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Más de cinco razones que hacen diferente este inicio de las fiestas de San Fermín

La plaza del Ayuntamiento, con personas ultimando los preparativos para San Fermín.

Garikoitz Montañés

La escalera hacia San Fermín supera en breve su último peldaño y, como cada 6 de julio, Pamplona se vestirá de blanco y rojo para celebrar las fiestas. Siempre hay razones para seguir el lanzamiento del cohete, anunciado a las 12:00 horas en la Casa Consistorial de la capital navarra. Por cómo la plaza del Ayuntamiento se queda pequeña, por el ambiente festivo y las 459 actividades previstas en el programa, y por cómo se llena en general una ciudad que, según los balances anunciados en la última semana, ya rondaba hasta el 14 de julio una ocupación del 77% .

Pero siempre hay motivos que hacen diferente cada Chupinazo. Este año, por ejemplo, han generado expectación las palabras del nuevo alcalde, Joseba Asiron (EH Bildu), que ha asegurado que la ikurriña estará presente “de un modo u otro” durante el arranque festivo en el edificio y en la plaza. UPN ha sido muy crítico con esta posibilidad, mientras aún está reciente la imagen de hace dos años, cuando varios jóvenes con barba postiza (conocidos como los arrantzales) lograron colocaron desde los tejados cercanos al Ayuntamiento una enorme ikurriña frente a la fachada y, al final, se retrasó el lanzamiento del cohete unos 20 minutos. Se les condenó a cinco meses de cárcel por ello, pero recurrieron esa sentencia. Ahora, cabe recordar que en el acuerdo programático entre Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra que guiará al próximo Gobierno Foral se incluye el compromiso de derogar la actual Ley de Símbolos, que ordena el uso de en las instituciones de las banderas oficiales y, en la actualidad, deja fuera a la ikurriña.

El cambio: EH Bildu al frente del Ayuntamiento

En 2014 ya se celebró un Chupinazo sin más incidentes de los habituales, pero eso no quiere decir que no haya motivos extra para presenciar el inicio de los sanfermines 2015. Que EH Bildu encabece la Junta de Gobierno en el Ayuntamiento es uno de ellos, y estaba por ver si el cambio político también se traducía en cambios en las fiestas. Desde el ejecutivo local, no obstante, ya adelantaron que no se ha llegado a tiempo para cambiar el programa festivo diseñado previamente por UPN (salvo por la introducción de una actuación de una asociación de danzas y algunos cambios de ubicación en otros eventos). Pero, más allá de la programación, sí ha habido modificaciones en el propio programa en sí, en el que se sustituyeron varias de las fotografías que servían para ilustrarlo, una decisión que ha generado debate porque se ha eliminado por ejemplo a un policía municipal, el deán o un pastor del encierro. El ejecutivo, por su parte, ha defendido que era para incorporar al programa a más mujeres: en la anterior versión, solo había una.

El debate sobre los toros

Esta polémica está vinculada, de una u otra forma, a las especulaciones sobre cómo un ejecutivo de Bildu podía afectar a unas fiestas de origen religioso y marcadas por el encierro como son las de San Fermín, ya que por ejemplo en San Sebastián el gobierno de Bildu prohibió que el recinto deportivo de Illumbe se usara para corridas de toros, algo que se han recuperado en 2015. Sin embargo, el alcalde de Pamplona ya ha confirmado que asistirá a la procesión del 7 de julio, aunque no acudirá a la misa posterior, y que también presidirá la corrida de toros de esa jornada. Aranzadi e Izquierda-Ezkerra han renunciado a hacerlo en otros días.

La concejala Maider Beloki explica, al respecto de estas dos decisiones, que en San Fermín hay actos tradicionales como la procesión a los que hay que acudir, a pesar de que el Ayuntamiento apueste por la laicidad y, por otro lado, también ha justificado que, pese a los lazos entre Donostia y Pamplona, recuerda que en la capital navarra las fiestas giran en torno a los toros y “están asociadas a ellos”.

La memoria de La Veleta

Otra razón para seguir el Chupinazo 2015 es, en este caso como cada año, por la elección de la persona encargada de tirar el cohete, una propuesta realizada por la Alcaldía. Cabía la posibilidad, por tanto, de que la propia izquierda abertzale fuera la encargada de hacerlo, tras años en los que ha sido vetada, pero Asiron decidió delegar el lanzamiento. Y se ha escogido a dos entidades: por un lado, el Orfeón Pamplonés, que este año cumple 150 años de historia; y, por otro, a los descendientes de la peña La Veleta, fundada en 1931, que promovió el uso de la indumentaria blanca y roja y que, después, varios de sus integrantes fueron represaliados durante la Guerra Civil. UPN ya ha mostrado sus dudas sobre las personas escogidas para representar a la peña y que esa decisión no se haya centrado precisamente en hacer referencia a quienes promovieron la vestimenta festiva.

Sea como fuere, los elegidos para prender la mecha por parte de La Veleta son Jesús Aristu, sobrino de Antonio Orcoyen que fue integrante de La Veleta y estuvo encarcelado, y Chantal Estrade, francesa y nieta de Honorino Arteta, acordeonista de la peña entre 1931 y 1936 y que, en ese último año, fue encarcelado “por defender valores republicanos”. Estrade explica que su abuelo murió cuando ella apenas tenía tres años, por lo que ha sido después cuando ha ordenado “las piezas de su vida”. Así ha sabido que él, al ser conducido en un autobús al conocido corral de Valcaldera, fue el único superviviente de una matanza, logró escapar “con una herida de bala en una pierna y atravesar los Pirineos a pie”; después, se asentó en el país galo y solo volvió a España una vez, un año antes de morir. Para Estrade, lanzar el Chupinazo es, por tanto, una forma de “honrar la memoria de nuestros abuelos” y, en su caso, “darle el reconocimiento que merecía”.

150 años de Orfeón

En cuanto al Orfeón, el escogido para lanzar el cohete se decidió por sorteo, según han explicado desde la entidad, y esa suerte ha recaído en Javier Aranegui, de 27 años, integrante de la entidad desde 2009 y con cuatro generaciones de su familia dentro del Orfeón: “¿Qué sentí al saber que sería yo? Hay cosas que no se pueden ni describir. Ahora he puesto los pies en la tierra, pero llevaba un día en las nubes”. Aranegui, integrante además de la peña La Única y que se define profundamente sanferminero (y presanferminero), asegura que no ha decidido todavía qué palabras decir antes de prender la mecha, porque espera acordarlas con los representantes de La Veleta unos minutos antes. Sí tiene más claro, eso sí, su deseo para estas fiestas: “Que reine el buen humor, que no haya grandes incidencias ni, tampoco, agresiones sexistas. Creo que la gente ha tomado conciencia”.

Contra las agresiones sexistas

De hecho, por segundo año consecutivo, el símbolo contra las agresiones sexistas figura en el programa de estos sanfermines. También se ha anunciado que el logo (una mano roja) estará presente durante todas las fiestas, y que la Policía Municipal vigilará el Chupinazo para evitar este tipo de abusos. Además, tras aceptar la sugerencia del colectivo Lunes Lilas, la madre de Nagore Laffage (el psiquiatra José Diego Yllanes mató a esta joven estudiante de Enfermería durante los sanfermines de 2008) ha sido invitada a la Casa Consistorial para presenciar el inicio de las fiestas. El día 7, la fachada de la Casa Consistorial se iluminará de morado para recordar lo sucedido. Pero eso será el día de San Fermín; por el momento, toca empezar las fiestas. Como cada año, aunque siempre haya algo que lo hace diferente.

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