El Gobierno del PP de Castilla y León se revuelve contra un Rajoy en horas bajas ante la moción de censura
El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, está aprovechando la sentencia Gürtel para dar sus últimos coletazos contra Mariano Rajoy. En 2015 ya pidió en unas declaraciones en Onda Cero que se mirase al espejo. Tres años después, Herrera dice sentirse “abochornado” por la sentencia judicial que no sólo condena a políticos del PP y empresarios por la financiación ilegal del partido, sino también al propio partido “a título lucrativo”.
Las declaraciones de Herrera el pasado viernes, ya resultaron molestas. Tras asegurar haber dedicado “tres horas” a leer la sentencia, se sentía “abochornado de verdad”, pero matizaba que “para nada” criminalizaba la actividad de la Junta de Castilla y León. Una verdad a medias: entre los condenados está Jesús Merino, exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, al que se atribuye el cobro de comisiones por mediar en la adjudicación a una constructora de la variante de Olleros de Alba (León). La adjudicación estaba en manos de la Consejería de Fomento de la Junta, al frente de la cual estaba José Manuel Fernández Santiago. Aunque se le imputó, su condición de aforado trasladó la instrucción al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que acabó archivando la causa definitivamente. Las razones: no consideraba acreditada la prevaricación, a pesar de que se observaban irregularidades en el procedimiento, y el cohecho, de haberse producido, había prescrito. Detalles que no aparecen en la sentencia de la Audiencia Nacional, que sí que considera probado que Merino cobró por mediar en esa adjudicación. El propio pagador, Francisco Correa, reconoció que las iniciales T.O, T.T y TO, hacían referencia a “un consejero de Castilla y León”. A Fernández Santiago se le conoce en su círculo cercano como ‘Toti’.
Este martes, era el consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, quien también en Onda Cero seguía la estela de su presidente con unas declaraciones que levantaron ampollas. A su juicio es necesario celebrar unas nuevas elecciones, y estas se habrían producido de no haberse aprobado los presupuestos. Pero fue más allá. Declaró que Mariano Rajoy está “si no desacreditado”, afectado por una sentencia “que tiene un impacto muy fuerte en su credibilidad”. Para Rey se trata de “un caso extraordinario”. “Yo me pregunto, como constitucionalista, si esto ocurriera en cualquier país de nuestro entorno democrático, con usos y tradiciones democráticas, si sería posible mantener un gobierno así”, se cuestionó. Así, bajo la tesis de celebrar elecciones, añadió que era “deplorable” que no hubiese consenso a pesar de que “ya hay sondeos que en unas nuevas elecciones darían mayorías estables a una coalición entre PP y Ciudadanos”. “Me da la impresión de que el momento político es convulso y el desafío catalán repercute en el momento nacional. Estamos en un pantano bajo la niebla”, dijo. Pero, además, utilizó prácticamente las palabras de Herrera cuando afirmó que sentía “bochorno, vergüenza, indignación y tristeza”, así como el deseo de que los responsables de Gürtel “devuelvan lo robado”. Rey, que no pertenece al Partido Popular, es uno de los consejeros que mejor sintonía tiene con Herrera. Prueba de su buena relación es que Herrera no ha desautorizado sus declaraciones. Fuentes del partido apuestan precisamente porque estas fueron alentadas por el propio Herrera.
El mismo día en que Rey se pronunciaba así, el sucesor de Herrera al frente del PPCyL y presumiblemente a la presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, aludía a que Rey no es militante de su partido. “No representa a este partido ni en Castilla y León ni en la presidencia de la Junta. No coincido con él ni en el análisis, ni en los argumentos ni en su conclusión”. Poco después, Rey intentaba apagar el fuego asegurando que había dado “una opinión personal” y que no esperaba la repercusión a nivel nacional de sus declaraciones. La presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, alineada en el bando de Fernández Mañueco, también recalcó que Rey se expresaba de manera personal. Clemente, segoviana como el condenado Jesús Merino, fue impulsada políticamente por éste. Aterrizó en la Junta de la mano de Herrera que, a su vez, fue nombrado por Juan José Lucas. En esa carrera hacia la presidencia, Merino era el hombre fuerte, pero acabó saliendo de la Junta en 1999 para ser senador autonómico. En 2001, año en que Lucas pasó a formar parte del Gobierno Aznar, Merino renunció a presidir el PP de Castilla y León, y se mostró favorable a que fuese Herrera el sucesor.
Rey no es el único consejero que apoya las embestidas de Herrera a la dirección nacional del partido. Durante el Pleno de este martes, el consejero de Presidencia y vicepresidente, José Antonio de Santiago Juárez, pidió perdón por el caso Gürtel, pero para añadir que no afecta a la Junta de Castilla y León puesto que no se ha condenado “a ningún cargo autonómico”. Es la última tentativa de Herrera y los suyos de salir de la Junta –Herrera no concurrirá a las próximas elecciones– con una pátina de honradez a pesar de que los juzgados de Valladolid instruyen varias causas de corrupción que afectan a su Gobierno.