E&M Combustión desarrolla incineradores portátiles para tratar residuos hospitalarios y cadáveres

E&M Combustión, ingeniería vasca especializada en el diseño de tecnologías de combustión para el sector industrial, ha desarrollado incineradores portátiles para dar respuesta a la necesidad de tratar residuos hospitalarios y cadáveres, dirigidos a luchar contra el covid-19 y a operar principalmente en zonas remotas, con difícil acceso y escasas infraestructuras sanitarias.

En un comunicado, la empresa ha indicado que el diseño de los incineradores portátiles compactos, tipo contenedor, y equipados con todos los elementos preinstalados necesarios para su inmediata puesta en funcionamiento en el lugar de destino, permite su transporte por camión al lugar de trabajo y se pueden montar y desmontar con una grúa.

El desarrollo de los hornos incineradores portátiles se basa en la experiencia previa de la ingeniería española, especializada en el desarrollo de tecnologías de combustión para el sector industrial, así como el de hornos incineradores fijos desarrollados para hospitales cubanos en colaboración con el Ministerio de Sanidad.

El contenedor estándar que alberga las unidades de incineración tiene unas dimensiones similares a un contenedor de 20“, pero con algo más de altura. Las dimensiones de la unidad son de 6 metros de alto, 2,3 metros de ancho y 3 metros de largo. Está equipado con luminaria en el interior y una instalación de aire acondicionado para su correcta operatividad.

SIN PRODUCCIÓN DE EMISIONES

El nuevo horno incinerador móvil desarrollado por E&M Combustión es un sistema portátil proyectado bajo condiciones que permitan un funcionamiento de tecnología “confiable y ecológica, sin producción de emisiones de partículas contaminantes, de manera que la combustión sea eficiente y mantenga un riguroso control del proceso de incineración, para lo cual dispone de una doble cámara de incineración”, ha destacado la empresa, para añadir que el equipo cumple con las normas higiénico-sanitarias para realizar el funcionamiento en las máximas condiciones de higiene.

El contenedor alberga asimismo en su interior un depósito de gasóleo que garantiza un mínimo de seis incineraciones seguidas, equivalentes a su funcionamiento durante un día.

E&M Combustión ha indicado que las dimensiones proporcionan un volumen de 3,24 metros cúbicos, lo que supone “una capacidad amplia para los desechos hospitalarios, con peso total promedio de 250 Kg/ciclo o cadáver, incluido el féretro”.

La cámara consta de un quemador presurizado que aporta el calor necesario para que se realice la incineración adecuada de los desechos. La temperatura de la cámara es de 750ºC - 850ºC, si bien puede ajustarse hasta 1.200ºC para el tratamiento de desechos de la clase III.

La compañía, creada en 2004 y ubicada en Artea, se dedica a las actividades de ingeniería, desarrollo y fabricación “a medida” de equipos y sistemas de combustión, principalmente para los sectores oil & gas, plantas cementeras y de fertilizantes, generación de energía y alimentación y bebidas.