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El perro Lucas nace de los manuales de estrategia política de Ciudadanos

Captura del vídeo publicado por Albert Rivera

Carmen Moraga

El vídeo de Albert Rivera con el ya famoso perro Lucas, un cachorrito “que aún huele a leche” y que el líder de Ciudadanos ha anunciado que usará esta noche como “arma electoral” en el único debate que se celebrará antes del 10N, no es fruto de una idea improvisada o aislada de campaña electoral. El nuevo vídeo de la 'factoría Ciudadanos', equipo que capitanea el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, responde a una estrategia política recogida en sus manuales que ya fue empleada en otras campañas electorales.

El informe interno de gestión que publicó en exclusiva eldiario.es, donde Ciudadanos hacía balance del impacto de polémicas iniciativas electorales como ir a hacer actos electorales donde son abroncados, constatan, no obstante, que las fotos “más humanas y personales de Albert” son las que tienen una mayor repercusión en las redes sociales. Una del líder de niño con su gata Grisley, otra más subido a la moto de su padre... También un vídeo que muestra a Rivera visitando a Begoña Villacís tras dar a luz a su hija Inés y entrando en el hospital con gran ramo de flores y un kit de bebé.

Lo mismo ocurrió cuando hace unos días fue Inés Arrimadas, la portavoz en el Congreso, quien anunció que estaba embarazada. Rivera repitió con un vídeo de felicitación en Twitter y a las pocas horas había una lona inmensa colgada en la fachada de la sede nacional dándole la enhorabuena con unos emoticonos. Ahora, ha sido el vídeo con el perro subido a Twitter y a Instagram el que ha tenido un gran éxito.

En aquel informe interno el partido recomendaba “seguir aumentando los recursos e innovaciones” en redes porque habían conseguido “mantener el liderazgo de Albert sobre los demás líderes en este sector, principalmente sobre Pablo Casado, pero también sobre Sánchez y Abascal”. Salvo -añaden- “con la excepción de Iglesias que sigue siendo el que más seguidores tiene, pese a que el recorrido de sus contenidos es mucho menor al que tenía hace un año”.

Así que en estas elecciones el partido ha tirado del mismo manual y ha decidido apostar por multiplicar los vídeos, los carteles y las fotos de Rivera con el fin de atraer a un electorado que amenaza con darle la espalda el domingo que viene.

Antes de este vídeo con el cachorro Lucas, el partido ha publicado otros no menos llamativos y que han provocado todo tipo de reacciones. Como en el que sale Rivera con varias mujeres de su partido, con unas camisetas en las que se autobautizan como “liberales ibéricos”, haciendo propia la expresión que les dedicó Pedro Sánchez en un mitin por minusvalorar la exhumación de Franco.

Además, el partido ha ido colocando estos días en la fachada principal de su sede diversos carteles para atraer la atención de los electores. El ya citado para felicitar a Arrimadas por su futura maternidad al que siguió otro con una sarta de chorizos para denunciar la corrupción del bipartidismo, encarnado por el PP y el PSOE.

Este cartel fue acompañado también con otro vídeo en redes en el que se ve a una mujer comprando productos de charcutería en una carnicería. El comerciante le ofrece todo tipo de “chorizos”: el de los EREs “el chorizo más grande, con una maduración de 30 años”; el de Gürtel, con el que hay tener cuidado porque “repite”; los chorizos de Púnica, que vienen “recién imputados”; el chorizo de las Black y el chorizo Pujol que ya es “un clásico” de la carnicería con “un 3% de descuento”.

En otro anterior alertaban de la posibilidad de que se indulte a los políticos condenados por el 'procés' y a “los corruptos del PSOE y PP”. Y en otro posterior, la formación de Rivera optó por criticar el monodiscurso del independentismo.

Todas estas publicaciones responden a una misma estrategia: explotar la imagen del partido y del líder en Twitter, fundamentalmente, porque han constatado que ha tenido muy buen resultado, según el análisis de la formación. En el documento aprobado por el Consejo General el pasado mes de julio, el partido se jactaba del impacto que tiene este tipo de iniciativas en redes sociales.

Según el informe, en las dos últimas campaña electorales, la de las generales del 28A y la municipal del 26M, Albert Rivera logró experimentar en todas las redes sociales un notable aumento de seguidores con iniciativas de este tipo: “Se han registrado enormes crecimientos en el número de seguidores en todas las redes sociales y se han producido algunos de los mensajes de más éxito de la historia de los perfiles de Albert”, señalaba el documento.

El partido no ocultaba además su satisfacción por el trabajo previo realizado antes de los dos debates electorales en los que participó el líder en las anteriores generales, el de RTVE y el de Atresmedia. “Los tuits y los post de Instagram y de Facebook que se publicaron en torno a esos eventos son ya de los más exitosos de la historia de estos perfiles, con 11.000 likes en el tuit de la salida de RTVE y más de 20.000 en los mensajes de Instagram”.

Pero de lo que más orgullosos se muestran es de la gran repercusión que consiguió Rivera con fotos “más humanas y personales de Albert”, dentro de las cuales se enmarcaría ahora el perro Lucas. Otra de las imágenes que destacan son “los guiños territoriales” que hizo Rivera en la campaña de las autonómicas como la que fue grabada en Murcia “degustando tomates de la huerta”.

Para el partido todas estas instantáneas marcaron “hitos claves” en las redes por lo que sentencian que con ellas “se vuelve a acreditar el éxito de este tipo de publicaciones”, con un impacto “muchas veces mayor de cualquier mensaje político”.

El informe de gestión incluye juntos a estos “hitos” protagonizados por Rivera otros “actos especiales”, como de la manifestación celebrada en la Plaza de Colón, en la que Rivera terminó fotografiándose con Santiago Abascal, pese a sus reticencias; o los mítines de Rentería y Miravalles, en donde fueron insultados por radicales vascos.

Todos ellos han desatado todo tipo de comentarios en las redes. Pero el que ha batido todos los récords es el de Lucas, el perro propiedad de Pablo Sarrión, uno de los compañeros de partido, que ha acompañado -y entretenido- estos días al equipo de campaña mientras preparaban encerrados en la sede nacional el decisivo debate de este lunes, en el que Rivera se juega su futuro al frente de Ciudadanos.

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