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Crónica

El fracaso del Gobierno en Estrasburgo acaba por aupar a una jueza homófoba con el currículum falseado

La nueva jueza española en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, María Elósegui

Pedro Águeda / José Precedo / Marcos Pinheiro

El fracaso del Gobierno al empeñarse en que el magistrado Francisco Pérez de los Cobos y no otro fuera el representante español en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha propiciado que finalmente se haga con la plaza la aspirante de la terna con menos posibilidades. Ahora, al revés por no colocar a su candidato, el Ejecutivo debe sumar la responsabilidad de haber preseleccionado a María Elósegui, autora durante veinte años de escritos teñidos de homofobia y que, como ha revelado eldiario.es, falseó el currículum que visó el Ejecutivo y en el que se basaron los miembros del Consejo de Europa para votarla mayoritariamente.

En el caso de que María Elósegui no acceda a las peticiones de dentro y fuera de España para que no tome posesión dentro de tres meses, la catedrática que se inventó haber redactado la Ley de Igualdad de Zapatero y que ha escrito que “la homosexualidad produce patologías” será la representante española en la máxima instancia judicial en Derechos Humanos hasta 2026.

Minutos antes de las siete de la tarde del martes pasado, los miembros de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa fueron informados del resultado de la votación que habían celebrado por la mañana. Un total de 114 de ellos, la mitad más uno de los que habían participado, votaron a la catedrática de Filosofía del Derecho María Elósegui Ichaso. El jefe Asuntos Jurídicos de Exteriores, José Martín y Pérez de Nanclares, quedaba en segundo lugar con 76 votos, a pesar de haber sido el recomendado a la Asamblea por el panel de juristas que habían examinado a los tres aspirantes españoles. El expresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, solo conseguía 37 apoyos.

El jueves por la mañana, eldiario.es recopilaba en una información textos publicados por Elósegui durante dos décadas con posiciones homófobas y transfóbicas. El sábado, llegaba la noticia del currículo falso. En 60 horas el Gobierno había pasado de fracasar en su intento de colocar a su candidato en el TEDH a ser cuestionado por haber incluido en la terna de candidatos seleccionada por Presidencia, Justicia y Asuntos Exteriores a alguien que piensa que el preservativo “puede fomentar los abusos sexuales” y que ha mentido en su currículum.

Lo que sigue es el plan del Ejecutivo de Mariano Rajoy para que Pérez de los Cobos accediera en alfombra roja al Tribunal de Estrasburgo y cómo el expresidente del Constitucional acabó tropezando por el tapiz, lo que María Elósegui aprovehó para convertirse en la sustituta de Luis López Guerra en el Tribunal de Estrasburgo. 

1. Un juez para contener el procès desde Estrasburgo

Para llegar hasta la elección de Elósegui hay que retroceder un año atrás. El 31 de 2017 se cumplía el periodo máximo de nueve años en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para el español Luis López Guerra, antiguo secretario de Estado de Justicia con el PSOE. El Gobierno, sin embargo, había retrasado la apertura del proceso de selección hasta 11 días antes de que se cumpliera su mandato. En ámbitos jurídicos y políticos circulaba ya que el candidato de Moncloa para Estrasburgo era el presidente del Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos. Pero éste no dejaba el sillón del tribunal hasta marzo. Con los plazos impuestos por el Gobierno, Pérez de los Cobos estaba a tiempo de optar a la plaza de Estrasburgo.

Pero el plan del Ejecutivo se comenzó a torcer pronto. El 9 de marzo, la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia presentaba un recurso ante el Tribunal Supremo solicitando la nulidad del Acuerdo del Gobierno. Este imponía un límite de 61 años para acceder al puesto de juez del TEDH, con el argumento de que la jubilación del organismo es a los 70 años. En su recurso, la asociación de jueces alegaba que se producía “una discriminación por razón de la edad y una vulneración del derecho fundamental a la igualdad”. Alegaban los progresistas que el acceso de las mujeres a la Judicatura se había producido en España mucho más tarde y que ese límite de edad suponía una traba extra para ellas. En verano, tras un intenso debate, el Tribunal Supremo falló a favor del recurso de Juezas y Jueces para la Democracia y anuló el Acuerdo del Consejo de Gobierno.

