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Los motivos por los que cinco comunidades rechazaron las mascarillas de Koldo: otros proveedores, informes sobre “defectos” y forma de pago

El presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page; la presidenta de La Rioja, Concha Andreu; y la ex presidenta de Balears, Francina Armengol.

Angy Galvín

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La Rioja, Asturias, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura rechazaron las mascarillas de la 'trama Koldo' porque las consideraron “defectuosas”, caras o porque ya tenían un proveedor que les proporcionaba material suficiente. Otras regiones, en concreto Balears y Canarias, finalmente adquirieron este material, que, según fuentes cercanas al caso consultadas por elDiario.es, fue ofrecido a las comunidades autónomas a través de una reunión interterritorial de salud. En esta cita se informó que el Ministerio de Transportes había podido hacer un amplio pedido de cubrebocas y se proporcionó a los gobiernos regionales el nombre de las empresas con las que se había contratado el material sanitario.

En el caso de Castilla-La Mancha, el motivo que argumentó el Gobierno regional en junio de 2020 –dos meses después de que las compraran Balears y Canarias– para rechazar las mascarillas es que eran “defectuosas”. Así consta en el sumario del caso, en un intercambio de correos electrónicos, a los que ha tenido acceso elDiario.es. “La documentación que aporta (…) indica claramente que las mascarillas son defectuosas y por ello no podemos valorar su adquisición”. Fue la respuesta del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) a la oferta que había llegado hasta el Ejecutivo de Emiliano García-Page, que no ha aclarado todavía por qué consideró esos cubrebocas como “defectuosos”, pero ha explicado que, “visto el certificado emitido por la empresa, las mascarillas no cumplían con los mínimos que exige el SESCAM en sus compras”.

En esta oferta, según la relación de correos electrónicos, participó como mediador el propietario del aeropuerto de Ciudad Real, Rafael Gómez Arribas. Según estos documentos, el empresario estaba en contacto con Víctor Aldama y este a su vez con Iñigo Rotaetxe, ambos relacionados con la presunta trama de corrupción del asesor del exministro José Luis Ábalos, Koldo García. En uno de los correos se hace referencia al presupuesto para las mascarillas que querían vender al Gobierno de Castilla-La Mancha. “Ninguna de las empresas de la trama contrató con el Gobierno de Castilla-La Mancha y ninguno de los investigados contactó telefónicamente con el Gobierno regional. La oferta llegó a través del aeropuerto de Ciudad Real”, han precisado fuentes del gobierno de Castilla-La Mancha.

El encargado de hacer llegar esos datos al SESCAM fue el entonces director de Comunicación y Relaciones Internacionales del aeropuerto, José Fernando Sánchez Bódalo. Fue el 16 de junio de 2020 a las 23.07 horas. En el texto se indicaba una oferta del proveedor South Madrid International Airport SL de 350.000 unidades de mascarillas KN-95, al precio de 1,24 euros la unidad. A la oferta se añadía como documento adjunto una declaración de conformidad de CE Jianghe, la suministradora china, así como los correspondientes informes técnicos. Menos de una hora después, el SESCAM respondía rechazando la oferta.

Al día siguiente, en un nuevo correo remitido por Sánchez Bódalo se pedía la reconsideración de la oferta, sin que conste una nueva respuesta. En este último correo Sánchez Bódalo lamenta “la interpretación del informe que se menciona puesto que el mismo señala claramente como máximo permitido 21 defectos, tanto menores como mayores, y la inspección encuentra 5 menores y 3 mayores; ninguno crítico”, justificaba. “Esos mínimos defectos no afectan a los aspectos relacionados con la protección de la salud (inhalación /exhalación y filtrado), que son objeto del otro informe adjuntado y que no presentan problema alguno”, finalizaba la explicación.

En el caso del Ejecutivo balear, los cubrebocas fueron comprados en abril de 2020 y, para verificar el material, el Govern los envió a analizar en mayo de ese mismo año y supo un mes más tarde que no eran FFP2, sino mascarillas de menor calidad que las contratadas. Un documento del IB-Salut (el Servicio de Salud balear) confirma que la empresa envió en abril de 2020 la documentación técnica de las mascarillas que estaban llegando al aeropuerto de Barajas y que, una vez revisada la documentación por parte de los técnicos de este organismo público, se pudo concluir que cumplían, entre otras, con la normativa china CNAS y la GB2626/2006.

