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La democracia en España: diez años de retrocesos

Imagen de archivo de una concentración del movimiento 15 M en la Puerta del Sol

Marta Barandela

La democracia española se resiente tras una década marcada por la crisis económica y la aprobación de leyes regresivas en materia laboral. Los expertos consultados por la Fundación Alternativas en su Informe anual sobre la Democracia en España le conceden una nota de 5’5, aunque alertan de que aspectos referentes a los derechos económicos y sociales, como la protección de la salud o la libertad sindical, han experimentado un retroceso superior al punto y medio en los últimos años.

La nota es tres décimas mayor que la del año pasado, pero se queda lejos del 6'2 de 2007, el primer balance realizado por la Fundación. “Si hay alguna recuperación es sobre todo debido a la aparición de nuevos partidos, que han generado un aumento de la participación”, explica Berta Barbet, doctora en Ciencias Políticas y subdirectora del Laboratorio Alternativas.

A pesar de la mejora, los expertos han penalizado a lo largo de los años la falta de reacción frente a la corrupción y la imposición de decisiones desde el extranjero: “El de las injerencias internacionales es un ejemplo claro. Ahora mismo a lo mejor es menos evidente, pero la sombra no ha desaparecido. Las pérdidas de derechos sociales siguen estando ahí”.

El informe –que también analiza, entre otras cuestiones, el fenómeno del populismo o el nacimiento de Ciudadanos– hace balance de la política económica del PP durante su primera legislatura. Y cita varias cifras: entre mayo de 2012 y 2013 se destruyeron 629.000 puestos de trabajo. Más de 12 de cada 100 trabajadores continuaban en situación de pobreza pese a trabajar el último año que hay registro, 2015, y la tasa de temporalidad entre el cuarto trimestre de 2011 y el primero de 2016 se mantuvo “excepcionalmente alta” (un 25%), según reza el documento.

Ignacio Jurado, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Oxford y coautor del informe, apunta que en 2016 se dio un cambio clave en el mapa político: la oposición ha virado de tener como función el control político del gobierno a tener un rol en la gobernabilidad. Esto depende de dos cuestiones: cómo de estables perciban los partidos a sus electorados  –“si volvemos a un estado de agitación, es más posible que Ciudadanos y PSOE sean más aversos al riesgo y su oposición sea más obstruccionista”– y de la forma en que el PSOE resuelva su liderazgo y consiga comunicar su estrategia de negociar medidas con el Ejecutivo.

“Si el multipartidismo se consolida en España, la lógica parlamentaria se acabará imponiendo y tarde o temprano se producirán acuerdos que permitan gobernar a fuerzas que no sean las más votadas”, pronostica Jurado.

Suspenso en medidas frente a la corrupción

Todos los aspectos que están relacionados con la corrupción reciben una nota inferior al 4. Los expertos consultados por la Fundación Alternativas critican que el poder político no está protegido de las presiones del poder económico y que la corrupción permanece impune. Los cargos públicos no tienen libertad para desempeñar su cargo sin someterse al dictado de los partidos, dice el informe, ni tampoco funciona un sistema de financiación que garantice la independencia de las formaciones políticas frente a los intereses particulares.

Otra de las debilidades de la democracia española son las ya mencionadas injerencias procedentes del ámbito internacional (Unión Europea) en la política y en la economía. “Este apartado sufrió una gran caída con el advenimiento de la crisis y la intervención de las autoridades europeas en la política económica de nuestro país ante el hundimiento de las cajas de ahorro y la expansión de la deuda pública”, explica el documento.

Además, señala el informe, los representantes políticos parecen encontrarse inmersos en una crisis de credibilidad. Se perciben como lejanos para los ciudadanos y el acceso de los distintos grupos sociales al poder político no es igualitario. Asimismo, los medios de comunicación reciben un suspenso por su escasa independencia con respecto al poder político y por tener “poco respeto” a los ciudadanos.

Aprobado en ciudadanía y derechos civiles

Los dos únicos aspectos de la democracia que aprueban son los relacionados con el respeto a los derechos civiles y la celebración de elecciones con las garantías requeridas. Como entre 2015 y 2016 ha habido varios comicios, se ha producido una mejor valoración en casi todos los aspectos que tienen que ver con ello: el proceso electoral se percibe como limpio, los ciudadanos pueden impulsar partidos políticos si quieren y el voto es libre.

Uno de los aspectos más llamativos del informe es que, según los expertos, la aprobación de la conocida como Ley Mordaza no ha supuesto una restricción de las libertades ni un retroceso en el respeto a los derechos cívicos y políticos. Berta Barbet apunta dos posibles causas: que en el momento de realización de la encuesta –finales de 2015– el debate sobre la ley estaba menos presente y que los expertos ya eran críticos antes con la capacidad para la protesta en nuestro país, por lo que su nota sobre esta cuestión ya era baja.

Por lo demás, se considera que en España se respetan los derechos civiles y, por tanto, se puede practicar cualquier religión, se tolera que la gente viva como quiera, se acepta la expresión en cualquier lengua y se protege la libertad de expresión y de asociación.

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