Primarias en Ciudadanos: ¿Qué candidatura concuerda más con sus votantes?

Hace no mucho, Sebastián Lavezzolo publicó una entrada en este blog para analizar las características de los votantes fieles de Ciudadanos. Aprovechando que se están celebrando estos días las primarias de esta formación política, publicamos ahora un pequeño análisis exploratorio de cuál de los dos liderazgos planteados –el de Inés Arrimadas o el de Edmundo Bal- tiene un planteamiento más cercano a la (menguada) base electoral del partido.

Antes de analizar los datos de opinión pública, es preciso delinear los contornos del debate de primarias. Edmundo Bal, portavoz de Cs en el Congreso, decidió presentarse a las primarias para dirigir el partido en sustitución de Inés Arrimadas. La todavía líder no se presenta a la reelección interna, pero dos personas de su corriente lo hacen en su lugar: Patricia Guasp y Adrián Vázquez. Por último, existe una tercera candidatura, “la base del cambio”, en principio sin posibilidades de victoria. Estas primarias se celebran en medio del proyecto en marcha de refundación del partido, motivado por los malos resultados electorales cosechados desde finales de 2019.

Las líneas de división entre la candidatura apoyada por Arrimadas y la encabezada por Bal se pueden resumir en las siguientes cuestiones. El primer conflicto se refiere a si Arrimadas debe seguir siendo la figura política más visible de Ciudadanos. La candidatura de Vázquez y Guasp apoyan esta opción. La de Edmundo Bal, por el contrario, defiende que para que la refundación del partido sea tal es imprescindible un cambio de liderazgo. La segunda falla de conflicto se refiere al posicionamiento ideológico y a la política de pactos. La candidatura oficialista mantiene que el Partido Popular debe ser el socio preferente y descarta pactos con el PSOE mientras Pedro Sánchez continúe como líder socialista. Bal y su lista defienden una vuelta al “centro, centro” y abren la posibilidad a pactos a izquierda y derecha. Una tercera línea de división es el peso de dirigentes que se han destacado por haberse curtido en la oposición al procés de independencia en Cataluña.

La candidatura que gane las primarias, ¿con qué base electoral del partido se va a encontrar? Para analizar esto, a continuación exploro algunos datos sobre las opiniones y las actitudes de las personas que votarían a Ciudadanos en unas próximas elecciones generales. Los datos utilizados proceden de barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Valoración de Inés Arrimadas

Dado que las primarias por el control del partido se dirimen principalmente entre una candidatura que apoya a la actual líder y otra que busca un cambio, resulta importante examinar qué opinión tienen los simpatizantes de Ciudadanos sobre su líder, Inés Arrimadas. El primer gráfico muestra la valoración media de Arrimadas, en una escala de 1 a 10, por parte de las personas dispuestas a votar a Ciudadanos en unas elecciones generales. El periodo analizado abarca desde marzo de 2020 a diciembre de 2022. Como se puede ver, la valoración general no es mala. En el último barómetro la valoración media es de un 6,2. La tendencia tampoco es negativa: Si bien la valoración de Arrimadas cayó bastante en 2020 y 2021 hasta un mínimo de 5,8, desde comienzos de año ha subido hasta consolidarse en niveles superiores al 6. 

Gráfico 1 Evolución de la valoración de Inés Arrimadas como líder política. Muestra: personas que votarían a Ciudadanos en unas hipotéticas elecciones generales. Fuente: barómetros del CIS.

Estos datos de valoración tampoco son para echar las campanas al vuelo, no obstante, si la comparamos con la de otros líderes de partido. Pedro Sánchez ha obtenido siempre una valoración media por encima del 7 entre votantes socialistas en el mismo periodo. La valoración de Alberto Núñez Feijóo entre los simpatizantes del PP también es superior a la de Arrimadas entre su “parroquia”. La valoración de la líder de Ciudadanos solo ha sido superior a la de Pablo Casado en su época de presidente del Partido Popular.

Autodefinición ideológica de los votantes de ciudadanos

Como señalaba más arriba, otra línea de conflicto entre las candidaturas se refiere a la política de pactos de Ciudadanos. ¿Qué opinión tienen sus votantes respecto a esta cuestión? ¿Prefieren mantener al Partido Popular como socio preferente o están abiertos a pactos con el Partido Socialista?

Lamentablemente no existen datos de opinión pública disponibles que aborden directamente esta cuestión. Lo que sí es posible, empero, es analizar con qué etiquetas ideológicas se autoidentifican los votantes de ciudadanos. A partir de esta autoubicación ideológica podemos tal vez extraer información respecto a qué tipo de alianzas prefieren los simpatizantes actuales del partido. El CIS plantea varias posibles etiquetas. Las más útiles para este propósito son las de conservador, democristiano, liberal, progresista, y socialdemócrata. Para facilitar la interpretación, el análisis combina las etiquetas “progresista” y “socialdemócrata” en una sola categoría, “centro-izquierda”, mientras agrupa las denominaciones de “conservador” y “democristiano” en la categoría “centro-derecha”. La etiqueta de liberal se mantiene aparte.

