La curiosa mezcla de Hong Kong: un territorio que se mueve entre búfalos asilvestrados y rascacielos
Hong Kong parece solamente territorio para empresas financieras, cientos de rascacielos o ingentes edificios, como centros comerciales o el icónico Disneyland Resort, parque temático que lleva el sello de Walt Disney Company. Pero no solo es lugar para urbanitas, sino que se ha localizado una pequeña población de búfalos de agua asilvestrados habita las marismas del sur de la isla de Lantau, lo que ha generado expectación entre vecinos y visitantes.
La convivencia entre estos animales y los lugareños no deja de ser atípica, porque se trata de mamíferos que pueden llegar a pesar más de una tonelada en el caso de los machos. Esta curiosa mezcla incluso ha sido objeto de investigación por parte de los científicos de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong (CityUHK), que han testado la percepción de los residentes sobre sus peculiares vecinos. Y hay opiniones para todos los gustos.
“Algunos ven al búfalo como un vínculo vivo con el pasado rural del territorio, mientras que otros se preocupan por la seguridad, el impacto ambiental o las interrupciones del tráfico”, explica el investigador principal Alan McElligott.
Conviviendo con búfalos en Hong Kong
El equipo basó sus hallazgos en 657 respuestas (550 en línea y 107 entrevistas en persona, con 56 participantes que dejaron comentarios adicionales) recopiladas en una encuesta pública distribuida en los últimos meses de 2023 y principios de 2024. Los resultados se publican en la revista People and Nature.
Las actitudes públicas hacia el búfalo se dividieron en cuatro categorías: apreciación y aceptación condicional de su presencia; preocupación por el impacto en la comunidad y demanda de una mejor gestión; su valor para la conservación y la educación; y percepciones individuales formadas a través de encuentros cotidianos. En cada una de estas categorías, las respuestas neutrales fueron las más frecuentes, seguidas, por orden, de las positivas y las negativas.
En cuanto a las preguntas sobre la tolerancia y el aprecio por los búfalos, el 61 % de las respuestas fueron neutrales, el 25 % muy positivas y el 14 % muy negativas. Respecto a los beneficios sociales y la defensa de los búfalos, el 66 % de los encuestados fueron neutrales, el 19 % dieron respuestas positivas y el 15 % negativas. Se dieron cifras similares cuando se preguntó sobre preservación y educación.
Los vecinos también se pronunciaron sobre el impacto en la vida cotidiana: el 49 % de las respuestas fueron neutrales, el 27 % altamente positivas y el 23 % altamente negativas, con efectos significativos debidos a la edad y la etnia. En cualquier caso, la convivencia no estaba mal considerada: “Las respuestas emocionales fueron comunes en las entrevistas: la mayoría expresó cariño por los búfalos o actitudes neutrales, y una minoría expresó preocupación por los riesgos para la seguridad”.
Más allá de recoger la curiosa mezcla entre personas y búfalos, los autores sostienen que estas opiniones deberían usarse para garantizar que los humanos y animales compartan el paisaje en armonía.
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