Eran caras para Aragón

Aragón fue la primera comunidad a la que Koldo García ofreció las mascarillas a través de Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, que tiene su sede en Zaragoza. La exconsejera de Presidencia del Gobierno aragonés, Mayte Pérez, ha explicado que habló con Koldo García por teléfono y que rechazó su oferta porque las mascarillas que ofrecía “eran más caras” que las que ya estaban comprando. No obstante, derivó la oferta a Ricardo Mur, presidente de la CEOE en Aragón, que en ese momento se encargaba de filtrar los contratos de la administración. 

Mur, según declaraciones recogidas por El Mundo, ha explicado que le pareció que Koldo García fue “bastante arrogante” y que le “olía raro” su forma de operar. “Me ofreció un precio que era unos 60 céntimos más caro por mascarilla que al que estábamos comprando a empresas conocidas y también me dijo que Aragón se tenía que encargar del paso de la mercancía por aduana. No lo podía entender”, ha comentado.

El Govern balear pagó 3,7 millones de euros por 1.480.000 mascarillas, es decir, 2,5 euros por cada una. Mientras, el Ayuntamiento de Madrid, con José Luis Martínez-Almeida como alcalde, desembolsó 6,2 millones de euros por 1.000.000 mascarillas, a 6,24 euros cada cubrebocas, a través de los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño. Un informe del Tribunal de Cuentas sobre las compras de material sanitario en municipios de más de 300.000 habitantes demuestra que fue la peor compra de España.

Además, el precio desembolsado por el Ayuntamiento de Madrid en esta operación (6,24 euros por unidad) fue, con gran diferencia, el más alto que un ayuntamiento español de más de 300.000 habitantes pagó por este tipo de producto (mascarillas KN95/FFP2). En torno a esas mismas fechas (entre el 23 y el 26 de marzo de 2020), por ejemplo, los Ayuntamientos de Barcelona y Zaragoza adquirieron este tipo de mascarillas por un precio unitario de 2,50 € y 1,60 € respectivamente.

La Rioja y Asturias ya tenían proveedores; Extremadura prefería no pagar por adelantado

En el caso de La Rioja, Koldo García intentó colocar sin éxito las mascarillas al Gobierno de Concha Andreu, que las rechazó porque ya tenían otros proveedores. “Contactó con el Gobierno de La Rioja, pero ya teníamos compromisos con otros proveedores, con lo cual ni lo consideramos”, detalla María Somalo, diputada socialista y consejera de Salud en el Gobierno de Andreu. “Ni siquiera atendimos la oferta”, añade.

Es el mismo caso que Asturias: la jefa de servicio encargada de las compras del Gobierno regional buscó información de la empresa implicada en la 'trama Koldo' y descartó hacer el pedido porque ya contaban con proveedores conocidos que no estaban dejando en la estacada al Principado en un momento crucial cuando todas las administraciones necesitaban material sanitario de este tipo.

Fuentes cercanas al caso asturiano explican a elDiario.es que funcionarias de compras del Servicio de Salud hablaron con Koldo García y “otra persona más de la empresa” y que, dado que no conocían a la compañía, “hicieron una búsqueda en internet y encontraron unas noticias sobre Ángola muy extrañas” que hacían referencia a una “estafa”. “La funcionaria que hizo la búsqueda, con toda esa información, habló con la entonces Gerente del Servicio de Salud (hoy consejera de Salud) y el entonces consejero de Salud y les dijo lo que había encontrado y leído y que no le daba mucha confianza. Y ellos dos, visto eso, rechazaron la oferta y por eso Asturias no les compró ninguna mascarilla a la empresa en cuestión”, explican.

La consejera de Salud en cuestión Concepción Saavedra, que en la anterior legislatura era la gerente del Servicio de Salud del Principado. Saavedra ha comentado que, en ese momento, el Gobierno asturiano contaba con un “expediente de contratación de emergencia con un número importante de mascarillas” y decidió que “no era el momento de adquirirlas por otra vía”. Saavedra ha reconocido que hubo un “aluvión de intermediarios”, si bien siempre se consideró trabajar con firmas “confiables dedicadas a este sector” y con las que había experiencia previa.

Por su parte, la Junta de Extremadura descartó la compra de mascarillas de la 'trama Koldo' porque dudaba de su viabilidad y no veía con buenos ojos la idea de que el dinero se pidiera por adelantado. Según el diario Hoy, Extremadura rechazó por aquellas fechas –en verano de 2020– otras ofertas similares de otros intermediarios.

Noticia elaborada con información de las ediciones locales de elDiario.es.

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