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WhatsApp y los rumores de adquisición por Google

Google negocia la comprar de Whatsapp por 770 millones de euros, según Digital Trends

Fran Andrades

La empresa líder en la mensajería mediante smartphone no pasa por su mejor período. A los casos en los que se cuestionaba su seguridad y las recientes caídas de servicio, se agrega la polémica a propósito del inicio de cobro por uso en dispositivos Android, que al contrario que los usuarios de iPhone, disfrutaban sin cargo. Tales hechos han servido para que una profusión de “alternativas” se abra camino en los medios. La feroz competencia de LINE, campaña televisiva incluida en España, amenaza por primera vez con disputar la primera posición. Esta última, cuenta ya con una masas de usuarios que supera los 100 millones a nivel global.

A pesar de todo lo expuesto, WhatsApp sigue siendo líder del sector y un servicio demasiado apetecible para dejarlo pasar. Entre los productos del ecosistema de Google, un sistema de mensajería podría encajar. El rumor, difundido por Digital Trends, abunda en el fracaso de Google en el terreno de la mensajería, incluso en servicios potencialmente bien ubicados en la plataforma Android.

Efectivamente, los sucesivos intentos por destacar en un servicio robusto de mensajería por parte de la compañía del buscador no han tenido el resultado esperado. Google Talk y los Hangout de la red social Google Plus, en la que obcecadamente pretenden integrar todos sus servicios, a pesar de ser correctos en su función no consiguen la masa suficiente de usuarios como para destacar y retroalimentar todo su ecosistema.

Muchos medios anunciaron recientemente un supuesto servicio, bajo la denominación de Google Babble, que finalmente se revelaría como un rumor falso, creado desde Forocoches, pero que curiosamente apuntaba en una dirección certera. Google esta desubicada en uno de los aspectos que más usuarios cataliza en los smartphones y no es capaz de situar ninguno de sus servicios en primer plano.

Adquirir en lugar de innovar

Adquirir en lugar de innovarLa estrategia de adquisiciones de productos que despuntan en el mercado se ha convertido en una pauta habitual entre las grandes de internet. Los ritmos de estos procesos parecen marcados en los consejos de administración, cuando las gigantescas cuentas de estas compañías son capaces de realizar campañas de adquisiciones millonarias. Al igual que en su momento Google adquiriese YouTube, para integrarla en su ecosistema, Microsoft con Skype, que ha terminado por suplantar a Messenger o Facebook con Instagram, ahora es WhatsApp la que está en el punto de mira de varias corporaciones.

Un rumor similar situaba a WhatsApp prácticamente en manos de Facebook, movimiento que finalmente parece no haber prosperado. La compañía de la red social optó por adquirir un producto similar de la competencia, llamado Beluga, para pasar a continuación a potenciar sus características más en línea con la mensajería, con unos pobres resultados. La presentación de Facebook Home confirma la preferencia por seguir integrando sus servicios en la propia red social y seguir tratando de forzar la mensajería en torno a esta.

Si algo es cierto es que operadoras, fabricantes y compañías de Internet, se disputan un mercado que parece mostrarse caprichoso y no seguir las pautas que estos quisieran imponer. Google, Apple, Samsung, Telefónica o Vodafone, ya han experimentado con Google Plus (Hangouts), Ping, ChatOn o Joyn. Mientras tanto, nuevas empresas surgidas de proyectos independientes como SpotBross o Line, comienzan a hacerse hueco en el mercado mientras que la propuestas de las grandes son ignoradas por unos usuarios cada vez más insensibles a la publicidad corporativa.

Las propias empresas que lideran este sector en alza son conscientes de su peso. En la actualidad, el esquema de pequeños proyectos, muchas veces lanzados desde colaboraciones tipo “kickstarter”, que finalmente alcanzan el éxito terminan en un itinerario bien conocido. El de empresas fundadas en torno a un producto social, que no tiene una clara monetarización pero que llegan a una masa de usuarios por la que cualquiera de las grandes pujaría cantidades ingentes de capital. El caso de WhatsApp tiene un itinerario que nos haría pensar en ello: el ínfimo cobro de su servicio y lo sensible de las sociedades de inversión ante la menor amenaza no deja de hacernos pensar en que seguirá la misma ruta. La venta por una cuantía tan enorme, siguiendo un esquema muy similar al de Instagram, resultaría para sus creadores el mejor de los negocios, dado el momento actual en el que la compañía se encuentra.

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