Conciertos y rezos en masa ponen fin a la campaña electoral en Indonesia

Actos multitudinarios en los que hubo entretenimiento y fe pusieron hoy fin a la campaña antes de las elecciones del próximo miércoles en Indonesia que enfrentarán al presidente, Joko Widodo, con el exgeneral nacionalista Prabowo Subianto en el país con mayor población musulmana del mundo.

Widodo, conocido popularmente como Jokowi, se dio un baño de masas en un concierto celebrado en la capital, mientras que su único rival, Prabowo Subianto, compareció ayer en su último mitin electoral con sus seguidores antes de la votación tras siete meses de campaña.

Es la primera vez que se celebran presidenciales y legislativas al mismo tiempo, mientras que hay solo dos candidatos presidenciales debido al alto respaldo electoral requerido en este archipiélago de 265 millones de personas, de las que el 88 por ciento profesa el islam.

“Putih bersatu” (“unidos de blanco”) era el título del concierto multitudinario celebrado en el estado Bung Karno de Yakarta en el que Joko Widodo estuvo acompañado de 500 artistas, además de grupos de carnaval y otros animadores.

“Según las proyecciones y predicciones nuestro país será en 2045 el cuarto país más fuerte del mundo”, dijo Jokowi en referencia a las proyecciones de algunas analistas sobre el crecimiento del PIB indonesio, que situaría a este país entre las primeras potencias.

Tanto el presidente como sus miles de seguidores iban vestidos de blanco, color de la pureza.

El centro deportivo, con una capacidad para algo menos de 80.000 personas, superó este número con asistentes en la zona central del estadio y en los alrededores en un ambiente festivo más parecido a una fiesta nacional que a un acto electoral.

Tambores, cánticos y banderas con los colores de los partidos de la coalición de Jokowi, rojo y amarillo en su mayoría, y el símbolo del toro que representa a su formación política, el Partido Democrático de Indonesia por la Lucha (PDI-P), llenaron las calles de la capital.

Durante el evento, el segundo de Jokowi, el clérigo musulmán Maruf Amin, que es el presidente del Consejo de Ulemas de Indonesia (MUI), lideró unas oraciones para pedir el éxito de su candidatura, que fueron seguidas por el presidente mostrando las palmas de las manos en el gesto de rezo musulmán.

“Jokowi puede demostrar que ha trabajado duro, en los últimos cuatro años y medio, como con las infraestructuras, antes no teníamos metro ni tren ligero (en Yakarta), los anteriores presidentes no lo hicieron, solo promesas”, dijo a Efe Fany Indira, de 29 años.

“Prabowo fue solo un soldado, nunca gobernador u otro cargo, no estoy seguro de que pueda ser presidente”, señala por su parte Ami, una anciana que también apoya a Jokowi y que ha acudido al estadio junto a su marido.

En Tangerang, al oeste de Yakarta, el empresario Sandiaga Uno y candidato vicepresidencial de Prabowo acudió sin el exgeneral de las Fuerzas Especiales a un mitín multitudinario en la plaza Ahmad Yani en el que también tocaron varias bandas indonesias y en el que hubo espacio para rezos colectivos.

Aunque la campaña electoral de ambos candidatos se ha centrado en la economía, el nacionalismo y la llamada a la unidad y tolerancia de la ideología fundacional indonesia “pancasila”, las credenciales islámicas de los dos políticos han sido factor determinante en su imagen.

Jokowi ha escogido como vicepresidente a un conservador ulema miembro de la mayor organización musulmana del país, la moderada Nahdlatul Ulama, mientras que Prabowo se ha asociado con los movimientos islamistas que han ganado influencia en la última legislatura.

“Según el Corán debemos elegir a líderes musulmanes”, responde Fany Indira al ser preguntada si se siente identificada con Maruf Amin.

La campaña electoral ha transcurrido de forma pacífica en un ambiente de cordialidad entre Jokowi y Prabowo, que solo ha sido alterado por campañas de difamación iniciadas en las redes sociales, centradas en su mayoría en la moral y la fe.

Jokowi supera en las encuestas de voto a Prabowo por un margen de 20 puntos porcentuales de media, aunque el voto indeciso que ronda el 10 por ciento y recientes encuestas que reducen la diferencia abren la puerta a la sorpresa el próximo miércoles.

Los comicios están considerados uno de los actos electorales más complejos del mundo ya que casi 193 millones de votantes elegirán entre 245.000 candidatos que optan a 20.000 puestos en un único día.

Ricardo Pérez-Solero