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“A mi hijo no se lo ha tragado la tierra, alguien le tiene que haber visto por última vez”

La hipótesis del accidente en el mar pierde fuerza en el caso de Borja Lázaro

Natalia González de Uriarte

Hace ya dos años que Borja Lázaro desapareció en Colombia. El fotógrafo se encontraba en un hostal de la localidad de El Cabo de la Vela en el departamento de La Guajira. Fue su última parada conocida de un viaje por diferentes países de Latinoamérica. Y desde la noche del 7 al 8 de enero de 2014 nada más se ha vuelto a saber de él. No se ha dado hasta ahora con ninguna pista que abra un camino a seguir en la investigación. Y ese hecho es algo difícil de creer y asimilar para la familia, que vuelve a reiterar el agradecimiento a las instituciones locales por su ayuda al mismo tiempo que reclaman mantener activas las indagaciones. “A mi hijo no se lo ha tragado la tierra, alguien le tiene que haber visto por última vez”, clama Ana, la madre del joven ingeniero informático de 34 años y aficionado a la fotografía.

Confían en que aparezca por fin esa persona y para ello es fundamental que la Policía colombiana, que asegura no haber cerrado el caso, siga intentando esclarecer lo ocurrido. La familia quiere creer que están en ello, que no han abandonado la búsqueda de algún indicio, pero les tranquilizaría contar con la confirmación por parte de las delegaciones de instituciones españolas en el terreno. Y hasta el momento, no la tienen. “Estamos muy lejos. Siempre te cabe la duda de si seguirán trabajando en el caso, de si será verdad que no lo han cerrado. ¿Por qué el consulado o la embajada no lo comprueban y nos mantiene informados? Una única llamada. El cónsul de Cartagena de Indias solo se ha puesto en contacto con nosotros una vez que hablo con Sergio- en referencia al hermano de Borja Lázaro- y ya no hemos vuelto a hablar con él. Si hubiese sido la desaparición aquí, estamos seguros de que se habrían realizado mil batidas hasta encontrarle, el problema es que ha desaparecido en Colombia”, ha manifestado la madre, que ha reiterado sus agradecimientos a las instituciones locales, tanto el Ayuntamiento de Vitoria como Diputación alavesa, que ha servido para que “instancias superiores como el Ministerio de Exteriores nos haga caso”.

14.000 desapariciones denunciadas en España al año

A su lado, en la rueda de prensa ofrecida en el Ayuntamiento de Vitoria, Marisol Ibarrola, exteniente alcalde del Ayuntamiento de Arrigorriaga y alma mater de los encuentros sobre personas desaparecidas, ha lamentado esta falta de supervisión. “Es muy triste lo que está contando, que el Ministerio de Exteriores no les haga caso sin la intermediación previa de las instituciones locales. Es muy importante su ayuda para tender esos lazos. Es este caso en Euskadi contamos con ella, y somos las envidia entre comillas, entre los afectados de otras comunidades que no son ni siquiera recibidos por sus Ayuntamientos”, ha resaltado.

En este sentido la madre de Lázaro ha recordado que en España se dan 14.000 desapariciones al año. “¿Sabemos algo de estos casos? No se difunden, no los conocemos. Están familias se sienten desamparadas”.

El hermano de Borja, también presente en la rueda de prensa, ha relatado a eldiarionorte.es los muchos obstáculos que se dan en la inhóspita zona para realizar las pesquisas. “Allí se junta todo. El lugar en semidesértico, hay poca población, y se trata tribus que no hablan otro idioma que su propio dialecto y son muy cerradas. Operan las Farc, las bandas organizadas y ya el simple hecho de andar preguntando resulta peligroso. Esto dificulta mucho. Algunas ONG del lugar nos comentan que el lugar es complicado, que no se puede ir haciendo preguntas en un sitio donde la gente va armada”.

Borja Lázaro desapareció en la noche del 7 al 8 de enero de 2014 y después de una noche de fiesta con varios residentes en el hostal. Tras su desaparición se encontraron sus pertenencias en el hostal en que se alojaba. Desde entonces no se ha podido dar con ninguna pista que señale su paradero. El fotoperiodista gasteiztarra lleva 24 meses sin dar señales de vida. La Policía asegura seguir trabajando con las tres hipótesis iniciales, “aunque con menos intensidad que en los comienzos”: que se ahogó en el mar, se perdió en el desierto o que fue un secuestro. Sin embargo ninguna de estas hipótesis ha podido ser refrendada.

Su familia y amigos han convocado una concentración para el viernes a las 19:30 en la Plaza de Correos de Vitoria.

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