Yo crecí con el fascismo

Yo también fui joven y cuando murió el fascismo tenía 34 años. Y después de conocer y vivir aquello en toda su extensión, adolescencia, educación y trabajo, no concibo como un chico joven puede votar su vuelta, a no ser que no sepan cómo fue aquello. Un país en donde solo existía una emisora y unas noticias escritas por ellos, los fascistas vencedores. Un país que estaba oculto al mundo y donde no venía nadie a visitar. Los que vienen ahora saben lo que se perdieron tanto tiempo. Conocí españoles limpiando letrinas en Alemania porque aquí no podían trabajar por pensar distinto. Artistas maravillosos como Pau Casals, y muchos más se marcharon por su rechazo a Franco. Ningún deportista español se conocía fuera porque ninguno ganaba medallas ni copas, quizá por alimentación precaria en mucha parte de la sociedad. Esa era la España que ahora añoran muchos jóvenes que la padecerán en sus carnes los primeros si hacen posible con sus votos que vuelva aquel fascismo.

Todos sabemos que ahora tenemos problemas, pero nada comparable a aquello, a la soledad de una España rota, entonces es cuando se rompió de verdad, donde te podrían decir que no saludaras a alguien porque era roja, en donde un policía te podía pegar una patada en el culo y debías aceptarlo porque si no acabarías peor, con cartilla de racionamiento al terminar la guerra, en donde para trabajar en una gran empresa debías llevar una carta de dónde había estado tu padre en la guerra, en donde se fusilaba sin juicio. Algunas las viví.

Puede que los fascistas actuales no gobernarían de la misma manera, pero son lo mismo de fascistas: Su razón es la fuerza, porque la intelectual está muy mermada. ¿Quién te dice que al cabo de un tiempo no harían lo mismo? Véase a Trump y su futuro para aprender.