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INVESTIGACIÓN

El gigante sanitario Fresenius prometió dos millones a un exdiputado del PP si conseguía contratos de un hospital

Fresenius Millán Mestre

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El contrato lo explica con total claridad: “El intermediario ha recibido información de que la Fundación Puigvert puede tener interés en externalizar su gestión”. Por eso ofrece “sus servicios de intermediación”. Si logra adjudicaciones de ese hospital, la comisión no será pequeña: “La remuneración del intermediario consistirá en una cantidad máxima de dos millones doscientos cincuenta mil euros, más IVA”.

elDiario.es ha tenido acceso a un “contrato de intermediación” que se firmó el 11 de octubre de 2019. Es un documento confidencial, que explica las enormes cifras que mueve la sanidad. Es un acuerdo inédito y secreto, que ambas partes se comprometieron a esconder; una de las cláusulas obliga a “evitar la publicación o revelación de cualquier información”.

De un lado de este contrato está la filial catalana de Fresenius Medical Care, una de las principales multinacionales del sector de la sanidad –y que ha tenido en los últimos años problemas con la justicia estadounidense por prácticas corruptas–. Del otro, “el intermediario”: una pequeña consultora: M3 Análisis y Consultoría Económica, propiedad de un exdiputado ya retirado hace muchos años de la política: Manuel Milián Mestre.

Milián Mestre –79 años, nacido en 1943– es un histórico de la derecha española en Catalunya. Amigo de Manuel Fraga, fue uno de los fundadores del Partido Popular y durante más de una década, entre 1989 y 2000, estuvo en el Congreso como diputado del PP, un partido del que después públicamente se distanció. También ha trabajado como periodista y, en la década de los 80, como director de Estrategia y Comunicación de Foment del Treball, la patronal catalana, con la que ha estado vinculado durante toda su trayectoria profesional. Aún hoy tiene un despacho como asesor en el edificio de Foment del Treball.

Tras dejar el Congreso, en julio de 2000, Manuel Milián Mestre fundó una empresa, M3 Análisis y Consultoría Económica SL, de la que sigue siendo propietario junto con su familia. Su hijo, Albert Milián, es quien firma este contrato como administrador de la sociedad.

Y quien contrata a M3 como intermediario es Fresenius Medical Care, que se dedica fundamentalmente a la diálisis renal. Es el líder mundial en la fabricación de las máquinas que utilizan cientos de hospitales para filtrar la sangre de las personas con enfermedades de riñón: su cuota de mercado mundial es del 36%. 

Sus pacientes son enfermos crónicos y, por tanto, con mucho gasto sanitario. En 2022, Fresenius Medical Care facturó 19.398 millones de euros y tuvo un beneficio neto de 913 millones. Cada año, cientos de miles de personas en todo el mundo usan sus máquinas de diálisis. La empresa cotiza en la bolsa de EEUU y su principal accionista –alrededor del 32% de la sociedad– es su matriz en Alemania, Fresenius Group, que a su vez tiene otras líneas de negocio en el mundo de la sanidad –en 2016, Fresenius Group compró en España los hospitales del grupo Quirón–.

“Para Fresenius, la Fundación Puigvert era un objetivo importante por el prestigio que tiene”, explican fuentes del sector. Este hospital es uno de los centros de referencia en urología y nefrología de Catalunya. Es una fundación privada sin ánimo de lucro que fue creada en 1961 por el doctor Antoni Puigvert. Está ubicada en Barcelona, en el mismo recinto que el Hospital de Sant Pau, y lleva a cabo tanto actividad asistencial como de investigación. 

El centro tiene una parte privada y otra que presta servicios para la sanidad pública: la Fundación dispone de un contrato permanente con el Servicio Catalán de Salud. Según la última estadística disponible en el portal de la conselleria de Salud, en 2021 la actividad contratada por la administración autonómica a la Fundación –hospitalizaciones, urgencias, tratamientos y visitas periódicas– alcanzó los 44,26 millones de euros. Buena parte de estos pacientes que son derivados desde el sistema público son enfermos de riñón.

En las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado, Fresenius Medical Care fue el proveedor de los sistemas de diálisis de la Fundación Puigvert. Pero después este centro contrató para esos servicios a otra empresa: la estadounidense Baxter. El primer objetivo de Fresenius era recuperar este cliente: volver a ser el proveedor de hemodiálisis de este prestigioso centro catalán.

En el contrato de intermediación se establecen los distintos pagos que M3 cobraría, en función de los objetivos que alcanzara en su intermediación para Fresenius Medical Care. Son varias etapas: 

  • 150.000 euros por un primer informe de la situación financiera y “otro tipo de información relevante” de la Fundación Puigvert.
  •  Otros 150.000 euros si Fresenius se convierte en el proveedor de hemodiálisis del hospital.
  • 150.000 euros más si M3 consigue que Fresenius y la Fundación Puigvert lleguen a un acuerdo de desarrollo conjunto y expansión.
  • Y por último, la recompensa mayor: 1.800.000 euros como “success fee” (prima de éxito) si la consultora M3 conseguía que la fundación firmara con Fresenius Medical Care un contrato para gestionar la actividad sanitaria.

