“Lo mío siempre ha sido el humor”

Me imagino el conflicto que le creaba a Dani que en la facultad, todos le pidiéramos caricaturas nuestras. No por el hecho de dar de lado su formación académica en cuerpo presente y fingir coger apuntes de Lingüística Aplicada mientras retrataba colegas en trozos de libreta, sino por saber que, tras la divertida petición, vendría una bofetada de realidad. Pero Dani no se amedrentaba. Todavía la tengo: mandíbula sobresaliente, ojos grandes y caídos, nariz de longaniza curvada por el golpe que me di de pequeña jugando con mi perra, dientes de pollino y flequillo de ratón abertzale.  Más fiel que una fotografía, y lo más curioso es que aún hoy, esa soy totalmente yo. Cuando Dani te entregaba tu trocito de verdad con una enorme sonrisa, sin ningún ánimo ofensivo, pero con la inocencia de creer que esa manera de ver la vida era la más normal del mundo, ya se podía oler que, deseándole un dolor de muelas o no, este tipo se haría un hueco en la profesión. Era bueno, y el tiempo lo ha demostrado.

Dani Gove (Murcia, 1983) ha vivido en Orihuela y estudiado Filología Inglesa en Murcia. Ahora, como peso pesado del cómic, trabaja en Madrid sobre todo para la revista El Jueves. Has podido ver las viñetas de Gove en multitud de medios y publicaciones, pero también comparte su pasión por los juegos de mesa como articulista en “Ludorama”, acaba de lanzar la tienda online mindangos.com y tiene un pasado más claro que oscuro en televisión, radio (el podcast de El Microondas fue un pionero en el género “tontuno” local) y hasta en la escena musical underground de los que no sabíamos etiquetar a Grillo Mental. Al final, el objetivo es echarle humor a todo, ¿cómo no iba a funcionar?

Sus cómics son el cómputo perfecto de actualidad satírica y tradición de tebeo. Aglutinar un chiste gráfico en una sola viñeta es tan hilarante como difícil, y Gove lo hace con la maestría colorista de quien domina perfectamente el tiempo (humorístico) que vivimos. Este próximo 5 junio se publica “Y llegó el Salvador” (Dibbuks 2017), su primer libro en solitario que promete presentarnos nuevos clásicos como ya los son su no-Snoopy derretido, su J_Christ “aquí, sufriendo” y esas conversaciones de chavales regordetes tan coherentes como desternillantes, munición de verdad en formato misil norcoreano (“amado líder” al que Gove también tuvo la oportunidad de ilustrar en El libro rojo de Norcoreano, el álbum del tuitero  Kim Jong-un). En esta entrevista hablamos de proyectos, creación, y – uf, sí- los límites del humor.

En una entrevista, una ilustradora dijo que no entendía por qué le preguntaban siempre que cuándo empezó a dibujar, que la pregunta era cuando “los demás” dejamos de hacerlo. ¿Para ti también es algo tan natural? ¿Llegó primero la ilustración y luego el cómic o siempre tuviste claro que lo tuyo eran las viñetas?

Es exactamente así. Yo nunca he dejado de dibujar, es algo que desde pequeños hacemos todos. Hasta que llega la vida y te dice que no dibujas bien, te lo terminas creyendo y no vuelves a arrimarte a un lápiz.

Lo mío siempre ha sido el humor. El dibujo era un medio más mediante el cual podía caricaturizar a mis compañeros del cole o crear historietas con los profesores. El objetivo era hacer reír a otros, y los márgenes de los libros eran un buen lugar por donde empezar.

¿Quiénes han sido entonces tus referentes artísticos, o los artistas que admiras a día de hoy?

Es difícil decir qué o quienes te influyen, porque todo y todos forman parte de lo que plasmas en una viñeta. Como humoristas gráficos soy muy de Gary Larson, Nicholas Gurewitch, Quino o Monteys. Ah, y de Ibáñez (dicen que te multan si no lo mencionas en una entrevista de dibujantes, ¿es cierto?)

¿Cuál es el proceso de creación de un cómic de humor? ¿Hay un proceso de trabajo detrás o la “gracia” se tiene o no se tiene?

Es fundamental desactivar ese filtro que todos tenemos en la cabeza y que no nos permite imaginar más allá. Ese es el filtro con el que, como comentábamos al principio, dejamos de ser niños. Estar relajado es importante, no juzgar tus pensamientos, y anotarlo todo. Después todo es un juego con las imágenes y las palabras.

Colaboras en varios medios, uno de ellos El Jueves. ¿Crees que sigue siendo necesaria una publicación satírica en nuestro país? ¿Qué te aporta trabajar en un medio de estas características?