En los mentideros jurídicos, además, era conocida la intención de la expresidenta del Tribunal Constitucional y magistrada progresista María Emilia Casas de optar a la plaza de Estrasburgo. El Acuerdo del Gobierno de Rajoy, sin embargo, la dejaba fuera al tener entonces 66 años. El magistrado que debía ser sustituido era Luis López Guerra, quien ejerció como secretario de Estado de Justicia del Gobierno de Zapatero entre 2004 y 2007. Ese mismo año, López Guerra comenzó su periodo de nueve años en el TEDH.

En 2013 López Guera participó en las resoluciones del tribunal que tumbaron la ‘doctrina Parot’. La aplicación del mandato de Estrasburgo provocó un incendio en el seno de la derecha española, con las asociaciones mayoritarias de víctimas yel  sector más reaccionario de los votantes del PP enfrentados al Gobierno de Rajoy, al que acusaban de no haber hecho nada por impedir la excarcelación de presos de ETA, una vez hecho el cálculo de reducción de condenas que impuso Estrasburgo. El nuevo juez español podrá participar, directamente o a través de su influencia en otros miembros del tribunal, en los recursos presentados ya y los que lleguen contra las decisiones de la justicia española respecto al proceso soberanista en Catalunya.

2. Operación Alfombra Roja (para Pérez de los Cobos)

En julio, un nuevo Acuerdo de Gobierno reabría el proceso de selección de juez del TEDH, ya sin el límite de edad. Para entonces, María Emilia Casas había renunciado a aspirar a la plaza, coinciden fuentes jurídicas. Un total de 17 aspirantes concurrieron, de ellas, dos mujeres. El Consejo de Europa imponía condiciones: un nivel alto de inglés o francés y “pasivo” del otro. Se trata de los dos idiomas en el que trabaja y falla el Tribunal. Además, una de los tres candidatos españoles debería ser mujer.

Tras la retirada de dos de los aspirantes, un comité de expertos entrevistó y examinó los currículum de los 15 restantes. El Gobierno había establecido que compondrían ese comité el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ildefonso Castro López, en calidad de presidente, y que lo acompañarían la número dos del Ministerio de Justicia, Carmen Sánchez-Cortés; la subsecretaria de ese mismo departamento, Aurea Roldán; el subsecretario del Ministerio de Presidencia y Administración Territorial, José María Jover; y el agente para la representación de España ante el TEDH, Rafael Andrés León, en calidad de secretario.

Asistidos de dos intérpretes de Exteriores, el comité entrevistó a los quince candidatos en inglés o francés, los dos idiomas que Estrasburgo utiliza, entre el 9 y el 23 de septiembre. Todos menos fueron considerados válidos y al llegar a la elección de tres de ellos no hubo sorpresas, uno era el expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Pérez de los Cobos. Junto a él integrarían la terna española un subdirector general de Exteriores, José Martín y Pérez de Nanclares, y la catedrática de Filosofía del Derecho María Elósegui, los tres elegidos por unanimidad.

Entre la documentación remitida a Estrasburgo desde Madrid el 1 de noviembre figuraba el currículum de los tres candidatos. En el de Elósegui, redactado en tercera persona, se puede leer que “preparó el anteproyecto de la Ley Orgánica de Igualdad entre mujeres y hombres 3/2007, actualmente en vigor, a propuesta del Ministerio de Trabajo”.

El pasado viernes, eldiario.es publicó que tres de los máximos responsables políticos de aquella Ley, integrantes del Gobierno de Zapatero, desmienten tajantemente aportación alguna de Elósegui al texto. La catedrática había ayudado a un juez gallego, Fernando Lousada, a elaborar junto a otros dos expertos un trabajo que el Instituto de la Mujer había requerido al magistrado y que finalmente no fue tenido en cuenta. La “cuidadosa evaluación” del Gobierno español nunca detectó el fraude.

