Los líderes de la UE enfrían el órdago de Polonia
Palo y zanahoria. O zanahoria y palo. Es lo que han pedido los principales países de la Unión Europea ante el debate sobre el Estado de Derecho en Polonia, y la deriva autoritaria en Varsovia que está situando al país fuera del ordenamiento jurídico de la UE a través de resoluciones de un Tribunal Constitucional cuestionado por las instituciones europeas.
Mientras el Parlamento Europeo anunció este miércoles que llevaría a la Comisión Europea a los tribunales por no activar de una vez el mecanismo de la condicionalidad de los fondos europeos, por el cual el dinero deja de fluir a los Estados que no cumplen con los valores europeos, los jefes de Gobierno de los principales países de la UE, Alemania y Francia –y de alguna manera Italia y España–, han pedido cautela ante un órdago polaco en el que sólo cuenta con un aliado: el húngaro Viktor Orbán.
Escribe Andrés Gil - Corresponsal en Bruselas.