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El PP cree que su discurso sobre inmigración ya le está dando votos: “Es lo que piensa la mayoría de los españoles”

Pablo Casado saluda a un grupo de migrantes durante su visita a Algeciras (Cádiz).

Iñigo Aduriz

“El nuevo PP está sabiendo conectar con la gente”. Así lo considera la dirección nacional del partido que atribuye el hecho de que el partido haya frenado su caída en las encuestas a la “ilusion” que a su juicio está generando “a diario en las calles y en cada ciudad que está visitando Pablo Casado este verano”. A juicio del equipo del nuevo presidente de los conservadores en esa evolución está teniendo que ver el discurso que está manteniendo el líder sobre inmigración en las últimas semanas.

Prácticamente desde que fue elegido como líder del PP, el pasado 21 de julio, Casado ha puesto en marcha una campaña alertando de una supuesta llegada “masiva” de personas, acusando al Gobierno de provocar un “efecto llamada” por su política migratoria e incluso sumándose al mensaje del miedo difundido por Ciudadanos respecto a los manteros y un supuesto incremento de la inseguridad ciudadana. A juicio de los conservadores las últimas encuestas parecen haber avalado esa postura de su líder. La última de ellas, la elaborada por Celeste-Tel para eldiario.es, revelaba un repunte en la estimación de voto de los conservadores de 1,3 puntos, hasta el 25,5%. Se trataba de su primera subida desde noviembre de 2016. 

Fuentes de la dirección nacional del PP explican a eldiario.es que Casado está haciéndose con nuevos apoyos porque “la gente quiere que les digan la verdad y no quiere demagogia”. Apuntan que a raíz de la renovación del partido en el XIX Congreso de julio votantes tradicionales de los conservadores que se habían ido a Ciudadanos o a Vox están “volviendo” a confiar en los populares. E insisten en que el electorado “se ha visto ilusionado con un nuevo PP renovado y un nuevo líder”, a raíz del endurecimiento de su discurso en asuntos como la inmigración. 

“Lamentablemente no es posible el 'papeles para todos' por muy bien que quede cara a la galería”, apuntan las fuentes consultadas. “Y la gente no está de acuerdo en que el Gobierno insulte a las personas que han defendido eso como Pablo”, añaden, en referencia a las alusiones realizadas por miembros del Ejecutivo a la sintonía entre el nuevo discurso del PP sobre inmigración y el de la extrema derecha europea.

El Gobierno “ha reculado”

A juicio de la dirección nacional del partido, “la muestra” de que Casado está en lo cierto en su política migratoria se refleja en que “hasta el Gobierno ha reculado”, al entender que la posición del equipo de Sánchez respecto a la segunda petición de auxilio del buque Aquarius no fue atendida de la misma manera que la primera, el pasado mes de junio, cuando el Ejecutivo puso a disposición de la embarcación el Puerto de Valencia para que desembarcaran los más de 600 inmigrantes que habían sido rescatados en el Mediterráneo. 

“Lo que venimos defendiendo es lo que piensa la mayoría de los españoles”, aseguran desde Génova, que añaden que el nuevo PP está “haciendo ver a todos los españoles que es la alternativa a este Gobierno” con su estrategia de oposición dura y cargando contra el Ejecutivo incluso con temas sensibles que habitualmente han formado pare de pactos de Estado, como la política antiterrorista. 

La inmigración seguirá siendo, en todo caso, uno de los principales asuntos con los que hará oposición el PP en las próximas semanas. Casado reclama “responsabilidad y solidaridad como siempre ha demostrado España a la hora de cooperar con los países de origen, y a la hora de que a los inmigrantes que han llegado a España puedan tener la cobertura necesaria, pero también seguridad en las fronteras, no haciendo demagogia, defendiendo a la Policía Nacional y a la Guardia Civil y no contribuyendo a un efecto llamada”.

Para mantener esa campaña el martes el presidente del PP visitará la ciudad autónoma de Melilla. Como explicaba el jueves, el objetivo es “apoyar” a los conservadores de la localidad y al presidente de la ciudad autónoma. “Queremos decirles que para nosotros Melilla es un enclave estratégico fundamental, no solo como ciudad autónoma de España, sino también como ciudad europea que está haciendo frente a la inmigración, al comercio y a la solidaridad con nuestro país aliado, amigo y vecino que es Marruecos”.

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