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“De momento, el Govern balear no peligra, pero es evidente que existen tensiones”

David Abril, coportavoz de Més per Mallorca

Angy Galvín

  • El diputado y coportavoz de Més per Mallorca, formación que gobierna en Baleares con el PSOE, niega que el pacto de izquierdas que sustenta el Govern esté en peligro por el apoyo de los socialistas al 155

La aprobación este viernes en un pleno del Senado de las medidas que el Gobierno español quiere aplicar en Catalunya al amparo del artículo 155 ha provocado un efecto dominó en el Govern de les Illes Balears, donde el PSIB-PSOE y Més per Mallorca comparten poder, apoyados externamente por Podem, Més per Menorca y Gent per Formentera.

La disyuntiva es clara: los socialistas baleares no apoyan la puesta en marcha del artículo 155 –que sí cuenta con el respaldo del PSOE nacional–, pero no manifiestan claramente su rechazo para algunos de sus socios, o bien estos se sienten incómodos con la postura del PSOE.

La presidenta Francina Armengol, cercana al secretario general Pedro Sánchez, es contraria a la aplicación del 155 porque “agrava el problema” y apuesta por el diálogo para solucionarlo. En la misma línea, el portavoz de los socialistas baleares, Iago Negueruela, considera que “el 155 no ayuda”. También rechaza la aplicación de esta medida la mayoría del PSIB, una de las delegaciones más “progresistas” del PSOE, y cuyos diputados votaron en contra de la investidura de Mariano Rajoy autorizados por la ejecutiva del partido en las Islas. 

Sin embargo, esta postura no parece satisfacer a todas las formaciones que sustentan el 'Govern del Pacte'. Més per Menorca analizará esta semana cómo puede afectar la aplicación del 155 a la relación que mantiene “con los partidos que apoyan al Gobierno de Rajoy” (refiriéndose al PSOE). El partido ha anunciado que pedirá la dimisión de los expresidentes y actuales senadores autonómicos José Ramón Bauzá (PP) y Francesc Antich (PSIB), designados por el Parlament, si votan a favor de hacer efectivo el 155. 

Podem, por su parte, también ha pedido a Antich que vote en contra del 155 en el pleno del Senado del próximo viernes –el propio expresidente dijo que la votación “es un marrón”–, y ha solicitado a los dos senadores que “en lugar de seguir órdenes de su partido escuchen al Parlament”. “Votar esta suspensión política es una cosa inasumible para mucha militancia socialista”, ha añadido la portavoz parlamentaria Laura Camargo, quien ha señalado que un voto a favor del 155 por parte de Antich sería “muy desagradable”.

La atención está puesta sobre Més per Mallorca, los socios de gobierno de Armengol. Voces reconocidas de la formación han manifestado categóricamente su repulsa al 155. El vicepresidente del Govern y secretario general de la formación, Biel Barceló, considera que la aplicación del 155 es un “golpe de Estado”. Una de las figuras más importantes de Més per Mallorca es David Abril, coportavoz del partido y diputado en el Parlament.

¿Cuál es la posición de Més per Mallorca en relación a la aplicación del artículo 155 en Catalunya?

Nos oponemos totalmente. Es un paso más en la deriva autoritaria del Gobierno español. Desde las Islas observamos que hay un lado que hace gestos de diálogo, pues Puigdemont los ha hecho en los últimos días en diversas ocasiones. En cambio, en el otro lado, vemos la aplicación del 155, el encarcelamiento de los Jordis, y las continuas amenazas de portavoces totalmente irresponsables, como Pablo Casado. Además, el 155 comienza hoy en Catalunya, y vete tú a saber dónde acaba, porque ya hemos visto al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha o a gente del PP en Euskadi y Navarra diciendo que también se tendría que aplicar allí.

Entonces, ¿temen que el 155 acabe con una recentralización de competencias?

Sí. El problema, y en esto compartimos visión con Compromís, es que hablamos mucho de Catalunya, pero no de cómo estamos otros territorios ante el proceso de recentralización que ha habido durante los últimos diez años. En Baleares parece que somos radicales por pedir el cumplimiento de un Estatut que se aprobó en 2007, en la época de Jaume Matas, y con nuestro voto en contra.

El asunto es que competencias que son fundamentales, como la cogestión aeroportuaria y portuaria, no llegan. Podemos esperar sentados. Y nos da miedo que se abra ahora el melón de una reforma constitucional que deje peor a territorios como Baleares, que necesita más competencias y autogobierno para servir mejor a los ciudadanos. Nos da miedo sobre todo por la correlación de fuerzas y por si el PSOE no se suma al bloque democrático y se ancora con PP y Ciudadanos.

Teniendo en cuenta la división de opiniones entre PSIB y Més per Mallorca por la aplicación del 155, ¿está en peligro el 'Govern del Pacte'?

