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Diputados afines a Pedro Sánchez mantienen el pulso con la gestora del PSOE para salvarle

Pedro Sánchez, ex secretario general del PSOE, en su escaño del Congreso este miércoles

Irene Castro

Pedro Sánchez ha protagonizado buena parte de la primera sesión de investidura con su reaparición en el Congreso por primera vez tras su dimisión. El exsecretario general del PSOE mantiene la incógnita sobre qué votará el sábado, cuando la bancada socialista está obligada por el “mandato imperativo” del Comité Federal a abstenerse.

A la quincena de diputados que aseguran que desobedecerán la orden, se ha sumado en las últimas horas la presión de los que reclaman que se abstengan solo los socialistas indispensables para que el Gobierno eche a andar. Con esa jugada, Sánchez no tendría que tomar ninguna decisión y podría mantener el no sin enfrentarse a represalias.

El exlíder socialista ha llegado en coche al Congreso 45 minutos antes de que comenzara el discurso Mariano Rajoy y ha acaparado más atención mediática que el candidato del PP a su entrada al Palacio. Acompañado del que fue su número dos, César Luena, Sánchez ha asegurado que ha venido al Congreso a “escuchar” al presidente en funciones y que este jueves votará no a Rajoy. Ya lo había anunciado a través de Twitter.

Pero Sánchez no ha querido desvelar la gran incógnita. ¿Qué hará en la segunda votación, que es la de la discordia? “El sábado será otro día”, se ha limitado a responder tanto a su llegada como a su salida del hemiciclo.

Es en esa segunda votación en la que Rajoy será investido presidente al lograr la mayoría simple que necesita. La tendrá gracias al voto afirmativo de PP, Ciudadanos y Coalición Canaria y la abstención de la mayor parte de la bancada socialista. Necesita once votos en blanco.

Opciones endiabladas

En su entorno también juegan al despiste. Algunos dirigentes aseguran saber qué hará el exlíder el sábado, pero se niegan a revelarlo. Otros reconocen no tener ni idea de su plan. Todos coinciden en que, haga lo que haga, es una decisión complicada.

“Si desobedece, sienta un precedente muy negativo y que se le puede venir en contra si vuelve a liderar el partido”, reconoce un diputado sobre la posibilidad de que Sánchez mantenga el no. “Tiene que dejar el acta”, asegura otro diputado, que en contra de lo que dicen la mayoría de las fuentes consultadas, no considera que fuera un problema para liderar el partido en el futuro, pese a no tener presencia en el Congreso. En lo que todos coinciden es que no puede abstenerse porque perdería su credibilidad.

Algunos socialistas apuntan a la posibilidad de que Sánchez esté midiendo las fuerzas que tiene aún en el grupo parlamentario. Si los díscolos superan los 17, el PSOE tendrá complicado expulsarles porque perderá la jefatura de la oposición. José María Barreda admitió la dificultad de quedar por debajo de Unidos Podemos en número de representantes. Sin embargo, algunos diputados consideran que desobedecer la orden del Comité Federal “no puede quedar en nada”.

11 abstenciones “para salvar al soldado Sánchez”

En el sector oficialista recelan de los movimientos que Sánchez ha mantenido en los últimos días y del “pulso” de varios parlamentarios de su confianza para reclamar a la gestora la abstención de solo los 11 diputados. Primero fueron los ocho barones próximos al exlíder socialista quienes se lo pidieron por carta a Javier Fernández, que lo rechazó de inmediato.

Ahora la voz cantante la han llevado varios diputados socialistas en la reunión de grupo que la dirección convocó para dos horas antes de que Rajoy comenzara su discurso. César Luena, Pilar Lucio o José Luis Ábalos son algunos de los que se pronunciaron en ese sentido durante el encuentro.

El valenciano José Luis Ábalos se ha ofrecido durante la reunión a ser uno de los abstencionistas si la gestora admite que solo sean 11 los que tengan que votar en blanco para permitir que gobierne Rajoy. También se ha ofrecido la burgalesa Esther Peña, que no ha podido intervenir en la reunión por falta de tiempo. “Me ofrezco para que mis compañeros puedan votar que no. Ofrezco mi posición para llegar a un pacto que procure en estas 48 horas la abstención técnica y mínima”, declara a eldiario.es.

También la presidenta de la gestora del partido en Galicia o los diputados baleares defienden que solo once se abstengan: “La abstención se puede materializar de muchas maneras”, ha expresado Pilar Cancela. Patxi López también la ha reclamado ante esta “situación excepcional” para no aumentar “la división” interna del PSOE.

Sin embargo, Mario Jiménez, responsable de organización de la gestora, ha rechazado la abstención parcial, como ya había hecho Antonio Hernando a través de una carta enviada a los 84 diputados del grupo socialista. Jiménez ha asegurado en el cierre de la reunión que no quiere “señalamientos injustos”.

“Es una torpeza”, dice una dirigente de la Ejecutiva de Sánchez sobre la negativa de la dirección provisional. Sin embargo, en el sector oficialista ven en la exigencia de una abstención técnica una maniobra para “salvar al soldado Sánchez”.

“Van a esperar hasta el último momento a ver si hay una debilidad por parte de la gestora”, expresa un diputado andaluz que ve imposible que se decida ahora quiénes serían los encargados de encabezar la abstención, pese a la existencia de voluntarios. “No puede cambiar de posicionamiento. No lo entendería la gente, el partido ni el Comité Federal. La posición está cerrada”, agrega ese parlamentario.

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