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¿Tiene el mundo razones para temer la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca? La opinión generalizada es que sí. Este blog colectivo de eldiario.es vigilará de cerca al nuevo presidente norteamericano y si es preciso hará la autopsia de lo que quede de Estados Unidos.

Más cerca de otros cuatro años de Trump

Trump aplaude a Neil Gorsuch, su primer nombramiento en el Tribunal Supremo.

Carlos Hernández-Echevarría

La mejor noticia para Trump se la ha dado esta semana un juez de 81 años. Anthony Kennedy, como cualquier persona de su edad, quiere estar en su casa leyendo el periódico o yendo a ver cómo avanzan las obras en el barrio, y no todo el día con la toga puesta y el culo pegado en la silla escuchando abogados. Todo esto no tendría la menor importancia si Anthony Kennedy no fuera uno de los nueve jueces del Tribunal Supremo de EEUU y si su sucesor, por supuesto, no lo fuera a nombrar Trump.

Os parecerá que el asunto no tiene mayor importancia: un juez viejo que se retira y un juez nuevo que lo sustituye. Pero si pensáis eso es que no sabéis que quien de verdad manda en EEUU es el Tribunal Supremo. Al final, son esos nueve jueces y no los políticos quienes hicieron posible que blancos y negros estudiaran juntos o que las parejas del mismo sexo se pudieran casar. Así que la capacidad de un presidente de nombrar a uno de sus jueces, y más sabiendo que es para toda la vida, es un poder enorme. Los cuatro últimos presidentes han tenido la suerte de colocar a dos cada uno. Trump va a colocar a dos en menos de dos años.

Un efecto político inmediato

Un presidente no tiene forma más efectiva de moldear el futuro del país que a través de sus nombramientos para el Supremo. Al final, se trata de elegir al árbitro que tendrá la última palabra en las grandes disputas del futuro. Y los votantes también lo saben: uno puede ser un demócrata desencantado con Obama o un republicano al que Trump no le hace gracia, pero la posibilidad de que sea alguien del otro partido quien haga una elección que va a tener tanto poder y para toda la vida... eso te invita a votar por los tuyos aunque no te haga particular ilusión.

Trump lo sabía y por eso durante su campaña lo decía abiertamente a los republicanos de toda la vida que lo odiaban: “Si os gusta Donald Trump, genial. Pero si no, me tenéis que votar de todas formas. ¿Sabéis por qué? Por los jueces del Tribunal Supremo”.

Nada invita a un conservador evangélico a votar por un dos veces divorciado como la promesa de un juez que vuelva a ilegalizar el aborto. Funcionó en 2016 y, muy probablemente, funcionará de nuevo en 2018. Las elecciones legislativas de mitad de mandato son el próximo noviembre y esta jubilación da a Trump un brillante argumento para movilizar a sus votantes.

Si de verdad Trump consigue de forma inesperada llevar a los suyos a las urnas e impedir la clásica debacle en las elecciones de mitad de mandato en noviembre, los demócratas están bien fastidiados. Cuentan con retomar la mayoría en la Cámara de Representantes, lo que quiere decir que tendrían en su mano hacerle un impeachment a Trump, abrir la puerta de su destitución. Nadie cuenta con que puedan lograr los tres cuartos del Senado que hacen falta para de verdad apartarle del cargo, pero un juicio político es una poderosa arma política que ahora puede escapárseles.

Los republicanos del Senado le hicieron una jugada bien sucia a Obama en 2016. Diez meses después de las elecciones, dijeron que se negaban siquiera a escuchar a su nominado al Supremo, que no harían nada hasta pasar los comicios. Con esta triquiñuela y la victoria de Trump, lograron cambiar el equilibrio del tribunal a un 5-4. Cinco jueces nombrados por republicanos y cuatro nombrados por demócratas. Los resultados no se han hecho esperar.

Solo este año el Tribunal ha decidido que el “veto a los musulmanes” de Trump es constitucional, ha permitido a un pastelero negarse a preparar una tarta para un boda gay y ha hecho más difícil el voto en varios estados de EEUU. Ahora el presidente tendrá que elegir a un nuevo juez, probablemente otro ultra jovencísimo que vivirá 60 años más. Es casi seguro que Trump nos irá retransmitiendo su decisión como si de un reality se tratara y, cuando ya haya elegido, ese nombramiento tiene que aprobarlo el Senado. Allí los demócratas harán lo que puedan para retrasar el asunto pero al final están en minoría y los republicanos no pueden permitirse esperar a después de las elecciones de noviembre porque si pierden la minoría, pueden olvidarse de colocar a ese juez.

Lo cual nos lleva a lo principal: porque un juez de 82 años se ha jubilado, hoy Trump está más cerca de la reelección. En realidad, un presidente siempre está cerca de la reelección porque es difícil que no lo reelijan: eso solo ha sucedido dos veces en 80 años. Pero si además logra, como parece seguro, colocar a otro conservador en el Supremo, los suyos le recompensarán. Si por una rara casualidad, los demócratas logran hacerle descarrilar, eso enfurecerá al tipo de personas que necesita que voten en noviembre. Esta ha sido una gran semana para Trump.

Sobre este blog

¿Tiene el mundo razones para temer la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca? La opinión generalizada es que sí. Este blog colectivo de eldiario.es vigilará de cerca al nuevo presidente norteamericano y si es preciso hará la autopsia de lo que quede de Estados Unidos.

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