La visita oficial del presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, a Portugal ha ofrecido una inusual imagen de colaboración institucional entre dos gobiernos antagónicos en lo político, pero hermanados por intereses económicos comunes. El Ejecutivo del socialista António Costa es un espejo en el que se mira el presidente Pedro Sánchez, y guarda grandes paralelismos con él. Pero el cambio imprevisto que supuso su llegada al poder, en 2015, también recuerda a la investidura contra todo pronóstico de Moreno, que justo ahora cumple un año. El foro empresarial Andalucía-Portugal que se celebra este miércoles en Lisboa ha permitido ver a dos gobiernos defender el “éxito” de recetas económicas antitéticas, pero complementarias. Escribe Daniel Cela.