Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Unidas Podemos acepta la vicepresidencia tercera para blindar a Díaz en Trabajo

Yolanda Díaz, Carmen Calvo y Nadia Calviño en un acto con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Esther Palomera / Irene Castro

103

Si Pablo Iglesias pensó que Pedro Sánchez aceptaría sin más los cambios que le propuso para el Gobierno, se equivocó. Y si además creyó que Yolanda Díaz estaría en la estructura del gabinete por delante de Nadia Calviño, también se equivocó. O vicepresidenta segunda o ministra de Trabajo. Ambas carteras son incompatibles de acuerdo a la actual estructura gubernamental. Así se lo planteó Sánchez a su socios en la reunión, al término del Consejo de Ministros, en la que abordaron los cambios a los que obliga la salida del líder de Unidas Podemos del Ejecutivo para disputar a Ayuso la presidencia de la Comunidad de Madrid. El presidente ofreció a su socio que Díaz mantuviese Trabajo, pero con una vicepresidencia tercera, una propuesta que aceptaron los morados para blindar a la actual titular de Trabajo en el área que lleva dirigiendo desde hace año y medio. La segunda vicepresidencia la ocupará Nadia Calviño cuando Iglesias abandone definitivamente el gabinete, algo que no tiene pensado hacer hasta que comience oficialmente la campaña electoral.

La cartera de Trabajo adscrita a la Vicepresidencia Segunda se convertía así en el principal obstáculo para el plan de relevo que había diseñado Pablo Iglesias. Y es que a Sánchez le suscitaban dudas que Yolanda Díaz mantuviera las competencias de Empleo desde el tercer puesto en el organigrama del Gobierno, por detrás del presidente y la vicepresidenta Carmen Calvo. El motivo es doble: por un lado, no le sentó bien que Iglesias diera por hechos los cambios en el Gobierno -una prerrogativa que corresponde al presidente- y, por otro, el embrollo organizativo y las derivadas políticas que supondría para el área económica tener una vicepresidenta por encima de Nadia Calviño. Mucho más que lo fuera Díaz, con quien la responsable del área económica ha tenido más de una desavenencia.

El todavía vicepresidente considera que el relevo irá bien en todo caso y que, será en términos generales, como ha propuesto tras haber hablado con Sánchez, según ha asegurado a elDiario.es. Unidas Podemos perderá, eso sí, la vicepresidencia segunda, si bien Ione Belarra, actual secretaria de Estado para la agenda 2030 asumirá la cartera de Derechos Sociales, como quería Iglesias.

El líder de Podemos señaló a Díaz como relevo en la vicepresidencia segunda y dio en todo momento por hecho que conservaría su actual ministerio, en el que ha logrado importantes acuerdos en el seno del diálogo social y que es su especialidad como abogada laboralista.

A Sánchez le pilló el anunció del líder de Unidas Podemos en una cumbre bilateral con Emmanuel Macron y dio una primera respuesta a la crisis de Gobierno que se le viene encima por la salida de Iglesias. El presidente aseguró que tiene “la mejor de las opiniones” de Díaz y confirmó que la vicepresidencia segunda le corresponde a Unidas Podemos dando por hecho que aceptaba las propuestas de cambios que había formulado Iglesias. “No habrá problema”, dijo Sánchez sobre el relevo que pretende acometer “en los próximos días” con “continuidad”.

Sin embargo, una vez en Madrid, Sánchez maduró la situación, escuchó a su núcleo duro y decidió que Díaz asumiera la vicepresidencia segunda, pero sin las competencias de Empleo, tal y como planteó a Iglesias. El problema formal es que Díaz, que había anunciado el día anterior en su cuenta de tuiter que sería vicepresidenta, mantuviera la cartera de un área económica y estuviese en el escalafón por encima de Nadia Calviño, la responsable actual de los asuntos económicos desde la vicepresidencia tercera.

Fuentes cercanas a Díaz sostienen que ella no ha peleado por asumir la vicepresidencia segunda ni por estar encima en el escalafón de Calviño y que así se lo ha transmitido a Iglesias, puesto que su prioridad es seguir gestionando el área de empleo, donde tiene por delante importantes retos, el más urgente, seguir dando pasos para desmontar la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Preguntado por la posibilidad de que Sánchez no quiera a Díaz como vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Iglesias asegura que el relevo se producirá de forma “razonable”. Lo que sí reconoce es que habrá mínimos cambios en la estructura de la coalición. Tras su encuentro con Sánchez, la Secretaría de Estado de Comunicación ha informado de que “hay acuerdo en los cambios que deben acometerse”, a falta de algunos detalles.

Sánchez se refirió este martes a los cambios que plantea Iglesias ante su salida y aseguró que “cumple los acuerdos de la coalición”. Las normas de convivencia que sellaron PSOE y Unidas Podemos prevé la situación de una hipotética “reestructuración” en el Gobierno a lo largo de la legislatura: “Se mantendrá el número de áreas gestionadas por el PSOE y por Unidas Podemos y su peso relativo en el conjunto del Gobierno en los términos acordados al inicio de la coalición”. En el caso de que los cambios sean “sustanciales” se revisará las “cuestiones esenciales”, según el texto.

“Los cambios que se produzca en el Gobierno no harán que variemos el rumbo del Ejecutivo y que consiste básicamente en no dejar a nadie atrás y en aprobar medidas ambiciosas”, ha expresado la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, al iniciar la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Pese a ello, en la parte socialista del Gobierno sí hicieron saber en privado su estupor con que Iglesias había comunicado su salida y las formas con que había obrado, dándolos por hecho. “Quien decide es el presidente, que no puede aceptar que parezca que Iglesias se marcha y, además, le deja puestos los deberes. Intolerable”, asegura un dirigente del PSOE.

Etiquetas
stats