El siguiente gráfico muestra la evolución en la proporción de simpatizantes que se autoidentifican como liberales, de centro-izquierda y de centro-derecha desde principios de 2020 hasta hoy. Como se puede observar, hay un cambio importante en la composición de los votantes de Cs: Si a principios de 2020 casi un 30% de ellos se consideraban conservadores o democristianos (centro-derecha), para finales de 2022 esta proporción apenas llega al 10%. El reverso de esta moneda es el aumento claro del porcentaje de aquellos que se consideran progresistas o socialdemócratas (centro-izquierda): Ha pasado de poco más de 1 de cada 8 simpatizantes a más de 1 de cada 3. Por último, aquellos que se identifican como liberales siempre han representado una parte importante del electorado de ciudadanos, aunque parece haber aumentado algo: si en enero de 2020 los liberales representaban un 26%, en el último barómetro disponible esta proporción ha subido al 28%.

En resumen, este gráfico muestra cómo el electorado de Ciudadanos se ha escorado al centro-izquierda en los dos últimos años. Esto implica que, al menos en este aspecto, la candidatura de Edmundo Bal está más en línea con los simpatizantes de Cs, ya que su propuesta apuesta de manera más convencida por posibles pactos, siquiera puntuales, con partidos a la izquierda de Ciudadanos.

Gráfico 2 Evolución de la identificación ideológica de los votantes de ciudadanos. Periodo 2020-2022. Fuente: barómetros del CIS

El peso de la cuestión catalana

De Ciudadanos tal vez se puede afirmar que tiene dos facetas. Por un lado, está la vertiente más reformista y liberal, aquella cuya principal motivación es introducir cambios en el funcionamiento de las instituciones públicas y hacer reformas económicas, como por ejemplo en el mercado de trabajo o en la política impositiva. Por otro lado, encontramos la faceta de Ciudadanos como partido que surge como oposición al catalanismo político y, sobre todo, al movimiento independentista en Cataluña. Esta versión de Ciudadanos tiende a hacer más énfasis en la unidad de España y en el combate a los nacionalismos periféricos.

La candidatura cercana a Inés Arrimadas parece más comprometida con la segunda faceta. No en vano, Arrimadas fue líder de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya durante cuatro años, consiguiendo los mejores resultados del partido en esta Comunidad. Asimismo, buena parte de los apoyos que la candidatura oficialista ha recibido provienen de Cataluña. Por eso, puede ser relevante saber qué proporción de los simpatizantes actuales de Cs residen en Cataluña. Es posible que este electorado sea el más interesado y receptivo a los mensajes antagonistas frente al nacionalismo catalán.

El siguiente gráfico muestra cómo ha evolucionado el porcentaje de simpatizantes de Ciudadanos que residen en Cataluña entre 2020 y la actualidad. Como se puede observar, no hay una tendencia clara. El porcentaje oscila alrededor del 10%. En los últimos barómetros se observa mucha más volatilidad, pero eso se debe en parte a que el número de simpatizantes se ha ido reduciendo, con lo que estimar la proporción de ellos que son catalanes tiene cada vez más incertidumbre estadística. En todo caso, la “dependencia” electoral de Cs respecto al electorado catalán no es alta. De hecho, Cataluña tiene más importancia como granero de votos para el PSOE o para Unidas-Podemos que para Ciudadanos.

Gráfico 3 Proporción de simpatizantes de Ciudadanos que residen en Cataluña. Periodo 2020-2022. Fuente: barómetros del CIS

El elefante en la habitación

Gane quien gane y sea cual sea la orientación futura que se le dé al partido, el desafío fundamental es común a todas las candidaturas: reactivar las expectativas electorales del partido para que sea viable en el futuro. Si no consigue recuperar apoyos va a tener dificultades para entrar en parlamentos autonómicos en las elecciones de mayo de este año. En las generales, por su parte, podría incluso tener dificultades para obtener diputados por las circunscripciones de Madrid o de Barcelona. Para mostrar la magnitud del desafío, esta entrada concluye con una gráfica que muestra la evolución del porcentaje de entrevistados en los barómetros del CIS que indican que votarían por Ciudadanos si se celebrasen elecciones al día siguiente. Como se puede ver, si bien a mediados de 2020 todavía un 7,5% de los entrevistados declaraban querer votar a Ciudadanos, este porcentaje se ha estabilizado desde hace meses en el 1%. Salvo que esta opción se revierta, la viabilidad del partido está seriamente comprometida.

Gráfico 4 Intención de voto directa a Ciudadanos. 2020-2022. Fuente: Barómetros del CIS.