3. El plan se tuerce al salir de España: cero apoyos de los expertos 

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa está compuesta por 648 representantes (324 representantes y otros tantos suplentes) de los 47 países miembros. Un panel de expertos pertenecientes a la Asamblea entrevistó el pasado 12 de enero a los tres candidatos españoles. Entre ellos estaba el diputado del PDeCAT Jordi Xuclá. Las entrevistas se hicieron en inglés y francés y versaron sobre distintos asuntos de actualidad, jurisprudencia del TEDH y supuestos prácticos.

Una web española publicó que Pérez de los Cobos no supo expresarse en inglés ni francés y que pidió ser entrevistado en español. No fue así. El expresidente del Tribunal Constitucional leyó una introducción en inglés y respondió a las preguntas de los expertos en un francés “bastante correcto”, según fuentes del Consejo de Europa.

Tras las entrevistas, de alrededor de una hora, el panel de expertos se retiró a deliberar y acordó que los tres aspirantes eran válidos para convertirse en jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Con tal de que uno de los candidatos hubiera sido considerado no apto, la terna entera se hubiera devuelto al país de origen, como ha ocurrido en varias ocasiones.

El diputado Xuclá se retiró a la hora de la votación y dejó su puesto a otro jurista no español. De los diez expertos, siete consideraron que el más cualificado de los aspirantes era Martín y Pérez de Nanclares. Otros tres votaron a Elósegui. Pérez de los Cobos, el candidato del Gobierno y con la única experiencia en Derechos Humanos que el contacto institucional del Constitucional español con el TEDH, según su currículum, no fue elegido por ninguno de los diez miembros del comité evaluador.

4. Campaña fantasma de María Elósegui y campanada final

María Elósegui había comenzado una campaña a finales de noviembre con el envío masivo de correos electrónicos a los miembros de la Asamblea Parlamentaria. Según las fuentes consultadas, también viajó por distintos países para exponer su candidatura. El hecho de que la catedrática no cuente con apoyo público de organización alguna ha levantado suspicacias en el seno del Consejo de Europa sobre cómo pudo sufragar esa campaña, en algunos aspectos muy agresiva.

Así lo atestiguan algunos de esos correos electrónicos, que Elósegui envió a los parlamentarios de los que detectó no tenían decidido su voto hasta horas antes del pleno de la Asamblea. “¿Nunca es momento para una mujer solo porque cuenta con sus propios apoyos y no trabaja en un Ministerio?”, se preguntaba en uno de esos mensajes, en referencia al cargo de subdirector general de Asuntos Jurídicos de Exteriores que desempeña Martín y Pérez de Nanclares, el favorito del panel de expertos.

Y así se llegó al jueves pasado. La votación comenzó a las 10 de la mañana, pero los resultados no se conocieron hasta poco antes de las siete de la tarde. Elósegui se había impuesto al candidato del Gobierno español y al recomendado por el propio Consejo de Europa por mayoría absoluta y en primera ronda.

La inclusión de su falsa colaboración con el Gobierno de Zapatero en una Ley de Igualdad no ha supesto un asunto menor en la explicación de por qué Elósegui consiguió el apoyo mayoritario de la Asamblea Parlamentaria. Fuentes del Consejo de Europa aseguran que la catedrática de Filosofía del Derecho ha sido votada por representantes tanto de la derecha como de la izquierda europea, entre estos últimos la única parlamentaria de Podemos, según confirmaron fuentes de la propia formación.

La toma de posesión de Elósegui está prevista para marzo. Una vez elegida por la Asamblea parece imposible que pueda evitarse que llegue al TEDH, con el reglamento en la mano. Esta redacción lleva desde el miércoles intentando ponerse en contacto con la catedrática, que no atiende a las peticiones. En una entrevista ha dicho que no piensa renunciar por el contenido homófobo de sus publicaciones. Fue antes de que eldiario.es publicara que había mentido en su currículum.

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