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Nueve claves del estudio de seroprevalencia español que espera la colaboración de 60.000 ciudadanos

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón y la directora del Instituto de Salud Carlos III, Raquel Yotti

Belén Remacha

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El Ministerio de Sanidad ha comenzado ya el “reclutamiento” para el estudio de seroprevalencia que busca obtener una “foto fija” de la transmisión del coronavirus en España. Lo han bautizado como 'ENE-COVID' y el Gobierno quiere darle protagonismo en la desescalada que queda por delante, motivo por el cual en la rueda de prensa habitual de técnicos que encabeza Fernando Simón ha participado este lunes la directora del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y coordinadora del mismo, Raquel Yotti, para explicar sus detalles.

Los dos organismos que han liderado el diseño de la operación son el ISCIII y el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero ahora el trabajo de campo queda en manos de las comunidades. Este lunes, según el calendario del estudio, muchos de los ciudadanos seleccionados han tenido que recibir ya una llamada telefónica de las autoridades sanitarias pidiéndoles su consentimiento y colaboración.

¿A cuántas personas se va a hacer?

El INE ha seleccionado a unas 90.000 personas repartidas en 36.000 hogares de todo el territorio. Es voluntario, así que esperan que finalmente la muestra la compongan unas 60.000. Es importante también que participen todas las personas que vivan en una misma casa, para observar la transmisión domiciliaria del virus. El Ministerio ha “animado” a que todos los ciudadanos a quienes llamen estén dispuestos a colaborar, ya que la muestra está seleccionada para que sea lo más representativa posible de la población española –por factores como la edad o el tipo de hogar–.

¿Quién lo hace?

“El papel de los servicios de Atención Primaria de Salud será especialmente relevante a lo largo de todo el proceso”, han repetido desde el Ministerio. En las últimas semanas han trabajado “un equipo de más de 100 personas de distintas instituciones, ministerios y administraciones autonómicas” para poder tenerlo a punto este lunes. Ahora serán las comunidades las que gestionen el procedimiento en primera fila, sobre todo a través de los ambulatorios.

La Comunidad de Madrid ha concretado más: serán equipos de Enfermería de Atención Primaria (30 en total para los 2.000 hogares de la región que se visitarán) los que acudirán a los domicilios. Las llamadas se harán desde el Centro de Atención Personalizada, el organismo que gestiona las citas telemáticas del Servicio Madrileño de Salud. Todo el personal ha recibido formación específica estas semanas, según el ISCIII.

Los análisis los coordinará el Centro Nacional de Microbiología en colaboración con múltiples hospitales regionales.

¿Qué tipo de análisis se hacen?

A los participantes se les hará un test rápido que detecta anticuerpos en sangre por inmunocromatografía, en el hogar o en un centro de salud, según las circunstancias. Es un pinchazo en el dedo, y la sensibilidad se estima superior al 80%, aunque principalmente se han probado entre pacientes graves y sanitarios, así que se desconoce su precisión en el conjunto de la población.

Para asegurar la fiabilidad, se obtendrá una muestra de suero también con un pinchazo en los brazos de los participantes que den su consentimiento, para someterla a una segunda prueba, “una técnica serológica más sofisticada y más precisa que los test rápidos”. No sería una PCR, sino de inmunoabsorción enzimática (de nombre ELISA).

A los ciudadanos se les pasará también un cuestionario sobre síntomas y posibles fuentes de infección que tendrán que rellenar en una aplicación web.

¿Qué detectan?

Como ha dicho Yotti, “no determinan si la persona es contagiosa o no”, sino si ha estado infectada por coronavirus en algún momento de los últimos meses, y habrá que ver cada situación particular. Estos test, como ella también ha indicado, detectan anticuerpos de tipo Inmunoglobulina M (IgM) e inmunoglobulina G (IgG): un positivo en los primeros indica un estadio temprano de la enfermedad; un positivo en los segundos, un estadio avanzado o ya superado. Están listos en unos 15 minutos.

¿Cuándo estarán los resultados?