No, en absoluto. Es necesario reconocer el posicionamiento diferenciado que de momento ha mantenido el PSIB en relación al PSOE, incluso con posiciones más avanzadas que el PSC en relación al conflicto catalán. También hay que recordar que gobernamos PSIB y Més per Mallorca y que la tensión se pone entre nosotros dos, pero que en Baleares entre Podem, Més per Menorca y Més per Mallorca somos mayoría en la izquierda.

El PSIB es solo una pieza más, pero todas son imprescindibles si no queremos que gobierne la derecha que tanto mal ha hecho a nuestra tierra. De momento, el Pacte no peligra, pero sí que es evidente que existen tensiones, que son inevitables, como las que hemos tenido estos días con el sentido del voto del senador Antich, porque de Bauzá no esperamos mucho.

¿Por qué insisten tanto en Antich y no en Bauzá?

Yo desde el primer momento he hablado de todos los senadores isleños con representación en Madrid, sin distinciones. Quien crea en los principios constitucionales de autonomía no puede votar a favor de este artículo. Pero si entramos a hacer distinciones, quiero incidir en la dignidad del 'no'. Sobre todo dirigiéndome a los representantes socialistas. Hubo representantes de las Islas que en la investidura de Rajoy expresaron un voto del 'no' con dignidad y nos gustaría que esta misma dignidad la mantengan para el 155.

¿Pedirán la dimisión de los dos senadores en el caso de que voten a favor de la aplicación del 155?

No soy partidario, hasta que no hayamos pasado la pantalla del juego en la que nos encontramos, de entrar en cuáles son las decisiones que se deben tomar. 

¿Es compatible que vicepresidente Barceló diga que implementar el artículo 155 en Catalunya es un “golpe de Estado” y que Més per Mallorca continúe en el Ejecutivo?

Es lo que tiene ser un movimiento plural de izquierdas. Creo que ahora el posicionamiento de Biel Company (diputado y presidente del PP balear), que va de centrista, de Xavier Pericay (diputado de Ciudadanos), o de Jaume Font (diputado y líder de Proposta per les Illes), no es el mismo. Dudo que en su momento, si se sientan juntos en un consejo de gobierno, digan lo mismo. Como Gobierno, el PSIB y Més per Mallorca han tenido un posicionamiento más o menos centrado, pero es normal que se opine diferente. No tengo ninguna duda que tanto en el PSIB como en Més lo que se defiende, por encima de todo, son los intereses de Baleares. 

Parece que el PSIB es una de las secciones más progresistas del PSOE. ¿Cómo ven que los socialistas tengan un discurso en Baleares y otro para el resto del Estado?

Este problema es, en primera instancia, de los socialistas baleares. A mí me consta que hay una división importante ahora mismo entre la gente que se siente más del PSOE y la que está más cerca del PSIB. En todo caso, nosotros les consideramos un buen socio, como también lo es Podem. Lo importante es que si queremos que gobierne la izquierda y cambiar las cosas en las Islas, que es lo que hemos deseado durante muchos años en esta tierra, nos tenemos que poner de acuerdo.

Por tanto, todo lo que sea cosas que nos separan, hay que dejarlas en un segundo plano. Igual que en Més per Mallorca no cayó bien que Armengol fuera al desfile del 12 de Octubre, sobre todo después de las cargas policiales del 1-O, seguro que hay socialistas a los cuales no les gusta que el vicepresidente Barceló diga que los Jordis son presos políticos. Forma parte de la gestión de la pluralidad del Pacte, pero hoy por hoy no nos presenta ningún conflicto. 

¿Creen que el proceso que se vive en Catalunya dará lugar a un replanteamiento sobre el autogobierno de las Islas?

Tristemente, no. Los tiempos que vienen serán más de resistencia que de ir a la ofensiva. De hecho, hemos pospuesto la asamblea que teníamos convocada este sábado para debatir nuestra estrategia 'Mallorca 2030', en la íbamos a definir nuestra hoja de ruta soberanista. La hemos aplazado para que no quede contaminada por la cuestión catalana. La situación es tal que ha habido titulares de prensa que aseguraban que queríamos un referéndum de independencia en 2030, pero el documento de 'Mallorca 2030' no habla ni de referéndum ni de independencia.

En este ambiente de polarización se nos quiere situar en un extremo. No nos “apuntamos al carro de los catalanes”, lo que nos preocupa son los problemas de las Islas, que son muchos, sobre todo por la insularidad, como la movilidad, el tema de ser los peor parados en cuanto a financiación, etcétera. Además, cuando creamos Més después del 11-M, incluso el nombre del partido lo planteamos en clave de enfrentarnos a la crisis de la democracia, más que centrarnos en la cuestión del nacionalismo. En el tema catalán defendemos sobre todo el derecho a decidir. La cuestión catalana nos moviliza como demócratas.

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