ante este mapa de circunstancias encontradas, la película se formula una gran pregunta y quiere indagar las perspectivas de futuro que tienen todos los actores y protagonistas que conforman la actual encrucijada:

Murcia se sitúa ante un atisbo “de esperanza” para la conservación de su ecosistema agrario tradicional y su red de canales de agua entendidos como un gran cinturón verde. Lisón ve necesario “un giro hacia la protección y reactivación de estos valores ecológicos, paisajísticos, socio-económicos, culturales e identitarios que contiene la huerta de Murcia. En definitiva, Murcia, mitad rural mitad urbana, puede girar hacia un desarrollo ambiental, económico y urbano sostenible”.

La ciudad como un yacimiento arqueológico gigante

A lo largo de los últimos años, la ciudad de Murcia se ha convertido en un gigante yacimiento arqueológico de la baja edad media. Con precisión científica se están aportando algunos aspectos históricos fundamentales de la ciudad de Murcia a la hora de entender mejor su concepción fundacional como hábitat y soporte de subsistencia para su numerosa población a través de un eje primordial: el aprovechamiento del agua del río Segura, y a consecuencia, la creación de una gigantesca red hidráulica de acequias fomentando una revolución agrícola, la huerta, capaz de abastecer a los habitantes de dicha ciudad.

En esta temática, que pretende ser complementaria a la temática principal anteriormente expuesta, la película hace una indagación “a través de los últimos descubrimientos arqueológicos en la ciudad para aportar una visión histórica sobre la construcción de la enorme red de riego de la Huerta de Murcia y de los primeros antepasados huertanos de la baja edad media. Para ello la película se acerca a los yacimientos y a sus arqueólogos convirtiendo la arqueología en la metáfora de los murciano que desean apelar a sus raíces, su identidad y razón de ser como comunidad”.

Conchi Meseguer, personaje principal

Otro factor narrativo es el uso de un personaje real, Concepción Meseguer, directora de producción de la película e hija de un agricultor de La Arboleja de 94 años, Patricio Meseguer, fallecido durante el rodaje. Concepción busca recuperar la máxima información posible acerca de su padre, su vida como agricultor y lo que representa, es decir, todos los huertanos y huertanas que han habitado la Vega de la Huerta de Murcia desde tiempos remotos.

Para ello, Concepción repasa la vida de su padre a través de paseos, visitas, preguntas e indagaciones a través de la fotografía histórica y el video doméstico.

'La Memoria de un Río, de Pontones a Guardamar. Cine, paisaje e identidad' es un proyecto cinematográfico, participativo, divulgativo y educativo compuesto de cuatro películas largometrajes a lo largo del trayecto que realiza el río Segura desde Pontones hasta Guardamar sobre el patrimonio natural, cultural y social de la Cuenca del Segura.

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