La Fiscalía pide la absolución para un policía acusado de dejar tuerto a un manifestante de un pelotazo
Nuevo episodio de lesiones graves causadas por el material antidisturbios de las fuerzas de seguridad. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra juzga el jueves y el viernes de esta semana a un Policía Nacional que habría dejado tuerto a A.M.Z.B. de un pelotazo en el transcurso una carga antidisturbios ocurrida en paseo Sarasate de Pamplona durante la huelga general del 26 de septiembre de 2012, convocada por los sindicatos nacionalistas ELA, LAB y ESK, así como otras centrales minoritarias, en contra de los recortes entonces aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy. La Fiscalía pide el la absolución, mientras que la acusación solicita cinco años de prisión al agente de Policía Nacional, que habría disparado la pelota de goma “a escasos siete metros” del denunciante.
A.M.Z. sufrió un traumatismo en el ojo derecho con fractura orbitaria, edema corneal, hemovítreo, efusión uveal, iridoliasis y desprendimiento de retina. Las lesiones le han provocado ceguera permanente en el ojo derecho.
En su declaracion durante la jornada de hoy, la víctima ha reconocido que no puede identificar al agente autor del disparo de la pelota de goma, ya que los policías estaban equipados con material antidisturbios e iban encapuchados y con casco. Pese a que el informe forense considera las lesiones “compatibles” con el impacto de una pelota de goma disparada por una escopeta antidisturbios, los tribunales han archivado la causa ya en tres ocasiones por falta de autor conocido.
Otros testigos comparecientes a petición del denunciante, uno de los cuales aportó vídeos de la carga policial, tampoco han podido identificar al agente autor del disparo.
La Fiscalía argumenta que la distancia a la que habría disparado el Policía era de entre 15,1 y 14,7 metros y no de menos de 7 si se hace caso del relato del denunciante, según demostró la reconstrucción de los hechos, en la que también desmienten la ubicación y la declarada actitud pacífica de la víctima, que se encontraba junto con otras personas ejerciendo “una absoluta beligerancia tanto verbal como física, con constantes lanzamientos de objetos contundentes y botellas” contra los agentes. Asimismo, la Fiscalía duda de que el denunciante se encontrara en el lugar declarado, y lo sitúa a unos 48 metros de los agentes, superior “a la distancia mínima para el uso de la escopeta con pelotas de goma, es decir 30 metros”.
La Fiscalía recuerda además que durante la jornada se produjeron “graves alteraciones del orden público en el paseo Sarasate y calles adyacentes”, que justificaron el uso de material antidisturbios para tratar de contener los episodios de “violencia callejera”, que protagonizaron alrededor de 250 personas no solo contra la Policía Nacional, sino también contra la Policía Foral.
Por todo ello, y porque considera demostrado que durante los hechos un grupo de personas arrojó botellas desde un contenedor volcado a la altura de la iglesia de San Nicolás, la Fiscalía tilda el uso del material antidisturbios de “necesario, proporcionado y legal”, y niega que agente alguno hiciera mal uso de las pelotas de goma.
Tampoco considera probado que fuera el agente acusado el autor de las lesiones, ya que las fotografías existentes solo muestran “agentes encapuchados, con casco, de espaldas, y no se aprecia la cara de ninguno de ellos”.
Para terminar su argumentación, la Fiscalía solicita que en caso de acreditarse la autoría y culpabilidad del agente -que reconoce haber disparado al menos una pelota de goma durante la jornada, si bien su declaración en la vista oral se dará el viernes- “su actuación quede eximida por la concurrencia de la circunstancia eximente de actuar en el ejercicio legítimo de un deber”. El Ministerio Público considera los hechos producto de “un desgraciado y casual accidente”.
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