Se triplican las multas a transportistas por traer inmigrantes al Reino Unido

El número de multas impuestas a los conductores de camiones por traer a inmigrantes indocumentados al Reino Unido se ha triplicado en los últimos tres años, hasta 3.319 sanciones impuestas en 2014-15, según datos difundidos hoy.

De acuerdo con estas cifras, obtenidas por la agencia local PA del Gobierno en virtud de la ley de Libertad de información, el número de multas fue de 998 en el periodo fiscal 2012-13.

Los transportistas afrontan por ley multas de hasta 2.000 libras (unos 2.800 euros) por cada inmigrante que se descubre oculto en su vehículo si este no cuenta con las pertinentes medidas de seguridad, en cualquier puerto de acceso al Reino Unido, incluido el eurotúnel que une Francia e Inglaterra por debajo del canal de la Mancha.

Las cifras divulgadas indican también que en el mismo periodo se han descubierto al menos 6.494 inmigrantes en situación irregular que intentaban penetrar en el Reino Unido ocultos en vehículos.

Un portavoz del ministerio del Interior dijo que solo un 7 % de los sancionados era de nacionalidad británica y señaló que “un tercio de los vehículos que llega a la frontera británica no cumple con los estándares básicos de seguridad”.

“El propósito de las penalizaciones civiles es asegurar que todos los conductores hagan lo posible para evitar que los inmigrantes se suban a sus camiones”, declaró esta fuente, que añadió que quienes hayan tomado las precauciones adecuadas “no serán multados”.

Diversas asociaciones de transportistas británicas advirtieron ayer de que las empresas del Reino Unido afrontan pérdidas millonarias por los retrasos en el eurotúnel que han provocado los intentos de miles de inmigrantes de cruzar el canal de la Mancha por esa vía en las últimas semanas.

Los Gobiernos británico y francés han puesto en marcha medidas de seguridad adicionales en el puerto francés de Calais, donde se ubica la entrada francesa al túnel, para evitar la entrada clandestina de estas personas.

En torno a 5.000 inmigrantes, en su mayoría procedentes de África y Oriente Medio -muchos de ellos desplazados de los conflictos en Siria y Libia-, esperan en un campamento provisional en Calais a que se decida su estatus migratorio.