“Quizá hay que canalizar la solidaridad con las personas refugiadas a proveerlas de comida y mantas”
Un total de 18 colectivos y entidades forman parte en la actualidad de la plataforma ciudadana Iruña ciudad de acogida, desde Amnistía Internacional a Intermón Oxfam, de la CGT a Mugarik Gabe. Xabier Aguirregabiria, además de ser represente de Sodepaz en Euskadi y Navarra, es uno de los portavoces de este movimiento que pretende coordinar la solidaridad ciudadana ofrecida a través de estas asociaciones sobre las personas refugiadas, sensibilizar a la población sobre las causas de estos movimientos e informar sobre los avances que se dan en las instituciones. Y, por el momento, Aguirregabiria reconoce que no hay mucho que detallar. El primer grupo de 16 personas refugiadas, en este caso procedentes de Melilla, iba a llegar el pasado 15 de octubre a Pamplona y, por el momento, desde Cruz Roja, la entidad responsable de ese programa de acogida, sigue a la espera de una llamada que confirme ese viaje, así como la información de las personas atendidas, que por el momento continúa sin aclararse.
La plataforma empezó a reunirse hace ya dos meses para intentar coordinar esfuerzos en torno a la atención a personas refugiadas. ¿Desde entonces ha habido avances?
El objetivo era informar a la ciudadanía sobre las causas por las que las personas refugiadas salen de sus países, canalizar la solidaridad ciudadana y hacer una labor de denuncia. Intentábamos agilizar, de la forma que pudiéramos, la respuesta por parte del Gobierno central y el navarro, y facilitar a la ciudadanía la información de la que disponíamos. ¿Si hemos avanzado? El Gobierno de Navarra sí se ha comprometido, pero nos dicen que desde el Gobierno central hay mucha lentitud, que no se les cuenta nada en las reuniones… Por eso vamos a intentar a partir de ahora crear un canal directo de comunicación entre el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona, Cruz Roja y la plataforma. Y queremos azuzar al Gobierno de Navarra para que traslade esa urgencia de atender esta situación al Gobierno central. Y si no se agiliza nada, que haya un papel activo de denuncia.
Se azuza, dice, al Gobierno de Navarra, ¿por cercanía o porque hasta ahora ha sido receptivo?
Y porque es el responsable de gestionar el plan de acogida de las personas refugiadas que van a llegar a Navarra. Aquí se ha dado un caso muy peculiar: el primer grupo de 16 personas refugiadas en teoría iba a llegar a la comunidad el pasado 15 de octubre y hay un caos total en la organización. Aún no han llegado y Cruz Roja no conoce ni siquiera el perfil de estas personas, ni si son mujeres u hombres, ni su nacionalidad.
Desde Cruz Roja Navarra se ha reconocido la preocupación que puede generar esta falta de información, pero también ha aclarado que, por desgracia, es lo habitual ante procesos de acogida. Que hay que estar pendiente de que esa llamada avisando de la llegada se produzca.
Sí, pero nos sigue llamando la atención que se funcione de esta forma y cómo se está tramitando.
El Gobierno de Navarra sí mostró la semana pasada su preocupación por esta falta de avances.la semana pasada
Tenemos que intentar que este tema sea prioritario, y no nos queremos quedar de brazos cruzados. La predisposición del Gobierno de Navarra es buena, pero se trata de la institución que tiene que sacar adelante una gestión decente de todo esto o, si está fuera de su capacidad, ejercer esa presión sobre el Gobierno central. Porque sabemos que desde Madrid no se hará nada que no venga impuesto desde Europa, así que un gobierno de cambio tiene que asumir esa responsabilidad y presionar, para que aquí podamos estar preparados de la mejor forma posible. Y ahora hay una falta de información total, achacable al 100% al Gobierno central. Pero, independientemente de lo que llegue de Madrid, aquí hay que hacer acciones para avanzar.
¿Cuál es su balance de la sensibilización ciudadana sobre este tema?
Después de que una noticia esté en primera plana, suele relegarse a páginas interiores, y eso siempre influye en esa sensibilización de la ciudadanía. No se están dando soluciones a la gente que está agolpada en las fronteras. Vemos que está llegando el invierno, que se duerme a la intemperie en barrizales. La situación necesita una respuesta urgente. Y ahora desde la plataforma ya nos planteamos que no tiene tanto sentido ese trabajo a largo plazo del plan de acogida, y, a lo mejor, hay que canalizar la solidaridad ciudadana para poder proveer de, por ejemplo, mantas y comida a la gente que está esperando a cruzar la frontera. Seguimos haciendo sensibilización, pero eso no quita que tengamos que atender el problema donde se encuentra ahora mismo.
Pero si el gran objetivo era que estuvieran aquí…
…Desde el principio nos habíamos planteado ese plan a medio o largo plazo de preparar una acogida aquí, pero la realidad, por culpa de la Unión Europea y del Gobierno central, es que no se está produciendo. Porque desde el Gobierno de Navarra nos dijeron que esa cuota de 300 personas que podría llegar a la comunidad podía extenderse durante tres o cuatro años, y eso es tremendo.
Esa cuota, que en su día se dijo que era orientativa, ¿no se ha quedado anticuada?
Por supuesto que sí. Siguen llegando personas cada día a las fronteras de Europa, desde donde buenamente pueden. Esa cuota tiene que ser revisable.