La Moncloa informa de la muerte de Rajoy

En rigurosa, mortis, exclusiva, la Moncloa informa: “Pésame Rajoy por fallecimiento de Rajoy”.

Casi a la misma hora, delante de los altos y robustos jugadores de la voluminosa selección española de balonmano, Rajoy afirma rotundo y solemne: “Quiero dar la enhorabuena a la selección española de fútbol por haber ganado el Mundial”… de balonmano. Una vez más, Rajoy acepta que no puede leer su propia letra.

Toma tres, Rajoy dice que apoya a Mato porque “es justo” y él “es justo”.

No cabe duda, estamos en medio de una conspiración de Rajoy contra sí mismo.

Conspiración en la que abundan los hallazgos lingüísticos sin precedentes: “Sepúlveda es un funcionario del PP”, dice Floriano y no dimite cuando despiden al funcionario.

“Todo es falso, salvo lo que publican los medios”, sostiene huidizo Rajoy, en pleno oxímoron.

“El sueldo de Rajoy subió por pluses electorales”, teoriza sin bibliografía la abucheada Cospedal.

Una vez más, La Moncloa envía un pésame a la persona equivocada: el propio presidente que aún la habita. Antes enviaron a Artur Mas un segundo pésame por la muerte de su padre: el escritor mexicano Carlos Fuentes, según La Moncloa.

No se les ocurra pensar, queridos lectores, que es un asunto de incompetencia; son, como dirían los antiguos, los duendes de la imprenta.

Lo de Rajoy con el balonmano es como cuando defendió en Canarias que el plátano es asunto importante y que a él le gustaban mucho los plátanos. Monólogo Grouchomarxista y pleonástico.

Y lo de Cospedal con los pluses electorales confirma que Rajoy, ínsitamente vago, cree que debe cobrar más cuando más mitinea.

Si se cruzan los sueldos de Rajoy en Gobierno y PP, y en oposición y PP, se verá que la suma da siempre en torno a los 6.000 euros mensuales. El partido da cuando la oposición no alcanza. Es decir, como pierdo dinero por dedicarme a la política, me lo tenéis que compensar. Para no haber venido a hacerse rico a la política, lo cierto es que Mariano se esta forrando.

Arturo Fernández, el de la voz aguardentosa, sigue dando un café tipo tóner en sus establecimientos y se suma a la línea de pensamiento Rajoy: si es legal, es legal; si es ilegal (el sobre con dinero negro), será ilegal.

Parece que todo da igual: una cúpula patronal encarcelada, metida en sobres o dispuesta a decir la melonada de que no hay seis millones de parados y señalar a los funcionarios como los malos.

Unos supuestos emprendedores que lo mismo saquean sus empresas que defraudan, presuntamente, a Hacienda, léase los españoles. Unos empresarios que acumulan coches de lujo por decenas, armas por miles, y sobres a cientos, todo ello con la banderita de España.

Esta clara la vocación vaticanista del PP: Benedicto XVI ha renunciado para ocupar la agenda y que no se hable de otra cosa.