El Gobierno acusa al PSOE de apoyar a “radicales que no tienen el más mínimo respeto por los derechos humanos”
El Gobierno sigue en la estrategia de acusar al PSOE de radicalidad por los pactos postelectorales, aunque hoy no le ha tocado a Mariano Rajoy. El presidente ha jugado el papel más moderado en la sesión de control y ha dejado en manos de la vicepresidenta y otros miembros de su gabinete los ataques contra los socialistas. Soraya Sáenz de Santamaría ha aprovechado una pregunta sobre derechos y libertades para criticar los pactos del PSOE. Cristóbal Montoro ha cuestionado los conocimientos de economía de Pedro Sánchez, cuando el secretario general ni siquiera estaba en el hemiciclo.
La vicepresidenta ha recriminado al PSOE los acuerdos que ha alcanzado tras las elecciones del 24M con Podemos o candidaturas avaladas por el partido de Pablo Iglesias. Para Sáenz de Santamaría los socialistas han apoyado a “radicales que no tienen el más mínimo respeto por los derechos humanos”.
“Tendría que explicar por qué su partido apoya a concejales en grupos municipales que ni defienden la libertad ideológica, ni respetan la libertad religiosa, ni los derechos de las víctimas, ya sean de Holocausto o del terrorismo, y que cuestionan la política penitenciaria”, ha expresado la vicepresidenta en un maremágnum de alusiones al exconcejal madrileño de Cultura, Guillermo Zapata, y a las declaraciones sacadas de contexto de Pablo Iglesias.
Sáenz de Santamaría ha tachado de “patética” la actuación del PSOE en los ayuntamientos y les ha advertido de que lo están “perdiendo todo” por estar abandonando “el respeto” a sus votantes. “Preocúpese de los ciudadanos y un poquito menos de los enjuagues dentro del PSOE”, le ha dicho una airada vicepresidenta al portavoz socialista, Antonio Hernando.
Hernando le ha reprochado que el Ejecutivo haya “maniobrado” para colocar a una jefa de los secretarios de la Audiencia Nacional, que fue compañera de estudios de Rajoy, cuando los trabajadores ya habían seleccionado a un aspirante a ese puesto. También le ha echado en cara que Interior haya destituido a dos comisarios por tomar café con el portavoz socialista en la Comisión de Interior, Antonio Trevín, tal y como reveló eldiario.es. “Usa su pregunta para interesarse por el destino de dos personas cuando en toda la legislatura no se ha preocupado por el destino por 68.000”, le ha respondido la vicepresidenta en referencia a todos los agentes que integran el Cuerpo.
Jorge Fernández Díaz ha justificado esa decisión de la dirección de la Policía aludiendo al reglamento que rige al Cuerpo. Así, ha asegurado que los agentes se deben a la “neutralidad y la imparcialidad políticas”. “Le exigimos que deje de utilizar a la Policía en su lucha mezquina contra el adversario”, le ha espetado el diputado Felipe Jesús Sicilia, que es policía de profesión. Al reprocharle la destitución de esos dos comisarios, el ministro le ha afeado que haya “olvidado” lo que aprendió en la Academia.
Frente a los cruces de acusaciones que han protagonizado los socialistas con varios miembros del Gobierno, Rajoy ha mantenido un tono tranquilo en su réplica a Pedro Sánchez. Solo se ha referido a los datos de la mejora de la situación económica. Pero el candidato del PSOE a la Moncloa ha recibido críticas desde el Gobierno pese a haber abandonado el hemiciclo.
Cristóbal Montoro no ha desaprovechado la oportunidad para cuestionar los conocimientos de economía del líder del PSOE. El titular de Hacienda, que ha negado que las medidas del Gobierno hayan provocado un incremento de la desigualdad, ha ironizado con el fichaje del exministro Jordi Sevilla como asesor del candidato socialista. “A ver si el señor Sevilla es capaz de explicarle a Sánchez la progresividad tributaria”, ha dicho Montoro en su respuesta al diputado Pedro Saura. Sánchez había reprochado que la reforma fiscal solo beneficie con 52 euros a los que “menos tienen” mientras que supondrá una mejora de 72.000 euros a los “que más tienen”, según los cálculos del PSOE.