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Pablo Iglesias e Íñigo Errejón intentan rebajar tensión en la semana que definirá Vistalegre 2

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, en el Congreso de los Diputados

Aitor Riveiro

El proceso asambleario de Podemos que fijará cómo es el partido en los próximos años y quién lo dirige entra en un momento clave. Este martes se abre el plazo para recabar las propuestas que determinarán en un referéndum entre todos los inscritos cómo será la II Asamblea Ciudadana de Podemos.

La votación decisiva se celebrará entre el domingo y el martes. Antes, el sábado, el Consejo Ciudadano fijará el calendario del conocido como Vistalegre 2. Una semana que Pablo Iglesias e Íñigo Errejón han iniciado con un enfriamiento de la tensión de los últimos días, aunque ambos mantienen posiciones opuestas ante la convención del partido, prevista para febrero.

El anuncio por sorpresa del secretario general de que se iba a someter la metodología de la Asamblea a una consulta entre las bases del partido motivó la respuesta del sector agrupado en torno a Errejón. Junto al anuncio del referéndum, Iglesias marcaba su posición: que la votación de documentos y la de listas sean conjuntas. Es decir, la elección del próximo secretario general supondría también asumir sus documentos organizativo, ético y político.

El líder del partido llevaba así a los inscritos la decisión sobre un asunto que él y su número dos no han logrado consensuar. Errejón ya había asegurado a mediados de noviembre que no tenía intención de disputar la Secretaría General a Iglesias y que su preferencia era que documentos y dirección se votaran por separado en Vistalegre 2.

El 5 de diciembre Iglesias hizo pública su posición. Y el viernes siguiente, en pleno puente de la Constitución, un manifiesto suscrito por diputados nacionales y atutonómicos, concejales, cargos orgánicos y referentes externos de Podemos irrumpía en el debate y lograba recabar miles de firmas en pocas horas. Este lunes sumaba 6.474 adhesiones a favor de las tesis defendidas por Errejón.

El texto del manifiesto habla de “sometimiento” de unos proyectos a otros. El lenguaje cundió durante el fin de semana en mensajes en redes sociales entre los afines a Errejón. El responsable de Discurso de Podemos, Jorge Moruno, aseguraba en su canal de Telegram que una decisión colectiva “no debe quedar supeditada al uno” sino que “el uno debe acatar la decisión de los muchos”.

En una entrevista publicada el mismo sábado en Cuarto Poder, Iglesias señaló que si no se llega a un acuerdo, “tampoco hay ningún problema, las cosas se dirimirán en una votación y que elija la gente”.

Pese a que las posiciones se mantienen, el lunes ambos dirigentes han intentado rebajar la tensión dialéctica. El secretario general publicó una carta abierta en 20minutos en la que apela a un Podemos en el que ambos puedan trabajar juntos. “Quiero un Podemos en el que tú, uno de los tipos con más talento y brillantez que he conocido, puedas trabajar a mi lado y no frente a mí”, apunta en un texto en el que llama “compañero” y “amigo” varias veces a su secretario político.

Pocas horas después, Errejón calificó la carta de Iglesias de “ejercicio de responsabilidad” que permite “debatir sin caer en etiquetas simplificadoras”. Y zanjó: “Me está haciendo una invitación y yo encantado de hacer el camino juntos”.

En un mensaje en Facebook, el secretario político responde a la carta de Iglesias. En ella le advierte del riesgo de dar “pasos hacia atrás” en la construcción de Podemos después de advertir “que los poderosos sólo tienen una preferencia: neutralizarnos, arrinconarnos”.

Errejón recuerda la campaña electoral de la “remontada” del 20 de diciembre, el momento que en su opinión define el Podemos que quiere construir, “Sabes que voy a seguir haciendo camino junto a ti, porque se lo debemos a nuestra gente pero sobretodo porque es un honor”, señala. Y zanja: “Encontrémonos en el debate, compañero, hermano, amigo. Sin renunciar a nada. Juntos multiplicamos”.

Eso sí, ambos mantienen sus posiciones inamovibles. Iglesias quiere una votación conjunta de documentos y personas, lo que obliga a cualquier proyecto alternativo a medirse con él. El secretario general ha ganado, y por goleada, todos los plebiscitos que ha propuesto a la militancia. Errejón, que mantiene su intención de no presentarse, quiere una votación separada que le permita contraponer sus planteamientos a los de Iglesias ante las bases.

La tercera alternativa, la de Anticapitalistas, busca una fórmula mixta con la que alcanzar un consenso. El eurodiputado Miguel Urbán propuso el lunes que se vinculen el documento político y las listas pero que se puedan votar por separado los proyectos organizativo y ético. A partir de este martes, la Secretaría de Organización que dirige Pablo Echenique comenzará a recabar las propuestas para el referéndum.

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