Los sindicatos vascos abordan el 1 de Mayo con la vista puesta en recuperar influencia
Los sindicatos vascos abordan otra vez divididos la celebración del Primero de Mayo. Una cita a la que llegan conscientes de su pérdida de poder de convocatoria y, por lo tanto, con la imperiosa necesidad de recuperar influencia. Prueba de ello es que las multitudinarias protestas sociales que se están viviendo en los últimos años se están canalizando a través de colectivos o grupos que nada tienen que ver con ellos. Por ejemplo, las manifestaciones de los pensionistas o las mareas que reclaman los derechos de las mujeres hace mucho tiempo que se 'escaparon' de los límites de los sindicatos.
La precariedad laboral, depresión salarial, paro juvenil, nuevos negocios digitales que precarizan todavía más el empleo... Los desafíos que aparecen en la agenda sindical son gigantescos y la sociedad les demanda capacidad y fuerza para negociar con el Gobierno y con las patronales una nueva estructura de contratación.
ELA, el sindicato mayoritario en Euskadi, estrena líder en esta convocatoria: Mitxel Lakuntza, que sustituye al histórico Adolfo Muñoz. El cambio en la cabeza no va a suponer cambios en la estrategia. ELA reivindicará que “más huelgas son mejores convenios, pero también una aportación hacia una sociedad mejor, más democrática y más igualitaria”. Por ello, defenderá que “la movilización, la participación social y el derecho a la huelga son fundamentales”. ELA es la central que ha sostenido las huelgas más largas que ha vivido Euskadi en los últimos años, como el de las residencias de ancianos de Bizkaia, que culminó con éxito para las trabajadoras.
Por su parte, LAB celebra la efemérides en Pamplona bajo el lema 'Kapitala hautsi, bizitzari eutsi. Euskal Herria decide'. El sindicato defenderá el derecho a decidir, llamará a “romper con el capital” y se reafirmará en un sindicalismo “con capacidad de lucha y oferta sindical”.
CC.OO. y UGT celebrarán conjuntamente, como suele ser habitual, este Primero de mayo. Ambos se centrarán en denunciar la “creciente precariedad y desigualdad laboral” y en recuperar “los derechos arrebatados de manera brutal durante la crisis”.
Los dos sindicatos han elaborado un decálogo de propuestas para un “giro social”, que se estructura en torno a un nuevo modelo productivo sostenible; empleo de calidad; mayor recaudación y más justa; garantizar la igualdad entre mujeres y hombres; lucha contra la pobreza; viabilidad y suficiencia de las pensiones públicas; garantizar los servicios públicos de calidad; combatir la siniestralidad laboral; igualdad de trato y oportunidades, y mejorar la calidad de la democracia.
