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Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal

Ciudadanos y el PP no reconocen a Raimon

Raimon ofrecerá cuatro conciertos en el Palau con los coros del Orfeó Català

José María Calleja

No han querido el PP ni Ciudadanos reconocer al cantante Raimon. El PP dice que el homenaje que proponen en su pueblo es político y Ciudadanos, agárrense, se niega a reconocer a Raimon porque ha hecho su trabajo “fuera de nuestra tierra y allí ha dejado su legado”.

Se trataba de hacer a Raimon hijo predilecto de su ciudad, Xàtiva, una iniciativa de reconocimiento que devuelve una cierta emoción a la política valenciana, embotada en los últimos años en el bucle de la corrupción, del robo hasta la caricatura hortera, la megalomanía, los trajes de Camps, el anterior alcalde de Xativa, Alfonso Rus, contando euros en un coche, en una escena que exige uña del meñique larga y palillo en la comisura del labio.

Me imagino que tanto el PP como Ciudadanos saben quién es Raimon, y por lo que representa lo rechazan. Aunque sea tirando de lo local, Raimon es un cantante que desde los sesenta hablaba de su tierra, Xàtiva, nos enseñaba a poner bien el acento y así diera un concierto en la Autónoma de Madrid; en Bellaterra, Barcelona, o en Medicina, en Valladolid, siempre hablaba de su tierra. En cualquiera de las ciudades y pueblos en los que actuó, y debió actuar en casi todos, Raimon hablaba de Xàtiva, de su luz.

Raimon es evidentemente un símbolo del antifranquismo, de la libertad, del compromiso, y su canción “Al vent”, es uno de los himnos que nos convocaba en el rechazo a la dictadura, en el deseo urgente de libertad. Otros eran de Serrat, de Labordeta, de Lluis Llach, de Pablo Guerrero, de Agua Viva…

Es lógico que el homenaje a Raimon sea, por tanto, político, y es lógico que su legado esté por toda España.

No se si saben los del PP y Ciudadanos que aquí hubo una dictadura en la que se encarcelaba a quienes eran antifranquistas. Si no lo saben, deberían informarse. Aprovechen, ahora que el NO-DO esta accesible para todos.

Deberían saber que ese interminable viaje al centro que protagonizan tanto el PP como, recientemente, Ciudadanos, tiene que ver con el desprestigio que supone reconocerse de derechas en España, en parte por culpa de la dictadura franquista, que hizo que incluso los que venían del franquismo se reclamaran de centro.

Parece que Ciudadanos, con esta negativa a reconocer a Raimon, ha fundado el PNV de Valencia y lo que pasa fuera de esa Comunidad no tiene mérito, como si quisieran decir: que le hagan el homenaje otros, ¿los catalanes?

Al mismo tiempo que Ciudadanos se niega a hacer un reconocimiento al paisano de Xátiva más famoso en toda España, se niega a retirar la medalla a Franco que la ciudad de Calatayud le otorgó al dictador cuando Franco estaba vivo, lo cual, no me negarán, resta merito al reconocimiento.

No puedo dejar de vincular ambos gestos. En el caso de Franco, Ciudadanos dice que no le quiere quitar la medalla de Calatayud porque “no quiere abrir debates sobre la memoria histórica”, y eso sorprende en un partido en el que su máximo, y quizás único, líder dice que quiere ser como Suárez, aunque aminore la vanidad matizando que todavía le falta un trecho.

El PP y Ciudadanos, cada vez aparecen juntos en más frases, no quieren que Raimon sea reconocido en su ciudad Xàtiva porque no les gusta que el cantante fuera antifranquista, porque no les gusta que luchara por la libertad y porque no les gusta que cantara por toda España a Xátiva y su luz. No me extraña que nunca acaben de llegar al centro.

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