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¿Qué le podría tocar a quién en un nuevo Gobierno?

Palacio de la Moncloa

Sílvia Claveria

Spoiler: No lo sé. De hecho, aún ni podemos saber si se va constituir el primer gobierno de coalición a nivel estatal. Pero, si fuera así, podemos utilizar lo que han hecho otros países para poder intuir por dónde irán los tiros en la distribución de las carteras dentro del posible gobierno.

Los ministerios son las recompensas más importantes que se pueden tener cuando se entra en un gobierno. Para los partidos significa poder desarrollar las políticas públicas que defienden y, además, poder colocar a una parte de los cuadros del partido, lo que da aire a la organización. Por tanto, cada uno de los partidos es normal que quiera maximizar su recompensa. Normalmente, cuando se configura un gobierno de coalición, va a haber dos tipos de negociaciones: tanto para cuantos ministerios pueden conseguir, como para cuales.

Como ya comentaba en otro artículo en este diario, casi siempre se cumple lo que se ha llamado la 'ley de Gamson', que en breve va a ser habitual en todas las conversaciones. Esta norma no es otra cosa que en los gobiernos de coalición los partidos van a ocupar los cargos ministeriales, en la misma proporción que los escaños que tienen en el Parlamento con respecto al total de la coalición. De hecho, si los países se desvían de esta ley no escrita, es más probable que el partido pequeño reciba un bonus, para hacer más atractiva la entrada de los socios. Normalmente, el partido del primer ministro, que al final son los que parten y reparten, no se ve sobrerrepresentado en los gobiernos. Solo reciben los ministerios que les corresponden, aunque normalmente aglutinan más, porque son partidos más grandes. En este caso, este papel lo encarnaría el PSOE, veremos si sigue la línea que propugna la política comparada o se queda con más ministerios de los que le corresponden. Ajustar el porcentaje de participación de cada partido es una tarea bastante sencilla, porque los gobiernos son como acordeones: se ensanchan o se constriñen a voluntad del primer ministro. Está demostrado que los gobiernos de coalición son más grandes que los gobiernos en solitario.

¿Pero con qué ministerio se va a quedar cada partido? Muchas veces no es tan importante cuántos ministerios, sino qué ministerios van a poder liderar los diferentes partidos. Según los estudios, el principal predictor para saber qué ministerio van a poder conseguir es el tema preeminente del partido en los programas o la campaña, porque así pueden sacar mejores réditos. Es habitual, entonces, que los partidos agrarios obtengan el ministerio de Agricultura, o que los partidos verdes logren el ministerio de Ecología/Medio Ambiente. Los partidos conservadores siempre consiguen el ministerio de Interior, Exterior o Defensa, y los socialdemócratas el de Trabajo, Sanidad o Asuntos Sociales. El problema en el caso español es que los dos partidos que piensan formar gobierno, pueden sacar rédito de los mismos ministerios y no hay un partido nicho (que solo se centra en un aspecto de la política), tampoco luchan en diferentes ejes de competencia, como sí que lo hacían la coalición del tripartit en Catalunya, cosa que puede hacer más difícil el reparto.

De esta manera, más que un reparto por la preeminencia de los temas que han destacado en programa, se pueden repartir en función de la importancia de los ministerios. Tanto los expertos como los diferentes estudios están de acuerdo en que el ministerio de Economía/Hacienda, que es el que recauda la financiación y la reparte entre los diferentes ministerios, es la cartera más importante del gobierno, junto con la vicepresidencia. Así que la cartera de Economía/Hacienda, y la de vicepresidencia (que además tienen una influencia transversal en el resto de carteras) nunca se van a ceder en una coalición. Tampoco aquellas que representan el corazón del gobierno como Justica, Exteriores, Interior, Fomento, Industria o Defensa. Así que todas estas carteras seguramente van a estar al amparo del PSOE. Además, en el caso español, seguramente el PSOE no quiera dejar en manos de UP ni el ministerio de Territorio (por las diferentes líneas actuación que tienen), ni el de Trabajo, ya que normalmente va asociado a la Seguridad Social (como ha pedido en sesión de investidura Alberto Garzón), ni Igualdad, porque tradicionalmente ha sido uno de los aspectos que el PSOE siempre ha presumido, y que pueden tener más réditos. Pablo Iglesias en la sesión de investidura ha mencionado algunos temas que quiere priorizar en el gobierno como: transición ecológica, vivienda, derechos de LGTBI, escuelas públicas o legalizar la eutanasia. Creo que es sensato que puedan conseguir los ministerios para gestionar estos temas. Los ministerios de Ecologismo, Vivienda o Cultura son aquellos que normalmente se ceden en una coalición. Pueden tener más difícil negociar los ministerios de Sanidad o Educación / Ciencia / Universidades, pero no creo que sea imposible, que UP consiga estas carteras. Han sido temas insignes del Estado de bienestar, y desde el ministerio se guía la línea de actuación, pero, a la vez, las competencias de estos ministerios están descentralizadas a las autonomías, cosa que puede hacer más fácil la cesión de estas carteras. En unos días veremos quién ha podido negociar mejor. Aunque, tal y como está gestionando Pedro Sánchez el problema territorial en la sesión de investidura, tal vez les resulte difícil aprobar una investidura.

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