El estudio consta de tres fases, cada una de 21 días, ha explicado el ministro Salvador Illa. Es decir, cada una comprenderá dos semanas de trabajo de campo y una de descanso de los participantes y análisis de los resultados. En total, unas ocho semanas, por lo que acabaría a finales de junio.

Raquel Yotti ha explicado que, aunque las conclusiones finales se conocerán entonces –y no serán inmediatas porque requerirán de un análisis– al término de las dos primeras semanas, cuando concluya la primera fase con una gran parte de las pruebas hechas, ya se podrán publicar resultados “preliminares”. Estos darán una “foto fija” de cómo está en ese momento la epidemia entre la población. Pero, para monitorizar la evolución y completar el mapa, habrá que seguir haciendo test a todos los participantes según se ha diseñado el proceso.

¿Cómo se ha elegido la muestra?

Se ha hecho a través de los datos que maneja el INE, porque se ha considerado importante “conocer la dimensión de la epidemia según la edad y las condiciones demográficas”. Se ha buscado una representación proporcional a nivel nacional y también a nivel provincial, con agrupaciones de municipios según su tamaño. Por ejemplo, y según datos que recopila Europa Press de las consejerías: en Madrid y Castilla-La Mancha se prevé que digan 'sí' unas 6.000, en Catalunya algo más de 4.000, en Euskadi y Baleares unas 5.000, en Navarra algo más de 2.000. El estudio va a arrojar resultados a nivel nacional, autonómico y provincial; no se podrá extrapolar a zonas más pequeñas.

¿Hasta cuándo te pueden llamar para participar?

Las llamadas –que serán a números fijos porque es la información de la que dispone el INE por domicilios– han comenzado este lunes. En algunas comunidades, como en Aragón, se inician mañana. Se prevé que, tras las primeras confirmaciones, las pruebas comiencen a mediados de esta semana. Pero desde el ISCIII calculan que durante toda la primera fase de estas dos semanas los profesionales estarán haciendo de forma paralela ambas labores: llamar a las casas seleccionadas para obtener el consentimiento informado, y comenzar con los test.

¿Qué debemos esperar de él?

Con casi toda probabilidad, el estudio de seroprevalencia no va a arrojar una “inmunidad de grupo” o “de rebaño”. Esto es, no va a descubrir que un porcentaje alto de la población ha estado ya infectada y, por tanto, no corre riesgo de volverse a contagiar, al menos por un tiempo. Para eso se requeriría un porcentaje de, mínimo, un 60% de la población con anticuerpos, y los expertos coinciden en que no será así ni siquiera en las zonas en las que se ha demostrado más transmisión comunitaria, como Madrid. Las estimaciones más altas esperan que menos de un 20% de la ciudadanía española haya pasado la COVID-19.

Lo que se busca es una “foto fija” de la pandemia primero, y una “dinámica de cómo se va modificando” después. En España, desde mediados de marzo prácticamente solo se han hecho pruebas a personas que presentaban una situación clínica grave y a sanitarios, así que hacerlas al azar permitirá, estadísticamente, conocer el porcentaje de asintomáticos que ha habido en la población general. Esto dará información más rigurosa a otros países, también sobre la letalidad. Paralelamente, según cómo se observe que evoluciona el virus entre la población, se podrán tomar unas u otras decisiones de la etapa de desescalada en la que estaremos en verano.

¿De qué magnitud es?

Desde el ISCIII lo han descrito como un “despliegue” de una “magnitud muy importante”. Epidemiólogos y expertos en Salud Pública coinciden en que, con las correctas herramientas y procedimientos, las dimensiones son estadísticamente suficientes para hacerse una idea de cómo ha corrido el SARS-CoV-2 entre la población española durante los últimos tres meses.

En España se han hecho otros estudios de este tipo, pero nunca tan grandes. Entre 2017 y 2018 el Ministerio de Sanidad coordinó el que fue el segundo de gran magnitud de seroprevalencia, para buscar la de Hepatitis C. Entonces se contactó a 19.591 personas, y respondieron afirmativamente algo más de la mitad.

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