Vaquillas, 'chiquiencierros' y Gran Prix: las fiestas del municipio murciano de Las Torres de Cotillas con PP y Vox en el ayuntamiento
Con la coalición de las derechas, vuelven los toros. Tras tres años sin festejos taurinos, el municipio murciano de Las Torres de Cotillas, gobernado por el Partido Popular y Vox, retoman la suelta de vaquillas y el Gran Prix. Como novedad implementarán los 'chiquiencierros', que el consistorio define como una simulación para niños de Los Sanfermines: “Un pasacalles con divertidos toros hinchables hasta la plaza de toros portátil, todos ataviados con el típico pañuelo”. Para el portavoz de Cambiar Las Torres, Ginés Fernández, esta fiesta infantil es “un acto de adoctrinamiento de chavalines de un festejo que es cruel y que causa sufrimiento a los animales”.
El año 2019 fue el último en el que hubo un encierro en la localidad, durante la legislatura del Partido Socialista en el municipio se suprimieron las fiestas taurinas y las sustituyeron por conciertos benéficos: “En los últimos años no celebramos ningún evento taurino, porque no estamos de acuerdo con el maltrato animal”, explica el anterior alcalde de Las Torres, el socialista Francisco Jesús López. “Es algo que queda un poco alejado de nuestro tiempo y que a veces se quiere enmascarar como una supuesta tradición”, abunda. El antiguo edil subraya que Las Torres de Cotillas “carecen de tradición torera”: “Estos no son los encierros de Blanca, no estamos en Moratalla ni en Calasparra. Se trata de imposición ideológica”.
Desde el ayuntamiento promoverán el Gran Prix a la antigua, un espectáculo que emula El Grand Prix emitido por TVE hace décadas y restablecido por la cadena pública. La nueva versión del programa emitida en Televisión Española sí que prescinde de la fase que enfrentaba a los concursantes a las vaquillas, sustituyéndolas por una persona disfrazada de toro para evitar situaciones de maltrato animal: “[En TVE] han tenido algo más de de conocimiento”, destaca el excalcalde socialista.
El nuevo alcalde, Pedro José Noguera, defiende que “las sueltas de vaquillas son espectáculos de gran tradición y arraigo” y que se remontan a “hace décadas”. Según el edil popular, “nunca han salido lesionados animales ni personas, y la vuelta [del espectáculo taurino] estaba siendo muy demandada por un gran porcentaje de la población desde que dejaron de celebrarse en 2020” y que se deben a “lo que decide la mayoría del pueblo, no a una ruidosa minoría”. Asegura que los festejos cumplen “a rajatabla” con la legalidad en todo momento y que la recaudación se destinará a asociaciones del municipio que trabajan con los más necesitados.
Como gancho para la vuelta de los toros el ayuntamiento de Las Torres presume de su recaudación solidaria, a lo que López recuerda que la recaudación a causas sociales “no está contrapuesta” a las fiestas libres de vaquillas: “El año pasado, por ejemplo, organizamos un concierto de Antonio José y el 50% iba destinado a las asociaciones de índole social de nuestro municipio”.
“Vamos a estudiar detenidamente la ley por si se desprendiese algún tipo de acción ilegal”, adelanta Fernández, que teme que durante las fiestas taurinas se vulnere la Ley de Bienestar Animal. Sin embargo la norma, aprobada el pasado 28 de marzo de este año, deja fuera a “los animales utilizados en los espectáculos taurinos previstos en los artículos 2 y 10 de la Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos”.
Un torero como concejal
Las elecciones municipales de este año devolvieron el control de la localidad al Partido Popular, que hasta la victoria socialista de 2019 llevaba 15 años gobernando en Las Torres de Cotillas de forma ininterrumpida. Como novedad, tuvieron que formar gobierno con Vox, que gestiona un total de cuatro concejalías en el municipio, entre las que se encuentra la de Festejos. Pese a que el PSOE mejoró sus resultados con respecto a las elecciones de 2019, pasando de nueve a diez escaños, los populares obtuvieron un total de siete y emplearon los cuatro que obtuvo el partido de Abascal para alcanzar la mayoría, de 11 asientos en el consistorio. Para López , la vuelta de las toros “forma parte de la agenda de Vox, tenemos un matador de toros en la Corporación como concejal”, denuncia. El responsable de la cartera de Familia -antiguamente denominada Concejalía de Igualdad- Emilio Serna, es un torero perteneciente al partido de extrema derecha. No es el primer matador de Vox que acaba en el gobierno: en Valencia se encuentra Vicente Barrera ocupando los cargos de vicepresidente primero de la Comunitat y de Conseller de Cultura.
También en Castilla La Mancha saltó la polémica hace unos pocos días por el apoyo de la Diputación Provincial de Ciudad Real a la creación de una escuela de carácter taurino, cuestionada por la Fundación Franz Weber, quienes criticaban “un proyecto donde chavales podrían maltratar animales y exponerse a riesgos para perpetuar una actividad que recibe un importante rechazo de la ciudadanía”. Y la cosa no acaba aquí: Valladolid se ha propuesto, dicho por el consejero de Cultura de la Junta, de Vox, que la ciudad recupere “la capitalidad del mundo del toro”. Para ello, está previsto que la ciudad destine una parte del presupuesto municipal a los toros -al menos para fiestas patronales- y no se descarta reabrir el Museo del Toro.
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