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Tipos de acuerdo: ¿en solitario o en coalición?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con Pablo Iglesias

Sílvia Claveria

Después del período electoral que ha habido llega el momento de realizar los pactos post electorales. Esta semana Sánchez va llevar a cabo la ronda de contactos con las diferentes formaciones políticas para poder constituir un gobierno. No está claro si se va a configurar un gobierno en minoría del PSOE o se va a acordar un gobierno de coalición con Unidas Podemos. En el Estado español aún no se ha producido ningún gobierno de coalición post electoral a nivel estatal, y parece que éste se resiste. Es una situación anómala, ya que en los sistemas multipartidistas, cuando el parlamento opera por mayoría, los gobiernos de coalición se han convertido en la norma. De hecho, España es el único país de las democracias estables de Europa que es virgen en esta cuestión (después de 1977). Hasta hace algunos años, esta excepcionalidad la compartía con Reino Unido y Grecia, pero estos ya han experimentado el gobierno en coalición. Hay diferentes elementos a tener en cuenta en esta área:

Existen diferentes tipos de coalición post-electoral: Según Ricker las únicas coaliciones lógicas que eficientemente deben existir son las “coaliciones mínimas ganadoras”, que son aquellas en las que participan los partidos que son necesarias para que el gobierno tenga mayoría. Es decir, solo se incluyen en el gobierno aquellos partidos que darán la mayoría, y se excluyen al resto de partidos, para distribuir el poder lo mínimo posible. Sin embargo, la teoría lógica de Ricker se tambalea cuando también se encuentran las “coaliciones sobredimensionadas” que son aquellas que en las que el gobierno incluye a más partidos de los que serían necesarios para tener una mayoría. Se produce sobre todo cuando el partido que forma el gobierno tiene incertidumbre sobre la lealtad de alguno de los socios de gobierno. Por tanto, si se cae un partido, puede sobrevivir. También para enfrentar una amenaza que es primordial para todos los partidos que lo conforman. Por último, también reta a la teoría de Ricker los gobiernos de “coalición en minoría”, que son la formación de gobierno por parte de diferentes partidos pero que no suman una mayoría en el parlamento. Éste último sería el caso de la posible coalición de PSOE-UP. Es decir, la corriente, que defienden Ricker y de otros, considera que los partidos solo maximizan el poder a corto plazo (office-seeking), sin embargo, la actuación de los partidos ha mostrado que ellos muchas veces priorizan la elaboración consensuada de las políticas públicas, y la obtención de poder a largo plazo (policy-driven), por eso es probable que se den coaliciones sobredimensionadas o en minoría.

Multinivel: Como decíamos, a nivel estatal nunca se ha dado esta forma de gobierno, sin embargo, a los ciudadanos del estado español tampoco les pillaría por sorpresa, ya que muchos de los gobiernos a nivel autonómico han formado este tipo de gobierno, sobre todo en comunidades con diferentes identidades nacionales como Catalunya, El País Vasco, Navarra, Aragón, Baleares o Canarias. El nivel subnacional se hace relevante en la formación de gobierno que se está llevando a cabo, ya que los partidos negocian varias mesas de diferentes niveles territoriales a la vez, con lo cual más importante que estas alianzas sean congruentes, o existan apoyos cruzados.

Distribución de ministerios: Normalmente si lideras un ministerio, puedes controlar las políticas públicas que se llevan a cabo, y tener un poder de decisión discrecional bastante elevado. ¿Pero cómo se reparten estos ministerios dentro del gobierno? Según la ley de Gamson, el reparto de carteras suele coincidir numéricamente con la proporción relativa de los escaños que tienen cada uno de los partidos en el parlamento. Es decir, al partido que entra al gobierno de coalición le tocan el mismo porcentaje de ministerios que tiene en escaños.

No obstante, muchas veces, lo importante no es cuantos ministerios, sino cuáles se van a obtener. Algunos estudios han demostrado los partidos tratan de obtener aquellas carteras ministeriales que saben que pueden impulsar sus políticas estrella. Por eso, UP ha pedido la cartera de asuntos sociales. Recordemos que, en el tripartit de Catalunya, ICV pasó de ostentar la cartera de relaciones institucionales y participación (2003) a tener que gestionar interior (2006), con un mandato complicado.

Muchas veces, cuando los potenciales socios de gobierno compiten por los mismos socios, los miembros de los diferentes partidos se nombran dentro la misma cartera. Es decir, el ministro de una cartera se pondría al frente, pero teniendo un segundo de otro partido, para generar confianza y control entre los socios de gobierno. Aunque esta composición puede tener efectos positivos en la confianza de los socios, también puede tener efectos negativos en relación a la atribución de responsabilidades por parte de los ciudadanos.  

Gobiernos en minoría: A parte de los gobiernos de coalición también existen los gobiernos en minoría, y son más frecuentes de los que parece. Según Strom y McClean, de 1945 a 1999 el 35% de los gobiernos de las democracias europeas habían experimentado ese tipo de gobierno. En los países nórdicos han sido muy comunes, con un 65,4% de los gobiernos. El reto de este tipo de coaliciones es que necesitan mantener la relación entre ejecutivo y legislativo. En otras palabras, necesitan negociar continuamente las propuestas legislativas. Algunas veces los partidos que son potenciales socios de gobierno pueden preferir quedarse fuera del gobierno cuando la legislatura puede ser muy complicada (en periodos complejos, sobre todo en contextos de recesión económica), donde es posible que los ciudadanos castiguen a los líderes en el poder. Tampoco acostumbran a entrar si saben que pueden capitalizar la oposición, ya que puede resultar muy rentable electoralmente discrepar de las políticas públicas que llevan a cabo los posibles socios de gobierno.

Duración de las coaliciones: Es bastante habitual oír que las coaliciones abocan a la inestabilidad, pero los estudios que se han realizado en estos ámbitos no apoyan esta afirmación. Los gobiernos en coalición mínima ganadora son tan estables como los gobiernos en mayoría absoluta, e incluso más que los gobiernos de partido único que son minoritarios. Aunque las coaliciones en minoría, son aquel tipo de gobierno que menos dura en el poder.

En definitiva, al final el tipo de gobierno que se dé puede depender de los incentivos que tenga cada partido, pero también de qué tipo de democracia se desea: si una más mayoritaria, donde un partido tenga la mayor parte del poder, o una más consocional, que se fundamente en el acuerdo y la transacción dentro del mismo gobierno.

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