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El sector ultra del Vaticano cruza otra línea: tachan al Papa de “hereje” por permitir que las personas trans sean bautizadas

Imagen de archivo del papa Francisco.

Jesús Bastante

en religiondigital.com —

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“El Papa es un hereje”. Dos religiosos alemanes y una frase: de Martín Lutero a Gerhard Müller. Cinco siglos después de que Lutero la pronunciara contra León X, la acusación se repite, aunque en esta ocasión por motivos radicalmente distintos. Si en 1521 el fraile agustino arremetía contra la venta de indulgencias y el poder de los eclesiásticos, las razones que hoy aduce el ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (y capitán de los enemigos de Francisco), el cardenal Gerhard Müller, son bien diferentes. Para él, el Papa es hereje por, entre otras cosas, avalar que homosexuales o transexuales puedan acceder al bautismo o ser padrinos de este sacramento, o testigos en bodas católicas.

Müller, cuyos ataques contra Bergoglio han ido in crescendo, aseguró en una entrevista al portal ultracatólico LifeSiteNews (que, posteriormente, borró la noticia sin dar explicaciones) que el Papa “ya ha pronunciado muchas herejías materiales” o de praxis, solo con recibir a representantes de grupos LGTBI católicos. “En el Sínodo, donde muchos esperan o temen que ahora se presenten las ‘bendiciones’ homosexuales, escribir una carta pública a estas organizaciones [LGBTB], recibirlas, fotografiarse con ellas… Eso es algo muy mensaje claro”, recalca el purpurado en la entrevista borrada donde, no obstante, admite que Francisco –todavía– no ha incurrido en “herejías formales”, que implicarían cambios en la doctrina y que le invalidarían como Pontífice. Eso sí, advierte que “enseñar en contra de la fe apostólica privaría automáticamente al Papa de su cargo”.

En la entrevista, Müller pone un ejemplo práctico que, en su opinión, colocaría a Francisco al límite de la excomunión y lo invalidaría como Papa: el acceso de divorciados vueltos a casar a la Eucaristía, algo que su sucesor en Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández, ha dejado claro que ya es posible, merced a la “correcta interpretación” de la encíclica Amoris Laetitia. Para el alemán, éste sería un “caso límite de herejía formal”.

Las declaraciones de Müller –que, según apuntan distintas fuentes, él mismo se ha visto obligado a retirar, pues el hecho de que un cardenal insulte al Papa podría acarrearle fuertes sanciones e, incluso, la pérdida de la birreta cardenalicia– se producen en el mismo momento en que el Vaticano ha avalado que personas queer y homosexuales puedan ser padrinos y testigos del bautismo y del matrimonio, al tiempo que admite el bautismo de niños de padres trans u homosexuales.

Transexuales sí, pero con condiciones

Tal y como adelantó Religión Digital, Doctrina de la Fe publicó una carta en respuesta a algunas dudas de un obispo brasileño, y en la misma –rubricada el 31 de octubre por el propio Francisco– se recuerda que “la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada persona con su vida trabajada”.

A la pregunta de si un transexual puede ser padrino o madrina en un bautizo, Doctrina de la Fe contesta: “En determinadas condiciones, puede ser admitido como padrino o madrina un transexual adulto que también se haya sometido a un tratamiento hormonal y a una operación quirúrgica. Sin embargo, dado que esta tarea no constituye un derecho, la prudencia pastoral exige que no se permita si existe peligro de escándalo, de legitimación indebida o desorientación en el ámbito educativo de la comunidad eclesial”.

“¿Puede un transexual ser testigo en una boda?”, pregunta el obispo Negri y el Dicasterio de Doctrina de la Fe responde: “No hay nada en el derecho canónico universal vigente que prohíba a una persona transexual ser testigo en una boda”.

Y a la pregunta de si “¿pueden dos personas homoafectivas ser padres de un niño, que va a ser bautizado, y que ha sido adoptado u obtenido por otros métodos, como la maternidad subrogada?”, el dicasterio responde: “Para que el niño sea bautizado debe existir una esperanza fundada de que será educado en la religión católica”. Esto es: se pide a sus padres que lo eduquen en la fe, independientemente de su condición sexual. Algo que, para cardenales como Müller y el comando de enemigos del Papa, roza la herejía.

Toda la información en www.religiondigital.org

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