¿Servicio o peligro público?

Llevamos meses de pandemia y aunque aún nos queda mucho por aprender sobre este virus parece que hay varios puntos incuestionables.

El virus se contagia rápidamente en espacios cerrados.

Las recomendaciones como todos sabemos son además de la higiene de manos, mascarilla, distancia y ventilación.

Todo el mundo parece haber oído ya hablar de los aerosoles, bueno, todo el mundo menos un buen número de taxistas.

El otro día tuve la necesidad de coger uno en el hospital universitario FJD.

Pude recorrer toda una larga fila de taxis aparcados a la espera de clientes, de todos ellos solo 2 llevaban la mascarilla puesta y quizás otros 2 tenían una ventanilla un poco abierta .

El resto (muchos lamentablemente) esperaba calentito en el interior de su vehículo completamente cerrado y sin mascarilla.

Se la ponen en el momento en que el cliente sube al coche.

Cuando yo me niego a subir en ninguno de ellos y me dirijo al primero (allá lejos en la fila) que sí lleva la mascarilla puesta argumentan que no se la ponen porque les molesta.

Resulta como poco desconcertante oír eso a la salida de un hospital donde los sanitarios la llevan tantísimas horas, entre otras cosas para salvar la vida de enfermos de COVID.

Delante de mí subieron a uno de esos taxis tan bien surtidos de aerosoles (víricos o no) una pareja de ancianos, les deseé mucha suerte .

Me gustaría aclarar que obviamente no todos lo profesionales del taxi se comporta tan irresponsablemente.

Pero no puedo comprender cómo puede ser que ocurra esto, que esté permitido y si no lo está, cómo se consiente. ¿No son un servicio público?

También circulando puede verse a un gran número de taxis con conductores sin la mascarilla puesta y las ventanas cerradas.

Hay gente que decide ingenuamente hacer un esfuerzo económico y pagarse un taxi para no exponerse a una mayor posibilidad de contagio en el metro o autobús , al final se la juegan a una carta , eso sí, más cara.

Me parece una irresponsabilidad y un peligro.