Trevín (PSOE) al Gobierno: “Quieren imponer el estricto orden público que les pide su Tea Party de Serrano”
El debate de la moción del PSOE contra la Ley de Seguridad Ciudadana ha vuelto a convertirse este miércoles en un clamor de toda la oposición contra nueva normativa que ha impulsado el ministerio del Interior. Aunque en esta ocasión el portavoz del PSOE no fue Eduardo Madina, que la semana pasada mantuvo un duro enfrentamiento con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sino el diputado asturiano Antonio Trevín, que acusó al Gobierno del PP de querer volver a tiempo pretéritos con estos cambios, “al Tea Party de Serrano”. “Nosotros preferimos la jaranera de los barrios populares”, señaló, dirigiéndose al banco azul gubernamental prácticamente vacío a esas horas.
Todos los portavoces que intervinieron, con sus más y sus menos, lanzaron duras críticas a la ley, salvo el representante del PP, Conrado Escobar, que la defendió con énfasis afirmando que “protege a la ciudadanía contra los violentos”.
La ley recibió un nuevo tirón de orejas incluso de los nacionalistas catalanes y vascos que acaban de apoyar la ley de Seguridad Privada, muy criticada por el resto de la oposición por dotar a los guardas y vigilantes de seguridad privados de la potestad para cachear y detener a los ciudadanos que alteren el orden.
En su intervención, el socialista Trevín pidió al Gobierno que retire de inmediato la ley de Seguridad Ciudadana pero también que suspenda las reformas del Código Penal que han puesto en marcha porque a su juicio ambas solo persiguen “intimidar” y “controlar” a la ciudadanía y “recortar derechos fundamentales”.
El portavoz de la Izquierda Plural, Joan Josep Nuet, fue más duro y acusó al PP de haber emprendido una “cruzada” y una “ofensiva conservadora” contra los que siguen considerando como “rojos, masones, independentistas y personas de mal vivir”. Nuet reprochó al Gobierno que se esté cargando “la separación de poderes” y de “temer que haya demasiada democracia”, motivo por el cual han “resucitado el TOP” (Tribunal de órden público franquista) y “a los grises” para que persigan a los ciudadanos. El diputado de la Izquierda Plural avisó de que el próximo 14 de diciembre hay una nueva convocatoria de “Rodea el Congreso” y la ciudadanía les volverá a decir: “no pasarán”.
También Rosa Díez, de UPyD, pidió que retiren la ley mientras preguntaba al Gobierno “por qué la han impulsado”. “¿Por qué crean problemas donde no existen?”. “Llevamos dos años de recortes de derechos fundamentales y ahora también quieren eliminar garantías. Es todo un despropósito”, lamentó.
Los portavoces de CiU y PNV, Feliu Guillaumes y Emilio Olabarria, respectivamente, se sumaron con ciertas reticencias a la moción aunque los catalanes reprocharon al PSOE que no haya aceptado una de sus enmiendas en la que exigen una mayor seguridad para garantizar la libertad ciudadana. Por ello anunciaron que votarán en contra de la retirada global de la ley pero apoyarán muchos de sus apartados. Olabarria incluso considero que la ley nace por la preocupación del PP de “perder votantes del ala derecha” por lo que el Gobierno ha creado artificialmente “una paranoia de inseguridad”.
El portavoz de ERC, Joan Tardá, después de dar su particular varapalo a la ley, aprovechó también para criticar al PSOE por no apoyar una enmienda sobre “el derecho a decidir” e “impedir la criminalización” de los que desean una consulta en Cataluña. “Cuando hagamos la consulta, ¿se van a aliar ustedes con ellos (el Gobierno del PP) para pararnos los pies?”, le preguntó el diputado republicano, retador, a Trevín.
El debate lo cerró con su réplica el portavoz del PP, Conrado Escobar, que cargó contra el PSOE al que acusó de haber “abandonado el centro político y la moderación” para instalarse en un discurso “demagógico” ahora que no gobiernan. “Han vuelto a la trinchera y a las barricadas”, sentenció el popular.