A todas estas cifras –2.250.000 euros en total– habría que sumarle el IVA correspondiente. Y también los gastos de M3, que se pagarían aparte. 

En el contrato también se establece la obligación de M3 de cumplir con los protocolos anticorrupción de Fresenius: entre otros, se compromete a no sobornar a ningún funcionario público o a ningún profesional sanitario. E incluye una estricta cláusula de confidencialidad sobre este acuerdo que “se mantendrá en vigor durante la vigencia del contrato y continuará tras la terminación de este”.

Milián Mestre: “Nunca pagaron nada”

“El contrato se firmó en 2019”, reconoce Manuel Milián ante las preguntas de elDiario.es. “Yo me desplacé dos veces a Madrid para iniciar la conversación antes de que mi hijo se hiciera cargo del tema”, asegura. “Se empezó un trabajo de análisis y estudio pero Fresenius nunca pagó ni un céntimo, ni siquiera los gastos”. “Entregamos el primer informe pero nos dijeron que eso se podía conseguir en una base de datos”. 

“Se produjo un cambio político en la compañía” –explica también Milián Mestre– “porque cambió la persona que negociaba con nosotros tras la firma del contrato”. Según su versión, se planteó incluso llevar a Fresenius a los tribunales por incumplimiento de contrato, pero decidió “dejarlo correr”. “En un pleito con una multinacional siempre tienes las de perder”, asegura.

En las cuentas de M3 Consultores tampoco figuran estos pagos. La facturación de esta empresa de Manuel Milián Mestre entre 2019 y 2021 apenas supera los 100.000 euros: muy lejos de las cantidades mínimas pactadas en este acuerdo privado.

Desde Fresenius, reconocen la existencia de este contrato, que defienden que cumple con “el comportamiento ético y conforme a la ley que es parte integral de la cultura empresarial” de esta compañía. La empresa también niega que se llegara a pagar.

“El objeto del contrato eran servicios de consultoría en relación con un negocio adicional inicialmente previsto”, asegura un portavoz de Fresenius desde Alemania. “Sin embargo, estos planes no se llevaron a cabo. En consecuencia, el contrato nunca entró en vigor y, por lo tanto, no se efectuó ningún pago a dicha empresa”.

Sin embargo, casi dos años más tarde, Fresenius Medical Care finalmente logró uno de sus objetivos: la adjudicación para las máquinas de diálisis de la Fundación Puigvert. Según fuentes de la dirección de este centro, este contrato se firmó en julio de 2021. Fresenius cede las máquinas por siete años y, a cambio, el hospital paga por los consumibles: los filtros y cánulas que necesitan estos aparatos de diálisis para cada paciente. 

En total, según aseguran desde la Fundación Puigvert, el acuerdo con Fresenius supondrá para el centro unos pagos de alrededor de medio millón de euros al año: tres millones y medio en total por los siete años previstos. Una adjudicación por la que –según figura en el contrato con M3– Fresenius estaba dispuesto a pagar una comisión de 150.000 euros: el 4% del total.

Desde la Fundación Puigvert niegan cualquier relación con Manuel Milián Mestre o su consultora M3. “La decisión de cambiar las máquinas de diálisis por otras más modernas se tomó para ofrecer un mejor servicio a nuestros pacientes”, explican desde la dirección del centro. “Tampoco sabíamos nada de estas gestiones con intermediarios”, aseguran esas mismas fuentes: “La Fundación ha obrado siempre con absoluta legalidad y somos completamente ajenos a este contrato de Fresenius con M3”.

Fresenius admitió en EEUU el pago de sobornos 

Pocos meses antes de que se firmara este contrato confidencial con M3, en la primavera de 2019, Fresenius Medical Care alcanzó un acuerdo con la Justicia de Estados Unidos donde reconoció el pago de sobornos y otras prácticas corruptas en 17 países, entre ellos España. Para cerrar la investigación judicial en EEUU, Fresenius pagó una multa de 231 millones de dólares. 

Entre otras cuestiones, Fresenius admitió en España pagos a la jefa de Nefrología del Hospital de Torrecárdenas (Almería), al jefe de Nefrología del Hospital General de Valencia y a seis doctores del Hospital de Valdecilla (Santander).

En total, según reconoció esta compañía ante la Justicia de EEUU, Fresenius Medical Care consiguió en España 21 millones de euros en adjudicaciones y contratos por medio de estos sobornos.

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