España y sus salarios son diferentes
La Agencia Tributaria ha hablado. No se trata de organizaciones cristianas radicales como Cáritas o plataformas de extrema izquierda bolivariana. Son los datos de la severa y seria Agencia Tributaria española. Tres de cada diez trabajadores españoles perciben un sueldo mensual que se sitúa por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. Más de la mitad de los asalariados españoles no alcanzan los mil euros al mes en sus nóminas. Al parecer, España y sus salarios siguen siendo diferentes.
La próxima vez que alguien le diga que en España no somos competitivos, la gente cobra por no trabajar y resulta imprescindible ejecutar con urgencia una devaluación interna, agradézcale el consejo pero explíquele que ya lo hemos hecho y no ha funcionado. O mejor dicho. No ha funcionado para usted, ni para mí, pero Amancio Ortega o Ana Patricia Botín son hoy mucho más ricos que ayer.
El FMI, la OCDE y hasta la Comisión Europea siguen insistiendo en que los salarios deben bajar aún más en España, a pesar de la evidencia de que si así lo hacen acabaremos trabajando gratis. Solo caben tres explicaciones para tanta ceguera. La primera es la ignorancia. O no saben de economía, o no conocen estos datos de la Agencia Tributaria. Es imposible que pueda recuperarse una economía donde la mayoría no puede consumir. Eso lo sabemos todos. Ellos y nosotros.
La segunda puede ser que cuando hablan de bajar aún más los sueldos se refieran a los salarios de los altos ejecutivos y consejeros de las empresas del IBEX 35, que no han dejado de subir ni un solo año, durante la crisis, a una tasa de crecimiento medio del 5%. No me pregunten por qué, pero no me parece probable. Los lobos solo se atacan entre sí cuando les ciega el hambre, y ni en el IBEX ni en la OCDE ni el FMI parece que pasen mucha necesidad o tengan problemas para llegar a final de mes.
La tercera puede ser que todas esas instituciones se hallen colonizadas por políticos y burócratas que, lejos de trabajar para que cumplan su papel de organismos técnicos creados para asegurar información veraz y objetiva, en realidad se dedican a hacer política, a promover una ideología neoliberal y sectaria y a tratar de funcionar como una especie de Gobiernos mundiales a quienes nadie ha elegido y que no han de responder a nadie. Tampoco me pregunten por qué, pero me da que esta explicación sería la buena. Es un pálpito que tengo.
