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Tres candidaturas optan a la Presidencia ‘temporal’ de UPN: Salanueva, Esparza y Kutz

Garikoitz Montañés

Los afiliados y afiliadas de UPN tendrán que elegir el próximo día 27 para su Presidencia entre tres candidaturas: Amelia Salanueva, Javier Esparza y María Kutz. Era la terna que estaba prevista, pero que la propia formación regionalista no ha confirmado hasta última hora de la tarde. Entre esas tres opciones estará la persona encargada de encabezar el partido por ahora, hasta que se celebre el prometido congreso llamado a regenerar la formación, muy tocada tras las elecciones forales (perdió el Gobierno Foral, el Ayuntamiento de Pamplona y los principales consistorios navarros) y por la actual falta de liderazgo del partido.

La hoja de ruta para renovar la Presidencia estaba marcada desde la decisión de Yolanda Barcina de dimitir. Ese paso forzó la convocatoria de esta asamblea general, en la que se renueva únicamente a la Presidencia del partido y no a los órganos de dirección. Esta decisión es clave, puesto que la persona que se elija para la Presidencia, con los actuales Comité Ejecutivo y Consejo Político, marcarán, entre otras cuestiones, las estrategias de pactos en las próximas elecciones generales.

En cualquier caso, el gran objetivo de la persona que sustituya a Barcina será preparar el partido para el prometido congreso con el que originalmente se iba a renovar el partido tras la marcha de la expresidenta, y en el que se renovará (de nuevo) la Presidencia, pero también los órganos internos y se decidirán las líneas programáticas de la formación. En la asamblea también se decidirá si este congreso, como se ha anunciado, tiene lugar durante el primer semestre de 2016, al convertir la próxima asamblea anual ordinaria en un congreso extraordinario, como han reclamado ciertas voces dentro de un partido que sigue dividido. En apoyos históricos (Miguel Sanz o Yolanda Barcina), acuerdos futuros (intentar acercarse a Geroa Bai o mantener el apoyo al PP) y sensibilidades dentro de Navarra (más cerca de la capital o en clave regional).

Por lo tanto, el próximo día 27, en Baluarte, se celebrará una asamblea que, al final, resuelve este liderazgo solo de forma temporal, aunque obviamente puede ser definitiva si se logra el apoyo del congreso. Un lío, en definitiva, que ahora pretenden resolver tres personas.

Amelia Salanueva (Estella, 1966) fue la primera en lanzarse a la piscina y anunciar que optaría a la Presidencia. Entonces, todavía parecía que sería a través de un congreso. Salanueva, actual senadora y a menudo vinculada al sector de Miguel Sanz, ya aspiró a ser la cabeza de lista de UPN en las pasadas elecciones forales, aunque siempre insistió en que daba el paso para exigir unas Primarias y que el candidato o candidata no fuera un nombre únicamente impulsado desde la cúpula del partido. Retiró su candidatura antes de la votación. Y, ahora, ha vuelto a la carga, en lo que se entendió como una muestra de la división del partido (ella siempre ha defendido que el “debate” debe verse como algo positivo) en plenas invitaciones de sus cargos a lograr la “unidad” dentro de la formación.

Javier Esparza (Pamplona, 1970), quien sí resultó elegido como cabeza de lista al Parlamento foral, fue además consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local durante el gobierno de Yolanda Barcina. Él era el nombre que figuraba en todas las quinielas para optar a la Presidencia y, sin embargo, no dio el paso hasta que Barcina anunció que dimitía como presidenta de UPN. Ha insistido en que en esta campaña tenía que ganarse a los afiliados y afiliadas y ha dosificado, y mucho, sus declaraciones ante los medios de comunicación. Tras su victoria para ser cabeza de lista, parecía previsible que el partido quedara en sus manos, pero la división de la formación lo ha dificultado. Por ejemplo, tras dar un golpe en la mesa para que Barcina no figurara en las últimas listas electorales porque quería una mayor regeneración, la plancha incluyó finalmente a muchos de los pesos pesados del partido.

María Kutz (San Sebastián, 1954), por último, dio el paso durante esta semana (aunque, de hecho, fue la primera en presentar su candidatura oficialmente dentro de UPN) y se confirmó como la sorpresa de esta carrera. La que fuera consejera de Salud con Miguel Sanz entre 2003 y 2011 vuelve de esta forma a la primera línea de la política, aunque seguía formando parte de la organización del partido.

La decisión estará ahora en los casi 4.000 afiliados de la formación, porque la asamblea se decide por el sistema de una persona, un voto. Otra cuestión es que esta cita sea una forma de UPN de ponerse la tirita y no de curar toda la herida, de ganar tiempo de cara a las elecciones y no de preparar una renovación de fondo.

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