El PP rechaza cambiar en Madrid la calle Caídos de la División Azul porque homenajea a “voluntarios contra la dictadura comunista”
El Pleno de Cibeles ha rechazado este martes con los votos del PP, Vox y Ciudadanos, la propuesta conjunta de Más Madrid y PSOE en la que solicitaban restaurar en el callejero de Madrid los nombres de seis calles con nombres franquistas por sus antiguas denominaciones, en cumplimiento de la decisión municipal de abril de 2017 de eliminar 52 nombres de vías y plazas que homenajeaban a personas o acontecimientos relacionados con la sublevación militar del 18 de julio de 1936, la Guerra Civil o el franquismo.
Se trata de las calles General Millán Astray, a cambiar por la placa a la Maestra Justa Freire; avenida Hermanos García Noblejas por Institución Libre de Enseñanza; Crucero Baleares por Barco Sinaia; Caídos de la División Azul por Memorial 11 de Marzo de 2004; glorieta Cirilo Martín Martín por Ramón Gaya y Algabeño por José Rizal.
PP y Vox han coincidido en acusar a los dos grupos de la oposición de intentar “desenterrar el pasado”, y de querer enfrentar de nuevo a los españoles en dos bandos para volver al “guerracivilismo”. Ortega Smith ha llegado a tildar la ley de Memoria Histórica de “ley de desmemoria histérica” o de “desmemoria antidemocrática”. Silvia Saavedra, concejala de Ciudadanos, se ha sumado a las críticas pese a los llamamientos del socialista Ramón Silva a que se desmarcaran en esta ocasión de sus socios de Gobierno.
Pero quien más ha defendido la nomenclatura de esas calles franquistas ha sido Borja Fanjul, portavoz del PP, que ha reprochado a Más Madrid y al PSOE el “macabro sentimiento que les lleva a desenterrar muertos” y ha llegado a justificar el nombre de todas esas calles, entre ellas la de Caídos de la División Azul, “una calle –ha dicho– en memoria de unos españoles que fueron voluntarios a luchar contra la dictadura más sangrienta y salvaje que asolado Europa en el siglo XX como es el comunismo”. Tampoco ve necesario quitar la calle de Millán Astray para llamarla Justa Freire (una maestra republicana) cuando Madrid “es una ciudad en expansión y se podría poner en otro sitio, en una calle nueva”.
Informa Carmen Moraga.