Sigue siendo muy necesaria, principalmente porque tengo que seguir pagando facturas. Trabajar en El Jueves es un regalo de los dioses. Somos una gran familia y sigo aprendiendo mucho de mis compañeros. En ningún sitio me siento tan libre para crear y hacer sátira.

No sólo has podido expresar tu humor en viñetas, también os lanzasteis a la aventura en el podcast con “El Microondas”. ¿Qué temas tratabais y con qué objetivo? ¿Qué aporta este formato que en plena era de la imagen despierta tantas pasiones? ¿Volverá El Microondas?

Youtube le ha venido de puta madre al podcast. En El Microondas, aunque tratábamos curiosidades en general, lo importante era juntarnos y pasarlo bien. Esa creo que es la esencia del podcast. La gente cada vez sabe apreciar más lo natural y espontáneo, y en la tele o la radio convencional es difícil encontrar esto.

¿Si volverá El Microondas? Tenemos un grupo de whatsapp los 4 (Perdi, Santi, Ike y servidor) y no paramos de poner emojiis de animalitos, así que sí.

El 5 de junio llega tu primer álbum con Dibbuks. ¿Cómo llega el momento de lanzarse a editar un libro en solitario? ¿Qué vamos a encontrar en “Y llegó el salvador”?

“Y llegó el Salvador” es una selección de viñetas de mi serie semanal “Ciencia Micción”, donde cada página es una pequeña pildorita de humor. De todo lo que he dibujado hasta ahora es lo que más ilusión me hace lanzar. Además, con una editorial como Dibbuks. Algo me dice que puede ser el mejor cómic de año. A nivel mundial, me refiero.

Hablemos del humor, así en mayúsculas. ¿Cómo es su estado de salud en la España actual? No sólo en el humor gráfico, sino en el medio audiovisual.

Si vives en internet como es mi caso, estás consumiendo humor a cada segundo. Te encuentras de todo, obviamente, pero sobre todo ves cómo avanza y evoluciona a una velocidad de vértigo. Antes podíamos estar 15 años seguidos riéndonos con el mismo chiste del cómico televisivo de turno. Eso ya se acabó.

Toca ponerse serios. ¿Dónde crees que está el problema del conflicto con “los límites del humor”? ¿Crees que todo vale por la libertad de expresión o en el humor también hay líneas que no deben cruzarse?

Ya me estaba mosqueando al ver que no llegaba esta pregunta. Creo que nadie debería decirte de qué y de qué no puedes reírte. Nadie es dueño de tu sentido del humor. Pero, claro… ¡esto es España!

Supongo que hasta dentro del humor hay “tendencias”, como pienso que vive actualmente el humor más “castizo”: expresiones chanantes, orgullo de pueblo… ¿Te gusta este fervor por el humor “zanguango”? Y ya en serio, ¿qué pasa con Murcia? ¿Qué crees que hace que despertemos esa pasión en el chiste?

Ese humor siempre existirá y me parece perfecto. Que pongamos una etiqueta a cada tipo de humor es lo de menos, lo único importante es si nos hace reír o no. Murcia es todo un recurso ahora mismo, sí, pero los murcianos saben tomárselo de puta madre. Y oye, si tú eres el primero que se ríe de sí mismo, nadie se ríe de ti.

Has vivido entre Orihuela y Murcia, pero ahora trabajas en Madrid. ¿Crees que es tan difícil para un artista gráfico abrirse camino desde las provincias, como antaño, y hay que probar suerte desde la capital?

En mi caso da lo mismo. No por estar en Madrid me ha salido más trabajo. Al final quien contacta contigo se entera por internet principalmente, y llegas a trabajar con mucha gente a la que nunca le has visto la cara. Es lo mejor de mi curro, mientras tengas internet puedes estar donde quieras, ¿no es casi como ser un superhéroe?

Ilustración y humor: ¿sois un gremio reconocido dentro de vuestra disciplina?

No, aunque quiero creer que al menos sí se nos reconoce por el estilo. La mayoría no me ha visto en la vida, pero si ven un dibujo mío muchos me han llegado a decir “Anda, ¿tú eres el que hizo esto?”

Hablemos de futuro. ¿Qué próximos proyectos tienes en la recámara? ¿Algún personaje al que rendirle tributo o artista con el que colaborar?

Sigo dibujando y colaborando con amigos en cosas nuevas. Me haría mucha ilusión sacar “Y llegó el Salvador” fuera de España, firmar ejemplares en Central Park y tomarme después unas cañas con Bill Murray. Todo llegará.