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Rivera reinventa el 'sí se puede': tres días para sacudirse la etiqueta de caballo perdedor

Rivera prepara con su equipo un debate decisivo para remontar las encuestas

Carmen Moraga

El 'sí se puede' que utilizó Unidas Podemos en su debut político hace cuatro años se ha convertido para Ciudadanos en el grito de guerra más escuchado y utilizado por Albert Rivera en esta semana de campaña del 10N. Al candidato le quedan apenas setenta y dos horas, tres decisivos días, para intentar dar la vuelta a las últimas encuestas que tozudamente siguen apuntando a una debacle para su formación política, que hace tan solo seis meses lograba toda una gesta: conseguir 57 escaños con los que podía haber condicionado la política española.

Según la mayoría de los analistas, tampoco el debate de este lunes, en el que muchos dentro y fuera del partido confiaban, ha servido para impulsar al líder, al que la mayoría de las encuestas de los medios de comunicación sitúan como el perdedor.

Esta valoración negativa ha vuelto a desanimar más si cabe a la militancia que en los chats internos muestran su tristeza por la “oportunidad perdida”. “No sé qué le ha pasado a Rivera... si creyó que tenía todo el pescado vendido, si se dejó asesorar muy mal... pero tiene una guerra con Sánchez que no entendemos. Nadie le va a perdonar que hayamos estado a punto de tener un Gobierno del PSOE con Podemos”, lamenta un afiliado en uno de estos chats a los que ha tenido acceso esta redacción.

Otros achacan este declive no solo a Rivera, sino al “ego personal de cuatro dirigentes que han antepuesto sus intereses a los generales”. “Han empleado el desprecio y todo tipo de métodos para en tan solo doce meses deshacerse de personas con talento, formación y capacidad para rodearse de unos pocos aduladores”. Un tercero exclama: “¡Qué pena, la verdad! Qué forma tan lamentable de destruir y tirar por la borda un proyecto ilusionante”.

Algunos avisan, no obstante, de que “habrá que esperar al 10N para ver los resultados y, en su caso, ”exigir las oportunas responsabilidades no solo a Rivera, sino a toda la cúpula de Alcalá [la calle de Madrid en la que está ubicada la sede nacional del partido]“.

Los duros ataques que Rivera lanzó a Pablo Casado desconcertaron también a sus seguidores, que tampoco acaban de entender que Ciudadanos esté gobernado con el PP en cuatro comunidades y aspire a hacerlo tras el 10N a nivel nacional mientras acusa a la formación conservadora de estar invadida por la corrupción y de ser los culpables, junto al PSOE, del auge del independentismo. Por el contrario, pocas fueron las andanadas que dirigió a Santiago Abascal, al que prácticamente ignoró cuando el partido de extrema derecha es el que amenaza con 'comerse' a buena parte de su antiguo electorado.

En la dirección nacional siguen pensando que el clima que se ha ido generando contra el candidato lo han estado larvando muchos medios de comunicación. Pero con quien están más dolidos son con algunos de los considerados “conservadores” que antes les apoyaban y ahora ven que han dejado solo y sin apoyos a Rivera. “Nos hemos quedado sin sherpas”, avisó el propio líder de Ciudadanos a los suyos en una reunión interna.

Villacís sale en defensa de Rivera

Una de las pocas voces que tras el debate ha salido en defensa de Rivera ha sido la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. En su opinión, Ciudadanos ha salido “sin lugar a dudas fortalecido” del debate a cinco de este lunes, ya que considera que fue el único “propositivo y sensato”. “Muchas veces se quedó solo al hacer propuestas de sentido común en un momento y contexto en el que todo se polariza”, señaló.

Por su parte, el candidato, aparentemente ajeno a todo este clima adverso, sigue apelando a la movilización. El día de la pegada de carteles, en Cádiz, prometió que iba a ser la campaña de la remontada, la épica y el esfuerzo“, y todos estos días ha insistido en que el 10N van a dar ”la campanada“ y van a ser ”imparables“. Mensajes muy similares a los que lanzó antes del 28A.

Pero el candidato tampoco ha puesto como en otras ocasiones toda la carne en el asado estos días. Desde el acto de Cádiz Rivera tan solo ha viajado a Málaga para presentar el programa económico junto a Luis Garicano y Marcos de Quinto, cuando en la anterior campaña, sobre todo en la recta final, hacía doblete muchos días.

El fin de semana pasado y la mañana de este lunes no participó en ningún mitin con la excusa de que quería prepararse bien el debate. De esas jornadas preparativas en la sede con su equipo de asesores surgió el vídeo de “Lucas, el cachorro que aún huele a leche”, que consiguió situarle en el momento preciso en el centro del foco mediático, pese a que la ocurrencia cosechó más bromas que alabanzas.

Arrimadas vuelve a volcarse en Catalunya

Rivera ha dejado en manos de Arrimadas los intentos de conjurar también los malos pronósticos en Catalunya. La portavoz parlamentaria, junto con la candidata a la Generalitat, Lorena Roldán, se ha volcado en Barcelona para intentar frenar la sangría de votos que se vaticina en su circunscipción. El partido teme que algunos cargos del núcleo duro de Rivera, como José María Espejo-Saavedra, se queden sin asiento en el Congreso. Y eso pese a que tanto Arrimadas como Rivera han colocado en la diana de todos sus intervenciones la grave situación que vive la autonomía desde que se conoció la sentencia del procés y los llamamientos de Torra a su desacato. El propio candidato utilizó este lunes los violentos disturbios sucedidos estos días sacando un adoquín en pleno debate a cinco con el que quiso simbolizar “la división a la que han llevado a Catalunya y a España”. Tanta preocupación hay por el que ha sido su feudo que Ciudadanos cerrará la campaña en Barcelona por primera vez en unas elecciones generales y no en Madrid.

Este martes Rivera ha estado en Valencia, junto a Toni Cantó. Y hoy, miércoles, estará en Mérida y por la tarde en Sevilla dando un paseo en barco por el Gualdalquivir con el vicepresidente de la Junta, Juan Marín. Este tipo de formatos no ha propiciado que Rivera se dé un baño de multitudes. Por lo general, la mayoría de sus actos se han celebrado en recintos pequeños, de poco aforo, para presentar las medidas del programa en coloquio con los dirigentes de cada área.

En otras ocasiones el líder se ha ido “de cañas” con los candidatos provinciales y los simpatizantes y afiliados. Pero algunos de estos encuentros han quedado desangelados ante la escasa movilización de las bases.

No es de extrañar que para evitar un pinchazo el día de cierre en Barcelona, el partido haya enviado a todas las agrupaciones un mensaje interno, al que ha tenido acceso eldiario.es, tocando a rebato. Para ello han avisado que cuentan con autobuses que fletará el partido para arropar a Rivera y Arrimadas.

El domingo, a partir de las ocho, hora de cierre de los colegios electorales, la dirección del partido se concentrará en la sede nacional para seguir el escrutinio con la respiración contenida. La supervivencia no solo de Rivera sino de otros muchos dirigentes –y trabajadores– depende de que los sondeos se equivoquen, al menos en parte, y ese esfuerzo por la “remontada” se materialice.

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