Pedro Sánchez se ve con más opciones de gobernar un año después de ganar las primarias a Susana Díaz
“Nosotros consolidamos y avanzamos”. Esta frase, pronunciada este lunes por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, refleja el optimismo con el que el dirigente socialista afronta el ciclo electoral que se abrirá el próximo año y el estado de ánimo en el que se encuentra cuando se cumple el primer aniversario de su triunfo en las primarias que le enfrentaron a la presidenta andaluza, Susana Díaz, el 21 de mayo de 2017. A pesar de las encuestas, que desde julio apuntan a una bajada de los socialistas en estimación de voto situándoles en torno al 22%, Sánchez se ve hoy con posibilidades de llegar a la Moncloa.
El PSOE tiene, en su opinión, “todas las opciones de convertirse en la primera fuerza política” en España. Aunque considera que en este momento “el primer partido del país se llaman los indecisos, y hasta cierto punto es lógico porque no estamos ante una convocatoria electoral y porque la cultura política de muchos ciudadanos ha cambiado”, existe “un empate técnico entre el PP y el PSOE, con Ciudadanos como tercera fuerza y un Unidos Podemos en sus cosas”. Es un escenario en el que los socialistas podrían, según él, resultar vencedores. La “clave” es “trabajar con determinación en una línea recta y no dando bandazos como otros partidos”.
El “primer objetivo” de Sánchez es “ser la primera fuerza” en las elecciones autonómicas y municipales de 2019. Es el horizonte por el que, dice, están trabajando tanto él como su Ejecutiva. “Y lo vamos a lograr”, remarca. Esos comicios, unidos a los europeos previstos también para el próximo año, serían la antesala de unas generales de 2020 que el líder del PSOE está convencido de poder ganar.
En este año transcurrido desde su llegada a esa “segunda vida”, como califica su recuperación de la Secretaría General tras su expulsión, en el fatídico Comité Federal de octubre de 2016, se ha dado cumplimiento a algunos de los principales “ejes” delimitados a raíz del 39 Congreso que refrendó su nombramiento. Sánchez menciona, por ejemplo, “la profundización en la participación democrática y en la toma de decisiones” dentro del partido. “Ese objetivo está cumplido”, porque el de hoy “es un PSOE que evidentemente lo que hace es empoderar a la militancia”.
El apoyo al Estado “a pesar de este Gobierno”
También considera haber cumplido su labor de llevar a cabo una “oposición de Estado”. “Dijimos que apoyábamos al Estado, no a este Gobierno. O que apoyábamos a este Estado a pesar de este Gobierno”, recalcaba en la rueda de prensa posterior a la Ejecutiva. Defendía así su papel ante el desafío independentista en Catalunya, y por el que está recibiendo críticas desde distintos sectores de la izquierda. El catalán es un asunto ante el que el PSOE se ha tenido que “morder alguna vez la lengua”. “No hemos querido hacerlo público, pero había mucho reproche que hacer al señor Rajoy”, aseguraba. Sin embargo, su equipo ha considerado “importante ejercer una oposición de Estado”, que le ha llevado a respaldar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el mantenimiento del artículo 155.
Precisamente respecto a su posición en torno a la crisis catalana, Sánchez considera que el PSOE “está haciendo un ejercicio de coherencia” con su “historia política”. Insiste así en la necesidad de que los dirigentes independentistas, incluido el president Torra, cumplan las leyes, así como de su acatamiento de la Constitución, para lo que ha propuesto una normativa que regule la toma de posesión de los altos cargos. “Dentro de la ley podremos hablar de cómo renovar ese pacto constitucional y de cómo garantizar la convivencia entre territorios”.
“La España de la diversidad”
El principal propósito de Sánchez es situar al PSOE como la “izquierda de gobierno”. Para ello plantea “una propuesta de país que lógicamente está muy alejada de los parámetros del PP y de Ciudadanos”. El líder socialista arremetía este lunes especialmente contra la iniciativa España Ciudadana presentada el domingo por el partido naranja, “buena muestra de la España aznarista que vuelve a defender el señor Rivera”.
Es “la peor de las propuestas para la España del 2018”, porque “ya conocemos sus consecuencias: las estamos sufriendo hoy en forma de confrontación territorial”. Frente a esa España de “Aznar 2.0”, como ha calificado la iniciativa de Ciudadanos, el PSOE “propone la España progresista, la de los derechos frente a la precariedad, la de la cohesión frente a la desigualdad, la de la integración frente a la exclusión, y la de la diversidad y la pluralidad frente a la España uniformada que tradicional e históricamente han defendido las dos derechas”.