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El conseguidor de Púnica: “He quedado con el tío de Indra que nos va a pagar en La Moraleja”

El conseguidor de la Púnica, Alejandro de Pedro, en la comparecencia en la Asamblea de Madrid.

Irene Castro

“He quedado con el tío este de Indra que nos va a pagar a las 10:30 en La Moraleja”. Así le contó el conseguidor de la Púnica Alejandro de Pedro a su socio que se iba a encontrar con un directivo de la multinacional para cobrar lo que presuntamente le adeudaba por derivación del consejero madrileño Salvador Victoria.

Esa conversación se produjo el 22 de septiembre de 2014, según las grabaciones que forman parte del sumario de la Operación Púnica en la Audiencia Nacional. Esa cita se produjo, por tanto, una semana después de que el entonces consejero de Presidencia, Salvador Victoria, llamara a De Pedro y le asegurara que iba a “desbloquear” con el consejero delegado de Indra ese pago.

Cuando fue detenido en el marco de la Operación Púnica, el propio De Pedro confesó que un alto directivo de Indra le entregó 10.000 euros en el interior de un coche. Los investigadores tienen fotografías de ese encuentro entre De Pedro y el director general de la compañía, Santiago Roura, dentro de un vehículo en un parque de una urbanización de La Moraleja, una exclusiva zona del norte de Madrid. “Cuando fui tenía un sobre debajo del asiento y simplemente me dijo, coge el sobre y salte a la puerta. El sobre tenía 10.000 euros”, dijo De Pedro en su confesión ante el juez.

“Lo primero es cobrar”

En la investigación no consta documentalmente la entrega de esos 10.000 euros, pero sí que De Pedro, tras ese encuentro, hizo un ingreso en el banco por esa misma cantidad. José Martínez Nicolás, exconsejero delegado de la Agencia Informática y de Comunicaciones (ICM), una sociedad pública dependiente de la Comunidad de Madrid, aseguró ante el juez que Victoria ordenó a Indra –adjudicataria millonaria de la comunidad– el pago a De Pedro por servicios realizados para Victoria.

“Esto se ha hecho toda la vida, nunca ha pasado nada”, le dijo Victoria a de Pedro en su conversación a mediados de septiembre de 2014: “Yo he llamado al consejero delegado [por Javier de Andrés] y he quedado a tomar un café con él, para ver si lo desbloqueo”.

En la conversación de De Pedro con su socio, Alonso celebra que vaya a verse con el directivo de Indra: “Lo primero es cobrar. Para cobrar no podemos tener falta de nada”. “Estos son netos, esto entra...”, le contesta el conseguidor de la Púnica.

“A ver si le clavas alguna cosa”

De Pedro le cuenta su cita a Alonso porque tenía problemas logísticos para llegar hasta La Moraleja ya que previamente había quedado con Pedro Antonio Sánchez, entonces consejero de Educación de Murcia y hoy presidente de la región, que estaba interesado en sus servicios de reputación online, según se desprende de las grabaciones del sumario. La cita era a las 9 de la mañana en el lujoso Hotel Villarreal, situado enfrente del Congreso. A última hora el político del PP cambió el lugar de la cita, que se produjo en un bar cercano.

Alonso, socio en una de las empresas de la trama (Eico) dedicada al posicionamiento en red, le recomienda que intente colocarle algún servicio para la Consejería de Educación murciana: “A ver si además de lo de su reputación le cuentas alguna cosa de lo que estas haciendo con Fígar [Lucía Fígar, entonces consejera de Educación en Madrid, imputada, como victoria en la trama] a ver si le pudiéramos vender algo más”.

“Como éste lo que quiere es lo suyo por su problema, pues esto a tope. Eso, como es sumar, nos viene como dios, pero dile que hay otras cosas que estoy haciendo en Madrid con Lucía y, como es su referencia, a ver si le clavas alguna cosa”, termina Alonso.

Los cuatro contratos que investiga el juez Velasco entre la Consejería de Educación y dos sociedades del empresario De Pedro están firmados entre 2012 y 2014 y suman algo más de 80.000 euros. Tres de esos contratos estaban destinados a que Madiva, una de las compañías del conseguidor de la Púnica, mejorara presuntamente la reputación online de Figar. La sociedad controlaba una red de 60 diarios digitales zombies que reproducían las notas del departamento de Educación y engañaban a los buscadores de Internet, apareciendo la propaganda en puestos preferentes de las búsquedas de los usuarios. Según elconfidencial.com, el dinero público habría servido también para mantener el blog personal de la exconsejera de Educación.

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