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El porno en realidad virtual: una industria millonaria pero no tanto

Una pornostar en 180º en VirtualRealPorn

David Sarabia

Dos palabras: Porno VR. Si hablamos de realidad virtual (RV), esta es la tendencia de moda. La más buscada en Internet: ni juegos, ni aplicaciones, ni películas. El porno. A esto ayuda que el 60% de las páginas que ofrecen contenido RV en la Red sean sitios de adultos. También, que el porno inmersivo haya crecido en búsquedas en un 250% en países como Reino Unido e Irlanda y que EEUU sea, no ya el primer productor, sino el primer país que más porno en realidad virtual consume.

Los datos de arriba los publicó la página web vrporn.com hace algo menos de un año. Por tráfico, es el primer sitio de porno RV en Internet. Solo en dos meses de verano del año pasado pasó de 26,7 millones de usuarios a 42 millones. A pesar de ello, aún están lejos de las cifras de la industria del porno al uso, tanto a nivel usuarios como económico.

Solo en el año 2015 el porno tradicional generó cerca de 97.000 millones de dólares en todo el mundo. Por poner un ejemplo y para comprobar las dimensiones del negocio: las webs para adultos tienen más tráfico en Internet que la suma del que reciben Amazon, Netflix y Twitter cada mes. El porno RV está muy lejos de alcanzar esos números, por ahora.

“Todavía no estamos ni a la altura de lo que mueve eso. Nosotros llevamos cinco años, y aunque sí hay demanda, tampoco es exagerada”, explica a eldiario.es Ignacio Pérez, director de relaciones externas de VirtualRealPorn, la primera página web española que entró al negocio del porno en realidad virtual hace ya cinco años. A esto hay que sumarle el hecho de que “no todo el mundo conoce la RV”, por eso Pérez evita hacer comparaciones.

La realidad virtual son videojuegos... y porno

La web PornHub, en los datos que publica cada cierto tiempo sobre las tendencias de sus usuarios ya hizo mención en mayo del año pasado al porno en RV. Cuando el servicio fue lanzado en la primavera de 2016 solo había 30 vídeos. En las mismas fechas del 2017 ya había más de 2.600 clips.

En esas estadísticas también incluyen algún que otro dato curioso, como que en las primeras Navidades de funcionamiento del servicio las visitas se dispararon hasta casi el millón, justo el día que Papá Noel trajo los regalos. Esa tendencia se mantuvo hasta mitad de enero del 2017. Y por si se lo estaban preguntando: el país que más porno en RV consume es Tailandia, según los números de la compañía.

Aunque hay pocas referencias sobre las cifras de negocio de este sector, el pasado julio la web SexLikeReal difundió un pequeño estudio donde concluían que este tipo de contenido, junto con los videojuegos RV, movían más dinero que toda la industria de la realidad virtual en conjunto. Pudieron saberlo gracias a la brecha de seguridad que sufrió Steam (una plataforma digital de distribución de contenido multimedia, así como de videojuegos) a principios de verano y en la que se filtraron los hábitos de consumo de 19 millones de usuarios.

SexLikeReal descubrió que los 481 juegos de realidad virtual puestos a la venta en la plataforma desde 2016 han generado el mismo dinero que los 6.000 vídeos (también de realidad virtual) publicados allí desde ese periodo. La cifra: 50 millones de dólares (casi 44 millones de euros) en ventas. Según el CEO de la web, Alex Novak “es interesante comparar esa cifra con nuestra investigación anterior sobre el mercado porno de RV en 2017, que tuvo unos ingresos de 18 millones de dólares”.

Grabar una porno en RV “no es lo más confortable”

“Sí es cierto que hay una creciente demanda de porno en RV”, explica el de VirtualRealPorn. La primera web española de porno en realidad virtual cuenta con cientos de vídeos que soportan todos los dispositivos del mercado, desde las gafas de Microsoft hasta las Oculus Rift, pasando por las HTC Vive y las PSVR de Sony. También se pueden ver con un smartphone a través de las Cardboard de Google y las Samsung Gear VR. En los clips aparece lo más granado del panorama internacional, con pornostars como Apolonia Lapiedra, Jessa Rhodes, Abella Danger o Amarna Miller, entre muchas otras. Precisamente con esta última llegaron a desarrollar una especie de videojuego en el que aparecía ella en 3D.

La gran mayoría de vídeos son POV. Es un género dentro del porno que en inglés significa point of view (punto de vista). Aquí todo ocurre en primera persona, de tal forma que parezca que la actriz o el actor que tenemos delante esté disfrutando a la par que nosotros. El de VirtualRealPorn reconoce que “es un poco incómodo”, ya que durante la grabación, el o la intérprete se sitúan alrededor del rig de cámaras y “no se puede mover”.

“Tiene que estar quieto. No es lo más confortable para la persona, pero es la única manera de que cuando veas el vídeo en RV esté todo perfecto y que realmente parezca que eres tú quien está ahí”, continúa Pérez. Ese rig solo lleva incorporadas dos cámaras, una por cada ojo para vídeos grabados en 180 grados. Para los vídeos grabados en 360 grados se usan otras cámaras, “pero no es lo habitual”, explica el de VirtualRealPorn.

Para que surta efecto y la sensación de inmersión sea real por completo, las lentes del dispositivo de RV tienen que coincidir exactamente con los ojos de la persona que lo lleva puesto. “El problema es cuando alguien se mueve un poco, que puede haber una desincronización”, dice Pérez, que añade: “pero lo normal es que el actor que está grabando o haciendo de ti esté con el rig delante de su cara, en cualquier tipo de posición, ya sea sentado o por detrás”.

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