Los agricultores del Bajo Guadalquivir se manifiestan ante “una situación límite”: “Necesitamos ayudas ya”

“Nuestra situación es verdaderamente dramática”, comentan los agricultores del Bajo Guadalquivir. Al finalizar su marcha, van a entregar un manifiesto al Gobierno central y autonómico pidiendo que, “superen la confrontación política y trabajen de forma coordinada en la adopción de un plan de rescate del Bajo Guadalquivir, cofinanciado por ambas administraciones, y centrado en los agricultores profesionales que tienen en la agricultura su medio de vida”. 

“Al incremento de los costes de producción que de forma general soporta el sector agrario, se han sumado los efectos de una acusada sequía, que suma ya tres campañas con fuertes reducciones en la dotación de agua para riego, y que en la presente campaña alcanza ya el 85%, por tanto, estamos ante una situación límite para los agricultores del Bajo Guadalquivir”, ha sentenciado Ramón García, secretario provincial de COAG en Sevilla. Además, ha destacado que las características de estas tierras no permiten desarrollar ningún cultivo de regadío en condiciones de mínima rentabilidad con las dotaciones concedidas.

Por otro lado, hablan de la insuficiencia en cuanto a dotaciones económicas. “Por parte del Ministerio es poco el dinero que se recibe, pero sobre todo es que todavía queda mucho por definir, y el sector lo necesita para ya. Luego, por parte de Andalucía, el decreto es de mucha tinta pero de muy poco dinero. Estamos hablando de 10.000.000 de euros; eso es poquísimo si tenemos en cuenta que el sector, ya desde el año pasado, y sumando este, está en torno a los 500.000.000 de euros de pérdidas”, ha vuelto a sentenciar García.

Por su parte, Miguel López, secretario general de COAG Andalucía, ha defendido que “son necesarios los créditos para la gente que tenga impagos, que se pueda volver a trabajar sin que estés arruinado. Igual que rescatan a los bancos, que nos rescaten a nosotros”.

“Una situación bastante complicada”

La zona más afectada por este cúmulo de circunstancias se localiza en los municipios de Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera y Los Palacios. Municipios en los que, además, se han producido granizos que han dañado almendros, invernaderos y las pocas hortícolas donde se concentraba la escasa agua disponible. 

Toda esta situación lleva a los agricultores “directamente a la ruina al tener que hacer frente a inversiones y gastos, cuando acumulamos tres campañas sin prácticamente producción”. 

Y, por otro lado, todo esto se traduce en una pérdida también para las cooperativas que, sin materia prima, no pueden desarrollar su proceso de transformación. Debido a ello, explican, hay tres fábricas de concentrado de tomate que van a cerrar, y el resto de fábricas que abran, lo hará solo a un 10% de su capacidad. Esto supondrá aún más pérdida de jornal. “Todas estas circunstancias pueden llevar a que el bajo Guadalquivir, en un momento dado, se empiece a despoblar y todas las empresas cierren de manera definitiva; estamos ante una situación bastante complicada” ha concluido Ramón García.

“Subir el agua”

Los agricultores hablan de que “ojalá la sequía se acabe este año y empiece nuevo ciclo de lluvias”, pero también son más que conocedores de que “dentro de 5 o 6 años va a volver un periodo de sequía importante, y por lo tanto, tenemos que empezar a trabajar ya, y una de las cosas más importantes en las que trabajar es modificar el plan hidrológico actual”.

Sus planteamientos son que, “si siempre el sistema ha sido el de llevar el agua desde las cuencas hacia abajo, hay que empezar a pensar, porque hay tecnología suficiente para ello, en que hay que subir el agua”. Según el secretario provincial de COAG, “esto solamente se puede hacer con desaladora, y para poder permitir que haya desaladora, hay que empezar a trabajar ya”.