La radio rusa que se activa en tiempos de crisis lanza dos nuevas señales y desconcierta a los analistas

El presidente de Rusia, Vladímir Putin. EFE/MAXIM SHEMETOV

Héctor Farrés

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El magnetismo de las teorías conspirativas siempre ha encontrado terreno fértil en sistemas de comunicación oscuros y enigmáticos, y pocas historias resultan tan intrigantes como la de la llamada radio del fin del mundo de Rusia. Se trata de una estación de onda corta conocida oficialmente como UVB-76, activa desde finales de los años 70, cuya señal ha sido objeto de seguimiento constante por parte de entusiastas de la radio y analistas militares.

Su peculiaridad radica en un zumbido monótono que apenas cambia con el paso del tiempo y que, sin embargo, en ocasiones se interrumpe con mensajes en clave que alimentan un sinfín de especulaciones. Lo inquietante es que sigue funcionando hoy, en un contexto internacional marcado por tensiones crecientes.

Mensajes extraños y códigos incomprensibles que aparecen en momentos importantes

El ruido electrónico que emite esta emisora se repite entre 21 y 34 pulsos por minuto, con una duración media de poco más de un segundo y con pausas que ocupan un intervalo similar. Ese patrón casi hipnótico solo se rompe de vez en cuando con transmisiones de voz.

A lo largo de los años, se han escuchado nombres rusos, palabras sin aparente relación o series de números que nadie ha sabido descifrar con certeza. Un ejemplo llamativo ocurrió en 2010, cuando el empresario estonio Andrus Aaslaid decidió retransmitir la señal en línea, lo que atrajo a una comunidad internacional de seguidores que aún hoy vigila cada variación.

Entre las emisiones más recientes, los registros recogidos por el canal de Telegram UVB-76 logs señalan que el 15 de abril se escucharon cuatro términos extraños: Neptuno, Timo, Foxcloak y Nootabu. El 19 de mayo, poco antes de una llamada entre Vladímir Putin y Donald Trump, se difundieron secuencias como NZhTI 89905 BLEFOPUF 4097 5573 y horas después NZhTI 01263 BOLTANKA 4430 9529. El 8 de septiembre volvió a sonar actividad con las palabras NZHTI y OTEL, acompañadas de los números 38, 965, 78, 58, 88 y 37.

El medio ruso independiente Meduza detalló sobre esto que una de esas grabaciones de 64 segundos recogía la voz de un hombre recitando nombres como Nicolai, Zhenya, Tatiana e Iván, cuyas iniciales conformaban el conocido indicativo NZhTI. La secuencia continuaba con los números antes mencionados y luego con otros nombres que componían la palabra OTEL, el término ruso para hotel. El mensaje concluía con la indicación de signo blando, una letra del alfabeto cirílico que modifica la pronunciación de las consonantes anteriores.

De rumores de armas nucleares a teorías sobre ovnis y control mental

Sobre el posible propósito de este sistema, las teorías son abundantes. El profesor David Stupples, de la City University de Londres, explicó en declaraciones a la revista Popular Mechanics que “casi con toda seguridad es el gobierno ruso quien lo utiliza” y añadió que “si lo hace el gobierno ruso, no sería con fines pacíficos”.

Por su parte, el especialista Ary Boender, responsable del portal Numbers & Oddities, recordó que algunos creen que “es un antiguo mecanismo soviético de Dead Man’s Switch que lanza un ataque nuclear contra occidente cuando el zumbido se detiene”. En sus palabras, también “se ha dicho que es una baliza para ovnis, un dispositivo de control mental o incluso una estación de mando a distancia de la central nuclear de Chernóbil”.

El sonido es estable hasta que, sin motivo aparente, empiezan los mensajes

No obstante, una explicación más pragmática apunta a que UVB-76 funcione como marcador de canal para reservar esa frecuencia de uso militar ruso y detectar posibles pérdidas de señal. Otros analistas sugieren que, más que una reliquia sin uso aparente, sigue siendo una herramienta de comunicación en clave con unidades militares, lo que daría sentido a los mensajes de voz aparentemente aleatorios que aparecen en momentos concretos.

En cualquier caso, se puede descartar que sirva para lanzar misiles. Māris Goldmanis, un historiador de radios de onda corta, contó a Wired que lo más probable es que sirva como apoyo en el caso de que Rusia se quedara sin red de comunicaciones por un ataque nuclear; pero “no es lógica ni técnicamente posible” que ordene lanzamientos.

El periódico Rossiyskaya Gazeta ya había informado de que la actividad de esta emisora aumentó tras el colapso de la Unión Soviética, pasando de una presencia esporádica a interrupciones semanales o incluso diarias en los 2000. En junio de 2010 llegó a estar en silencio durante 24 horas y en otras ocasiones se registraron sonidos que iban desde fragmentos del Lago de los cisnes de Chaikovski hasta pasos o gritos femeninos.

El enigma continúa en plena tensión internacional sin una respuesta desde el Kremlin

El interés por su funcionamiento se reavivó antes de la invasión rusa de Ucrania del 24 de febrero de 2022, cuando en los días previos se emitieron varias series de códigos. Desde entonces, la inquietud en torno a esta estación se mantiene, especialmente porque el Kremlin nunca ha ofrecido una explicación oficial sobre su propósito. Ese silencio, en la línea de lo que piensan algunos expertos, podría ser una señal de que forma parte de la maquinaría estratégica rusa.

Vladimir Putin, no obstante, sí utilizó el Foro Económico Internacional de San Petersburgo para hablar de la capacidad de Rusia para responder a un eventual conflicto nuclear. En aquella intervención advirtió que “si, Dios no lo quiera, se producen ataques, todos deberían comprender que Rusia tiene un sistema de alerta temprana de misiles. Estados Unidos lo tiene. Europa no”. Y añadió que “en este sentido están prácticamente indefensos”.

El misterio de UVB-76 persiste porque aúna elementos técnicos con episodios puntuales que alimentan especulaciones de todo tipo. Lo único cierto es que, en mitad de conflictos internacionales, sigue sonando ese zumbido regular que, para algunos, se ha convertido en la señal más extraña de la radio mundial.

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